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viernes, 28 de julio de 2017

Escuelas Selgas de Asturias



Y ocurre que vas andando por El Pito, un pueblecito muy cerca de Cudillero, y de pronto ¡zas! te sorprende un edificio que no te esperarías en una población tan pequeña. Porque el que más y el que menos hemos estado en Cudillero, o alguien nos ha dicho que si vamos a Asturias no dejemos de ir a conocerlo. ¿No es así? Porque hay que reconocer que el precioso Cudillero, con sus casitas de colores escalonándose hacia el mar, como un anfiteatro de lujo, uno no debería perdérselo nunca.

¿Pero El Pito? El Pitu como dicen los asturianos, no te dice casi nadie que vayas a conocerlo. Y fíjate que es una pequeña localidad pegadita a Cudillero, tranquila, apacible, asturiana donde las haya con sus típicas casonas y su cielo gris, pero también donde uno de pronto se topa con un conjunto cultural que tiene más de cien años y que se merece que te pares a mirarlo despacio y que en cuánto no te vean ¡te lo traigas para Madrid!

Que es lo que yo he hecho. 

Y ahora que ya estamos en confianza, no es por "chafardear" pero mira que tenían que ser "acomodados" los Selgas, esa familia de El Pitu de principios del 1900 para hacer esa Iglesia que me hubiera encantado conocer por dentro porque desde fuera tenía muchísimo encanto, y hasta dicen que tiene una cripta panteón con el altar más antiguo de España, del siglo VIII; o ese Palacete que menudos jardines de vistosos que luce y dicen que guardan sus buenas obras de artes, y yo, qué penita, que no he podido tampoco conocer, y sobre todo o desde luego esas escuelas señoriales y monumentales que fueron tan importantes en su época y que aún funcionan y despertaron esta curiosidad mía para con todo lo que signifique educación.


De familia "acomodada" dicen los artículos. Pues a juzgar por sus obras "acomodada" sería poco. ¡Vaya  con los Selgas!

Unas escuelas que si te llaman la atención por su elegancia y su grandiosidad en el 2017 ¡qué parecerían cuando las construyeron entre los años 1914 y 1915! ¿Os imagináis cómo sería ese pueblecito entonces? Porque ahora no vale, hay que situarse cuando se construyeron.

¿Y no os imagináis cómo se llamaba este miembro de la familia Selgas que hizo posible estas monumentales escuelas? ¡Fortunato de Selgas y Albuerne (1838-1921)! no me digáis que no le viene el nombre que ni pintado... 

Pues bien, el afortunado Fortunato era el penúltimo hijo de un matrimonio acomodado de El Pito, que tuvo a bien, a muy bien diría yo, destinar parte de su fortuna en luchar contra la lacra de analfabetismo que casi era del 50% en aquellos años de principios del siglo XIX. Erudito y hombre apasionado por el arte, pensó qué podía hacer para que la cultura, en el amplio sentido de la palabra, llegara al pueblo. Y se decidió por construir un centro escolar en su aldea asturiana de origen. 

Un centro que no solo era espectacular en cuando a arquitectura sino que además daba educación a todos los niños que quisieran, independientemente de su renta familiar. Que daba los libros gratis y tenía cinemateca y comedor. Ahí es nada. Un año después, en 1916, el Rey Alfonso XIII le agradecería a Fortunato su labor en pro de la cultura. Con el tiempo las Escuelas Selgas pasaron a ser colegio público, y ahora alberga el Instituto de educación Secundaria del municipio. 



Y que yo os traigo hasta mi blog para que sepaís de su existencia, que imagino que muchos ya sabríais mejor que yo. Y de las que ya hablamos, aunque de pasada, cuando le dedicamos una entrada al tema de la educación en Asturias con motivo del Museo de la Escuela Rural de Viñón.

Se merecían esta entrada ¿verdad?Los Selgas, Fortunato y sus bienes.


sábado, 22 de julio de 2017

Museo Escuela Rural de Asturias, de Viñón (Cabranes)



“Al llegar a la escuela saludábamos al maestro, no había estufa, éramos grandes aliados del frío. Nos sentábamos en mesas de dos, la clase se componía de tres secciones: pequeños, medianos y mayores. Nos poníamos el mandilón de color verde, yo tenía el 9, éramos 50 en clase". Yo consideraba al maestro como un segundo padre, pues si algo sé, él me lo enseñó." Andrés Batalla


Hoy quería recomendaros un lugar muy especial, que he visitado recientemente y me ha causado muy buena impresión.

