A veces nos parece que todos los días son iguales. Que cada día podría ser una fotocopia del anterior. O quizás una fotografía retocada del mismo paisaje de ayer.
Pero nos equivocamos. No nos damos cuenta de que hay pequeños descubrimientos que hacen ese día distinto, y por tanto van modificando nuestra vida aunque sea en una pequeñísima parte.
Ayer en nuestra tertulia del Galdós, Sagrario del Peral, habló de Ángel Guinda. Y no era la primera vez que lo hacía. Sin embargo ayer era distinto porque lo hizo con sus poemas de un solo verso contenidos en su libro “Toda la luz del mundo”:
Pág, 42.
Para saber qué es la lejanía he llegado a este mar.
Pág, 44.
Lo inalcanzable me hace señales desde el horizonte.Pág. 46
“He movido la noche para que cante el sol”
Pág. 94.
“Te amo mortalmente: para resucitar”
Pág, 104.
¿Sólo el adiós acerca?
Pág, 100.
CAJAS
Lo diría una indígena y tendría razón:
“Ustedes tienen la vida organizada en cajas.
Nacen y les depositan en una cajita,
su casa es una caja, y las habitacionesson cajas más pequeñas.
Suben a la casa en una caja,
Bajan a la calle en una caja.
Viajan en una caja.
Duermen y hacen el amor sobre una caja.
A través de una caja ven el mundo.
Cambian de casa: lo meten todo en cajas.
Los Bancos y las Cajas hacen caja.
Y cuando mueren
Les introducen también en una caja.”
Todo está hecho para que encajemos.
Nos encajan la vida.
Algunos no encajamos, y nos desencajamos.
Voy por la casa apartando cosas porque falta tu luz.
Estos poemitas de Ángel Guinda fueron un descubrimiento de ayer, 8 de julio del 2009.
Hoy 9 de julio,
Ana Delgado, de la que ya he hablado en este blog, siguiendo esa conversación y esa lectura que hizo ayer Sagrario, nos ha enviado un poema de Ángel Guinda que a ella le había gustado especialmente.
“Cajas”.
A mí también. Y por eso me ha picado la curiosidad y me he entretenido un rato en buscar por Internet más poemas de él.
No sé si hoy habrá más descubrimientos que harán de este día distinto al de ayer. Pero por lo pronto ya tengo uno:
La poesía de Ángel Guinda.