El sábado pasado estuve en una exposición en La Casa Encendida que me gustó: "Caperucita Camina Sola. La reintroducción de la infancia en la ciudad".
Acababa de ver otra exposición que no me gustó demasiado la verdad, y ver ésta fue como un soplo de aire fresco, ligero, porque inevitablemente me hizo recordar y me transportó a cuando de pequeña yo iba sola desde casa hasta el colegio de monjas donde comencé la EGB, tendría ocho, nueve años y mi madre desde la terraza me vigilaba para que cruzara la calle. Después yo entraba en la pastelería (donde ya me conocían) me compraba mi bollo para el recreo y seguía sola toda la acera hasta el cole. Qué buenos recuerdos...
En la exposición (producida por el Centro Nacional de Educación Ambiental) decían, y es cierto en la mayoría de los casos, que los niños de hoy no van solos al colegio, con lo que en nuestros tiempos eso tenía de aventura. Ahora la ciudad, urbanísticamente hablando, con tantos coches, con aceras más pequeñas, con miles de obstáculos y peligros no invita a que los padres dejen a sus hijos solos, no les ofrece confianza.
Sin embargo, aquí se mostraba que el camino escolar es muy importante para nosotros. Es un ensayo de la autonomía infantil, un paso encaminado al crecimiento en la independencia de la persona.
La exposición se compone de 28 paneles y un vídeo. Los paneles se distinguen por la forma de abordar el tema. Una parte es un cuento para los más pequeños, un cuento de una Caperucita urbana (y "el coche feroz") que tiene que salvar dificultades para moverse ella sola por la ciudad. Y otros paneles son más para adultos y en ellos se hace un tratamiento más conceptual, más serio o adulto de la cuestión. De esta forma se consigue que la exposición sea apta para todas las edades.
A mí me gustó mucho. Me pareció muy interesante y entretenida. Es una forma de abordar el tema de las relaciones entre la ciudad y la infancia muy curiosa y atractiva de ver. Muy educativa.
Te iban mostrando cómo se podrían cambiar algunos tramos urbanos, te ponían un dibujo de cómo eran y en el siguiente te indicaban por ejemplo que en ese mismo tramo si se hicieran las aceras más grandes sería mejor para los peatones, si se pusieran más rotondas o pequeños badenes los coches se verían obligados a ir más despacio, si se colocaran bolardos en las esquinas no podrían aparcar los coches impidiendo la visibilidad de los niños... en fin sugerencias que resultaban muy adecuadas y garantizaban un cambio en el entorno que favorecía mucho la vida cotidiana de los peatones, y más cuando de niños, por la escasa estatura no tienes la misma visibilidad.
También se mostraban propuestas ambientales que han hecho en varios pueblos de España. Entre ellas estaba una que habían hecho en Granollers, cuando yo era pequeña vivía allí, donde todo el mundo había sacado sillas a la calle para sentarse, y al final habían conseguido que un tramo de la carretera que atraviesa el pueblo lo hicieran peatonal.
Pues nada. Que si teneis la oportunidad no os la perdais. Es una exposición muy rápìda de ver porque es muy pequeña pero vale la pena.
En la Casa Encendida estará hasta mañana, día 20 de mayo, en la terraza. Desde las 10 h hasta las 21.45. Y es gratuita. Ha estado también en varios pueblos, y otros lugares también de Madrid como el Retiro.
Pero como es itinerante seguro que os tropezais de nuevo con ella en cualquier sitio.
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