Me estoy refiriendo al Museo de la Escuela Rural de Asturias, que está en Viñón (Cabranes). A 7 km de Villaviciosa y a 15 de Naves. 

Estuve en este mes de julio y nos dijo el señor que nos lo enseñó que les hicieramos publicidad, y aquí estoy compartiéndolo con vosotros porque realmente merece la pena. Muy amable el señor que nos la enseñó, que no era además la persona que suele estar habitualmente. Nos dijo que era una compañera quién suele estar, pero justo esa mañana no estaba, así que le perdonáramos porque no solía hacerlo. Nada que perdonar, desde luego.

No es la primera vez que visito un Museo de estas características. Va a hacer tres años que os hablé de la Escuela Rural de Linás de Marcuendo en Huesca. Os dejo el enlace por si queréis recordarla:


Y sin desmerecer a aquella, que también me gustó mucho. Os diría que la que os traigo hoy está genial, porque es muy completa. 

En la planta baja tenemos varios paneles donde explican cómo ha evolucionado la escuela y por tanto la educación en Asturias. 

Atendiendo a la educación oficial por un lado, señalándose el año 1857 como los inicios de la educación en Asturias. Y por otro parte prestando la atención que se merecen las otras alternativas educativas que existieron en esos primeros momentos: La ayuda económica tan enorme que prestaron aquellos indianos que habian hecho fortuna en México, Cuba, o Santo Domingo y querían ayudar a su pueblo y a sus vecinos y crearon buenas escuelas, como por ejemplo las Escuelas Selgas, de las que hablaremos en otra entrada. O aquellas escuelas temporales con maestros babianos sin titulo que venían de León, de la zona de Babia, y que eran contratados para dar una educación básica impartiendo clases en los pórticos de las Iglesias o donde podían y a los cuales también alimentaban cada vez en una casa y por eso se les llamaba "catapotes".

La foto de debajo es del día de la inauguración de la escuela que visitamos. Fue en noviembre de 1908. Más de cien años y podemos ver hoy esa imagen, ya veis.  Entonces fue ideado para que fuera a un lado la clase de los niños y al otro la de las niñas. Ya os traeré fotos de otras escuelas donde claramente se ve la distinción.






  Además de toda esta información, en esta planta baja tenemos la recreación de dos clases. Según entras a la izda tienes la que sería de la época de la República, más o menos del año 1931, más rudimentaria, más pobre; y a la derecha, con muchos más detalles puesto que está más cercana en el tiempo, una recreación de la típica escuela del Franquismo, de los años cincuenta o sesenta.

Os dejo varias fotografías de la escuela, no le falta detalle: La bola del mundo, la pizarra donde nos explican cómo era uno de sus días, la estufa para calentarla, los libros, las labores, los plumieres, lo cuadernos, los libros, los babis blancos colgados cerca de la puerta. 

Nos explicaba el señor que nos la enseñaba que él había sido un alumno más en esa escuela. Y que había clase de lunes a sábado. Y que los sábados lo último que hacían era limpiar la clase entre todos. 




 
La escalera de subida a la segunda planta tiene fotos de grupos de niños que han estudiado allí. Fotos de varios años, de varias épocas.  Distintos grupos escolares para el recuerdo. Miras las fotos y ves cómo van cambiando los cortes del pelo, los vestidos e incluso el número de niños que asistían a las clases.



 En la parte de arriba de la casa estaban las viviendas del maestro y de la maestra con sus familias. También es muy curioso ver como era, con su cocina, sus mesas camillas, "la loza" y demás enseres domésticos que hoy ya ni se utilizan. También vemos fotos de algunos de los maestros que habían pasado por allí. 




Ahora a un lado de la parte de arriba de la casona está recreada como era una de estas casas del maestro, ya lo veis en las fotos.





  Y al otro lado de la parte de arriba tienen un pequeño museo de juguetes. Con un montón de ellos.


Se ven juguetes de muchas épocas. Cómo van cambiando las modas, cómo va cambiando la forma de pensar, se ve claramente en los juguetes que se tienen de cada tiempo. 

