Una pregunta muy, muy fácil:
¿De qué libro está sacado este fragmento que os copio a continuación?
¿Autor?
¿Protagonistas?
Bueno vale, son tres preguntas, pero es que es tan fácil...
" ...
-¿Qué, aprobado? -me preguntó Chamorro.
-Con nota. Es lo que tiene llevar a una empollona en el equipo.
Los observé, a los dos elementos que componían mi equipo. Tenía suerte, eran buenos. Decidí hacer caso de la vieja canción: on the sunny side of the street. Siempre hay algo a lo que agarrarse para alegrar el día. El bar estaba ya medio lleno de comensales. Miré el reloj.
-Habrá que comer, gente. Y este lugar es tan malo como cualquier otro. ¿Qué os parece si pedimos un menú y nos lo hincamos?
-Yo creo que antes deberíamos hacer otra cosa -dijo Arnau.
Lo miré con curiosidad. ¿Había osado contradecirme?
- ¿Qué, en particular, Johannes Poirot?
Admito que ahí se me fue la mano. El pobre chaval encontró con ostensible dificultad las palabras para formar su argumento.
-A mí... A mi juicio, habría que contactar con esta chica, Ainara. Piense, mi brigada, que el móvil del muerto lleva no sabemos cuántas horas desconectado. A lo mejor lo está llamando desesperada.
Chamorro asintió en silencio, y con una pizca de bochorno. Que se me hubiera pasado a mí, que era un merluzo, resultaba lógico. Pero que ella, con la euforia de la matrícula, no hubiera caído en el detalle, era algoque no se podía perdonar. Incliné la cabeza ante Arnau.
-No te falta razón, mi buen Jack. Bien visto, apúntate un tanto y ponle un negativo a tu brigada. Pero estando de acuerdo contigo, vamos a comer primero, y lo hacemos rápido. Solo supondrá veinte minutos más de espera para ella y a cambio nosotros nos alimentamos antes de entablar una conversación que bien puede hacerle perder el apetito a quién le toque tenerla. Y no estoy mirando a nadie.
-¿Ya me las has adjudicado? -consultó Chamorro.
-De mujer a mujer. Este y yo somos varones patosos.
-Muchas gracias. Nunca imaginé que este trabajo iba a proporcionarme tantas oportunidades de realizar mi femeinidad.
-Sorpresas te da la vida -dije-. Yo me voy al cocido completo.
-Tenemos una larga tarde por delante -advirtió mi compañera.
-Por eso mismo. Carpe diem.
-... "
Pág. 102-103...
¿Era fácil o no?
Rocío! me queda claro desde la primera linea quienes son los personajes y el autor, pero no es tan fácil saber el título, esa sí es una pregunta para estudiosos del Sargento Bevilaqua. Espera, dije sargento, y en el texto es brigada, así que debe ser el último, "La estrategia del agua". Aún no lo he leído porque estoy con una promesa, un libro estupendamente escrito pero que me queda grande, Gárgoris y Habidis de Sánchez-Dragó. Ya te contaré lo de la promesa... Besos
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