En las cortas tardes del otoño, si nos poníamos melancólicos nos calzábamos las zapatillas y nos apretábamos el cinturón de una bata que cada vez nos quedaba más holgada.
Después nos calzábamos las gafas de cerca y nos apretábamos en el sofá para poder recordar a la vez.
Mientras lentamente íbamos pasando sus hojas, en un café con leche ardiendo íbamos mojando los recuerdos que nos devolvían unos álbumes tan viejos como nosotros.
Qué fácil era volver a viajar página a página mientras las fotos nos iban devolviendo aquellas sonrisas que teníamos entonces.
Entonces...
Cuando aún cogíamos aviones, cuando aún descubríamos países, ciudades e idiomas.
Un septiembre del año 2014 volamos a Eslovenia. Era un país limpio y verde, con cuidadas ciudades de cuento que tan pronto parecían centroeuroeas como italianas. Tenían un idioma tan díficil... Vocales largas ascendentes o descendentes y vocales cortas, que sólo son descendentes. Eso sin contar que se declinaba, gramaticalmente tienen 6 casos: nominativo, acusativo, genitivo, dativo, locativo e instrumental. Y sin olvidar su alfabeto, porque a las letras universales, hay que
sumarles las que llevan diacríticos propios, (lo que ellos llaman
comúnmente “cuernos”) que son č, š, ž y que tienen pronunciación propia.. Un idioma muy complicado el esloveno. Aún así fue fácil entenderse con ellos, porque casi todos sabían más idiomas que el suyo.
Mi blog aprendió que librería se escribía KNJIGARNA. Y para el álbum de aquel año se trajo una preciosa, una que se llamaba: "La palabra escrita"
¿Qué mejor nombre para una librería?
Por iniciativa del Consejo de Europa, Estrasburgo, se viene celebrando el Día Europeo de las Lenguas, cada año desde 2001, el 26 de septiembre.