Y si ya nos fijamos en un juguete en particular, por ejemplo un triciclo, tienen los suficientes para que podamos ver la evolución de él a lo largo de bastantes años, puesto que el primero de ellos es de principios del siglo XX.

A mí me gustó especialmente el apartado en que estaban todos esos juguetes con los que yo jugué de pequeña: las batería de cacerolas de acero inoxidable, el saltador, las muñecas recortables de papel. Jo, parecía que había vuelto a uno de mis días de Reyes...





Finalmente os dejo con el exterior de este Museo. Las vistas que se ven desde las ventanas de arriba de esta escuela centenaria que ahora nos ha ayudado a dar un paseo de más de un siglo por la educación en Asturias.

Y el exterior de esta escuela. Una de esas casonas que me gustan tanto del norte pintada de azul.

Como escuela este centro dejó de funcionar en el año 1970. Cuando entró la nueva Ley de Educación. Nos dijo el señor que nos la enseñaba que se cerró este centro y muchos más del mundo rural por entonces. 

Hay que agradecer que exista a todos cuántos ha contribuido con sus recuerdos y sus cosas. También por supuesto con la documentación y con su tiempo. Personas que han pasado por ella, muchos de ellos. Han hecho un buen trabajo de recopilación y estudio, merece la pena la visita.

jueves, 2 de junio de 2016

Maria Moliner en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid



“María Moliner -para decirlo del modo más corto- hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana.” 

Gabriel García Marquez


A menudo paso por delante de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Está situada en Madrid, al lado del Museo de Ciencias Naturales, y muy cerca de la Residencia de Estudiantes en lo que se llamó la colina de los Chopos. Lo cierto es que este alto en pleno centro de Madrid tiene mucha historia.

Pero hablábamos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, porque en su biblioteca estuvo María Moliner trabajando de bibliotecaria muchos años. Nuestro blog en su colección de bibliotecas estaba pidiendo esta entrada.

A mí el diccionario de María Moliner me gusta mucho. Me parece un trabajazo el que hizo esta mujer con las palabras digno de reseñarse.  Realizó una labor ingente con las palabras, durante muchos años con disciplina y tesón. Muy encomiable.

Si os parece recordamos un poco su vida:

María Moliner nació en Paniza (Zaragoza) el 30 de marzo de 1900, al poco tiempo se trasladó la familia a Madrid. 

Los hermanos Moliner estudiaron en la Institución Libre de Enseñanza donde he leído que don Américo Castro fue quien suscitó el interés por la expresión lingüística y por la gramática en María Moliner.

Posteriormente entre 1918 y 1921, María Moliner cursó la Licenciatura de Filosofía y Letras en la universidad cesaraugustana (sección de Historia), que terminó con sobresaliente y Premio Extraordinario.
 
 En 1922 ingresó, por oposición, en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, y obtuvo como primer destino el Archivo de Simancas y posteriormente la Delegación de Hacienda de Murcia. Aquí se casa y a principios de los años treinta, la familia se traslada a Valencia.

Van naciendo sus cuatro hijos y al mismo tiempo debe destacarse la colaboración de D.ª María en la Escuela Cossío, inspirada claramente en la Institución Libre de Enseñanza como profesora de Literatura y Gramática. Prestó, asimismo, su colaboración entusiasta a las Misiones Pedagógicas de la República. María Moliner se cuidó especialmente de la organización de las bibliotecas rurales.

Al término de la guerra civil, los Moliner sufren represalias políticas. Por su parte, María es depurada y sufre la pérdida de 18 puestos en el escalafón del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios (que recuperará en 1958). 

Y ya en 1946 pasará a dirigir la biblioteca de la E. T. Superior de Ingenieros Industriales de Madrid hasta su jubilación, en 1970. 

Os adjunto fotos de la Escuela y de su biblioteca, donde hay una placa que recuerda el paso de María Moliner por ella.

Cómo os comentaba muchos días paso por la misma puerta y el otro día me decidí a entrar y buscar su rastro. Me gustaba poder dedicarle una entrada, aunque hay alguna que otra más por el blog. Fue una persona admirable.





"La lexicógrafa en la primera edición de su obra en 1966, como los términos del lenguaje gitano "fetén" o "guripa", recogidos por el Diccionario de la RAE veinte años después". 

