Día 1 de noviembre. Día de todos los santos.
Blanco, verde y azul. El cementerio de la entrada de hoy es blanco, verde y azul. Blanca cada cruz sobre cada soldado caído. Verde la tierra que los acoge. Azul el mar y el cielo que los trajo.
Aunque aquella mañana del 6 de junio de 1944 no se distinguían los colores. Clareaba cuando comenzó el caos, cuando comenzó la batalla que duraría casi un mes. No hubo colores, si acaso solo el rojo, cuando comenzó el día D en Omaha, la playa donde hubo más bajas aliadas.
Nuestro cementerio tiene un enorme carga histórica pues alberga a muchos de los que murieron en la playa que se ve al fondo del cementerio Militar Americano de Coleville-Sur-Mer, población de Normandía, donde están enterrados muchos de los que murieron en la playa de Omaha durante el desembarco de Normandía.
Aunque aquella mañana del 6 de junio de 1944 no se distinguían los colores. Clareaba cuando comenzó el caos, cuando comenzó la batalla que duraría casi un mes. No hubo colores, si acaso solo el rojo, cuando comenzó el día D en Omaha, la playa donde hubo más bajas aliadas.
Nuestro cementerio tiene un enorme carga histórica pues alberga a muchos de los que murieron en la playa que se ve al fondo del cementerio Militar Americano de Coleville-Sur-Mer, población de Normandía, donde están enterrados muchos de los que murieron en la playa de Omaha durante el desembarco de Normandía.
Conmueve pensar cuántos jóvenes, apenas unos niños, tuvieron que morir aquel junio de 1944. Y de todos esos unos nueve mil están enterrados aquí, muchos fueron repatriados.
Los terrenos se los donó Francia a EEUU para este cementerio.
Los terrenos se los donó Francia a EEUU para este cementerio.
Todas las tumbas están orientadas hacia el oeste, hacia su casa.
Hay un memorial semicircular donde están grabados los nombres de 1557 desaparecidos en lo que se llama El jardín de los desaparecidos. En el centro hay una estatua que representa al Espíritu de la juventud estadounidense que se levanta de las olas.
También hay una capilla circular con la inscripción “Les doy la vida eterna y nunca perecerán”.
He leído que solo hay una tumba que no pertenece a la Segunda Guerra Mundial, es la de Quentin, un hijo de Roosevelt que murió en la Primera Guerra, y fue exhumado para enterrarle junto a su hermano que sí murió en ésta.