La obra del poeta soriano Fermín Herrero, 'Sin ir más lejos', le ha
valido el Premio de la Critica en castellano por «su claridad de
expresión y su estética limpia y sencilla».
También le dieron este premio de la Crítica a Aramburu por "Patria" y no puedo estar más de acuerdo.
También le dieron este premio de la Crítica a Aramburu por "Patria" y no puedo estar más de acuerdo.
Hoy he escuchado por primera vez en el programa "No es un día cualquiera" de Pepa Fernández en Radio Nacional de España, a este "versificador" como él dice, Fermín Herrero, y ha sido un descubrimiento.
Cuánto me ha gustado este poema, cuando se lo he escuchado a su autor:
Siempre un frío que pela. En cuanto las sacas
del bolsillo, las manos se te enganchan.
Venimos cada año al cementerio.
La puerta está cerrada con unas cuerdas
de paca. Desatamos los nudos.
Mi madre lleva un azadillo y un caldero
con un poquitín de agua para los ramos
de crisantemos y de rosa tardías,
de haberlas. Reza un padrenuestro y se pone
a cavuchar las tumbas, aporca algo de tierra
hasta formar una lomilla, destripa
los pequeños terrones. El frío
es bueno porque es blanco. No conocí
a ninguno de mis abuelos. Hay hierbas
secas, recién cortadas, excepto en las esquinas,
llenas de pasto y cardos. Han sujetado
con alambres las flores de plástico, a las cruces,
a algunas cruces. Faltan letras de los nombres,
las que tienen. Mi madre deposita
muy despacio, con mimo, los ramos
encima de los lomos, como si acostase
a los abuelos con amor.
A veces caen chispas de aguanieve.
Miramos a poniente, a lo alto. Nos vamos.
Mi madre se persigna. El frío es nuestro.
Me ha conmovido.
Venga os dejo otros dos. Merecen la pena.
La poesía
es la conciencia.
Muchas veces la profané,
lo haré de nuevo. Es más,
ya la estoy traicionando.
La poesía no tiene
complacencia, trabaja
a favor del olvido
de uno mismo.
En ausencia de Dios,
lo espera; si se esconde,
lo busca, porque sabe
de su insignificancia. Lo diré
por derecho: la poesía
ha de mostrarse. La bondad
se ve, no necesita
verborrea. Y a cada uno
según sus obras.
La poesía es la conciencia,
ese invento judío, según Hitler.
Es una enfermedad
que afecta a los más débiles
de la especie.
Que todo es regalado, acuérdate,
que en mucho has de tener, más allá
de ti, cualquier amor, cualquier indicio
de amistad, de misterio compartido.
Vivimos de milagro y eso es suficiente.
Es cierta la belleza aunque lacere,
sobrecoja, remanse y niegue el tiempo.
Que es de admirar por junto, de parte
a parte, lo pasado y lo por venir,
de plenitud en plenitud. Si bien
una sola constancia bastaría. Una sola.
Que de tanto contento no se te acaben
estos días si deja de alumbrar el sol,
que dejará.Actúa como si no lo supieses
y, ante lo inevitable, como fuere razón.