Pilar García Moutón


El vestíbulo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales

El edificio de la Escuela (ETSI) es muy elegante

martes, 8 de septiembre de 2015

La vuelta al cole - Las ikastolas del Valle de Baztán


Elizondo (Navarra)

 En uno de éstos días, hoy, mañana, en esta semana "empieza el cole". 

Comenzamos el curso escolar. Cuando yo era pequeña me gustaba mucho cuando llegaba esta semana. Estrenar libros nuevos, la mochila, los cuadernos oliendo todavia a papel... Ver a los amigos que no había visto durante el verano. Me lo pasaba mucho mejor en el colegio y luego en el instituto que en casa. El verano se hacía largo. 

Ahora, que soy solo un poco más mayor, sigue gustándome mucho. Cuánto por hacer, por empezar, por retomar, por aprender... Lo vivo tanto o o más como comienzo que el principio de año. 

Para ilustrar esta época os traigo una colección de fotos con "ikastolas" o escuelas de Navarra, del Valle del Baztán. Qué lujo debe ser eso de aprender en esas casonas blancas y rojas tan chulas rodeadas de naturaleza, de verde, de vacas, de caballos... Cómo me gustan. 

Venga vamos a por el nuevo curso.




Elizondo (Navarra)




Amaiur (Navarra)



Azpilicueta (Navarra)

Azpilicueta (Navarra)

Arizcun (Navarra)

viernes, 26 de octubre de 2012

Visita a una guardería



En este blog nos intereresan las palabras ¿verdad? los distintos tipos de lenguaje, de palabras, por eso quería dejaros con algunas fotos de una visita que hice en mis últimas vacaciones a una guarderia en un poblado de las montañas de Tailandia. Siempre me han gustado las guarderías, ese lugar mágico donde académicamente comienza el aprendizaje del lenguaje.

Os dejo con algunas fotos de los carteles de los números, de las letras... La verdad es que poco nos contaron del lenguaje tailandés. Solo os puedo decir que parecía muy dificil aprenderlo por varias particularidades que lo hacían muy diferente al nuestro. Resumiendo muchísimo os cuento que:

No cuenta con un abecedario sino con un silabario, como también sucede con el japonés.

Sus verbos no se conjugan, no cambian, como en nuestra lengua, con la persona, el tiempo, voz, modo o número. Tampoco hay participios.

En lo que respecta a la pronunciación llama mucho la atención que tienen cinco tonos muy distintos de cada sílaba, bajo, medio, alto, ascendente y descendente, por lo que solo con subir o bajar ligeramente el tono estarías diciendo otra palabra.

Además se habla de forma distinta según el contexto social. Hay un registro coloquial o informal, que generalmente se utiliza cuando hablas con parientes, amigos, personas de confianza. Un registro elegante o formal, que sería la versión oficial y escrita del tailandés o el que hay en los periódicos. También existe un registro retórico, de uso más público para cuando se habla con un grupo más numeroso de personas. El cuarto registro es el religioso, que se utiliza en el budismo o para los monjes. Y por último está el registro de la realeza: de influencia Khmer, más restringido para digirirse a la realeza o hablar de ella. Nos decía la guía que tuvimos en Bangkok que éste último aunque se aprende, se termina por olvidar hablarlo porque cómo no se utiliza nunca... La mayoría de los tailandeses sólo saben hablar las dos primeras modalidades, aunque son capaces de entender todas los demás.
 
Y por último quería comentaros que utilizan también Khráb y Kháh al final de las frases. Estas dos partículas se añaden al final de las frases para indicar formalidad y respeto por el interlocutor. La primera se usa si eres un hombre y la segunda si eres una mujer. Ésto ya lo comenté en la primera entrada que os hice donde os comentaba que hola, sonaba algo así como "sabandihaaa" como sabandija pero aspirando la j.
 
Bueno no quiero haceros demasiado larga esta entrada.
 
Podéis ver en las fotos a los niñitos de la guardería, una fiesta claro que fuéramos nosotros de visita. Les llevamos caramelos y ellos tan contentos, ya los veis, con su botín.

















Todos los zapatos a la entrada de la guardería. Había que descalzarse para entrar.





Aquí todos despidiéndose de nosotros