Terminé "La novia gitana" enseguida, porque me tuvo atrapada desde sus primeras páginas.
De vez en cuando vuelvo a la novela negra, es un género con el que es muy fácil evadirse de la realidad y hay ocasiones en que se necesita solo eso de la lectura. Lo cual no quita para que en cuánto termino una de estas novelas quiera sumergirme en otro tipo de lecturas porque sales un poco saturado de tanto criminal suelto. Y encima en esta que se mueven por las calles de mi ciudad con más motivo.
Pero bueno a lo que vamos.
"La novia gitana" es la primera novela de esta autora, aunque Carmen Mola he leído que es un seudónimo. Yo creo que para ser su primera incursión ha salido de lo más airosa.
El argumento nos dice que Susana Macaya ha desaparecido tras su fiesta de soltera. El cadáver es encontrado dos días después en Carabanchel, un barrio de Madrid, en la Quinta de Vista Alegre. Su muerte ha seguido un ritual horrible, que además coincide exactamente con el ocurrido a alguien muy cercano a ella años atrás.
No quiero contaros mucho, yo prefiero saber poco como punto de partida de una novela. Pero os aseguro que es durillo en cuánto a la forma elegida por asesino para acabar con su víctima. Me dejó impresionada.
Los personajes están bien perfilados. Tenemos a la protagonista, la inspectora Elena Blanco de la BAC, la Brigada de Análisis de Casos, de la Policía. Sus características están bien plasmadas y empatizas con ella. El resto de su equipo también tiene unas cualidades muy concretas, con lo cual son todos creíbles.
La novela está dividida en cinco partes en los que linealmente se va novelando la historia a partir del asesinato de Susana Macaya, en busca de su resolución. Pero paralelamente hay otra línea argumental sin espacio ni tiempo donde nos van contando la historia de un niño. El capítulo breve del niño encabeza cada una de las cinco partes.
El ritmo de la historia es muy ágil y entretenido. La ambientación está muy lograda porque se desarrolla en Madrid en la actualidad, y tan pronto están en Carabanchel como en la Plaza Mayor, como en otras calles conocidas tanto del centro como de los barrios periféricos, y la verdad es que yo, que soy de Madrid, he podido seguir los pasos de los personajes de forma mucho más visual y verosímil.
En general me ha parecido que esta novela tiene muchos aciertos: Personajes creíbles, dosis de intriga bien repartidas, fácil lectura.
Novela negra ambientada en Madrid ¿Qué más se puede pedir? Y además seguro volveremos a saber de Elena Blanco, porque tenemos que seguir indagando en su propia historia, así que aquí me quedo a la espera de sus próximas noticias.
Yo os la recomiendo, desde luego.
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