A mi blog y a mí, estas entradas son las que nos dan más pudor. Es muy díficil hablar de uno mismo.
Mi blog y yo, preferimos más hablar de faros y veletas, infinítamente más sugerentes.
Pero dice mi amigo David, que decía Umbral que hay ocasiones, las menos, en las que uno hace "Biografía".
Día a día vamos a trabajar, al mercado, cocinamos, comemos... Y en eso, tan necesario, empleamos muchas horas del día, pero esas ocasiones en las que hacemos "Biografía", con mayúsculas, son las menos.
El pasado doce de diciembre de este 2018 que se nos está yendo hice biografía, porque me dieron el 2º premio en el II Concurso de Microrrelatos Monte de Piedad Carmen Alborch. Ya os lo había comentado pero hoy quería dejaros con algunos momentos de la entrega de premios.
Cada entrega de premio es única, y ésta lo fue porque por primera vez en mi vida asistí a una subasta de joyas en el Monte de Piedad de Madrid. Me aconsejó Alejandra, la persona que me comunicó el premio y con la que he hablado estos días, que no me la perdiera porque era curiosa. Y tenía toda la razón del mundo.
Primero asistimos a la subasta, y a continuación fue la entrega de premios.
Después se presentó el calendario 2019 de la Fundación y finalmente nos invitaron a un vino.
Después se presentó el calendario 2019 de la Fundación y finalmente nos invitaron a un vino.
Me siento muy agradecida al jurado de este premio por considerar que mi micro "Un mismo mar" se merecía el 2º Premio de este certamen. Cada premio por un relato es un soplo bien fuerte de motivación para seguir peleando con los personajes y con las historias.
Y cómo le dije al presentador cuándo me preguntó a bocajarro ¿Por qué escribimos Rocío?
Porque yo necesito contar, inventarme otras vidas, escribirlas, vivirlas. Necesito ESCRIBIR.
A mi blog y a mí, estas entradas son las que nos dan más pudor. Pero los momentos felices, son tan difíciles, que hay que celebrarlos e inmortalizarlos.
Si os apetece leer los relatos ganadores os dejo el vínculo:
Y aquí con mis compinches. Seguramente no son las fotos en las que nos encontremos más estupendas, pero sí se hicieron en uno de esos momentos que sabes que además de ser muy agradables, son únicos e irrepetibles.
Porque... ¿Os he contado eso que dice mi amigo David que decía Umbral?
Joyas que se subastan y joyas que se regalan en un blog. Gracias, como siempre me ha gustado mucho. ¿Por qué será que veo Cádiz? Jaja.
ResponderEliminarBesos, Rocío
¡¡Ana!! Qué alegría encontrarte aquí, en otra de mis casas. Muchísimas gracias por pasarte por aquí y por tu comentario. ¿Cádiz? Pues sí, perfectamente, podría ser. O Huelva. Lo que es seguro es que Canaima es cubana. Y que tú me acabas de dar una alegría asomando tu nariz por aquí. Un beso bien grande
ResponderEliminarPero qué maja eres, Rocío. Además de estupenda escritora. Me han gustado mucho los relatos, el tuyo y también los demás. Y me ha pasado una cosa curiosa al leerte. Lo he leído dos veces. En la primera no he reconocido tu estilo habitual, supongo que porque hablabas en primera persona con acento cubano y eso me ha despistado. Pero en la segunda sí te he encontrado. Estabas en la humanidad de la protagonista, en la ternura con la que habla a lo lejos con su mamá. Y se me ha escapado una lagrimilla y todo, que es señal inequívoca de que lo que acabo de leer me ha llegado dentro. Así que gracias, Rocío. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarMuchas gracias Iñaki!! Yo creo que me miras con buenos ojos. Eso seguro. Yo también creo que todos los micros que hemos podido leer porque los han seleccionado en esta ocasión estaban muy bien. Lo tienen muy dificil los jurados, no les envidio en absoluto.
ResponderEliminarY yo sí que tengo suerte de tenerte y de que quieras pasarte por aquí. Felices fiestas y un abrazo muy fuerte, Rocío