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sábado, 19 de octubre de 2024

La Cerdeña de Interior: Nuoro, Orgosolo... y un perfecto día de pastores

 


 

Abrí la nevera con la ingenuidad de Caperucita y ahí dentro estaba el lobo disfrazado de salchichón, preparado para saltar sobre mis recuerdos, hacerles la zancadilla y empujarme por un precipicio de nostalgia. 

El nuevo salchichón trajo otro. Hacía solo un mes pero parecían tres. Un salchichón sabroso cortado en rodajas y acompañado de aquel queso que se deshacía en la boca, aquel crujiente pan de pueblo y el vino tinto de un almuerzo típico de pastores que hicimos cerca de Orgosolo, el pueblo de los murales. Qué chulos eran ¿verdad? Chulísimos.

Aunque eso había sido después del Museo Sardo de Nuoro donde aquella guía buenísima nos lo iba explicando todo con tanto detalle y tanta naturalidad. Daba gusto escuchar. Quédate con nosotros todo el viaje, anda, quédate. 

Pero con una sonrisa más nos llevó solo hasta el salchichón. 

Y volvió aquella bandeja de madera sobre las rodillas, podéis repetir cuántas veces queráis: el embutido, el queso, la carne, todo regado por aquel vino, una vez y otra, y ahora el melón antes del dulce. Oh, qué rico todo. Volvieron aquellos bancos corridos en pleno pinar donde nos hicimos hueco, unos a la sombra y otros al sol, volvió aquella sorpresa que supuso nuestra redención tras tanta pasta, comida y cena, comida y cena. Volvió aquel sabor a tradición, a sol, a pino, a canción. Volvieron nuestras risas espontáneas y la complicidad de un día de campo en Cerdeña, un día perfecto de viaje en Cerdeña. 

Maldito salchichón, bendito lobo. Maldita nevera, benditos los recuerdos conservados al frío que te sacan de la templada rutina.

Pura nostalgia de la Cerdeña de interior.














viernes, 27 de septiembre de 2024

Murales de Olbia

 



"Cerdeña es otra cosa. Más amplia, más normal, sin subibajas, alejándose progresivamente hacia el horizonte. Cordilleras muy normales, de cerros y parameras que se alejan, tal vez hacia un grupo de cumbres dramáticas por el suroeste. Se tiene esa clara sensación de espacio que en Italia siempre se echa en falta. Hay un espacio amable en derredor, y hay distancia en los viajes: nada esta acabado, nada es definitivo. Es como la libertad misma..."
D. H. Lawrence


Mi Cerdeña no tiene nada que ver con la del autor británico, mi Olbia no es su Terranova, separan cien años a los dos viajeros. Pero algo de mágico hubo en terminar durmiendo en Olbia varias noches por puro azar, recalar en una ciudad mucho más agradable de descubrir y pasear que la prometida, tropezar con este mural precioso con un fragmento del libro de viajes de este autor hablando de su Cerdeña, libro que yo desconocía y ahora ¿habría de leer?

Yo tengo ya mi propia isla, y nada que me cuenten cambiará el recuerdo de la Cerdeña turquesa y variable que interioricé, la que fui descubriendo faro a faro bañada por ese mar aterciopelado de mil colores que ya estoy añorando.









#cerdeña #olbia #murales #librosdeviajes

domingo, 8 de septiembre de 2024

De murales del mundo - Francia y Suiza

 



Hoy, mientras comíamos, les dijeron a mis sobrinas de volver a esquiar. Fue un retazo de conversación, uno de esos que se te cuela entre los silencios de la tuya propia. Apenas una frase. No escuché más. 

Pero ya mi caprichoso pensamiento se detuvo un segundo lo suficientemente largo en ella, como para que algo se activara, se impulsase y cogiera tal carrerilla por mi memoria que yo visualizara mi última vez en la nieve, los Alpes y aquellos alpinistas subiendo en frente de nosotros. De ahí me ha venido a la cabeza aquel mural tan precioso que había en Chamonix donde se les homenajeaba. Cuando he llegado a casa he sentido la necesidad de volver a mirarlo. Me pareció entonces tan llenito de detalles y color, tan cuidadosamente dibujado, tan bonito. 

Y ya, sin querer, he ido saltando de mural en mural, de ciudad en ciudad, Chamonix, Annecy, Lucerna, y he vuelto a Francia y a Suiza, he vuelto a viajar saltando de mural en mural.

Cuánto se descubre y se aprende viajando. Cómo se agranda y enriquece la vida. 











viernes, 12 de julio de 2024

La librería Desnivel de Madrid

 


Un poco por casualidad y otro poco porque mis domesticados pies siempre me llevan a las Cuevas de Alí Babá, mis compinches y yo recalamos en la Librería Desnivel de Madrid

Espero no ofender a nadie si digo que es una de las librerías más chulas de mi ciudad, enclavada en pleno centro del barrio de Las Letras.

A mis compinches les gusta tanto leer como a mí, de lo cual me alegro infinitamente. Aunque sus gustos guardan la ilusión por la fantasía, incluso salpicada de romance, para una más tórrido y para la otra más templado, o se inclinan irremediablemente al descubrimiento de parajes más científicos que quedan a años luz de los míos. Pero leen, qué gusto, y aún pueden aprovechar esas siestas interminables del verano, que yo recuerdo con verdadero placer, devorando libros. Y aunque sus universos literarios son otros, a los 16 y a los 19 les queda tanto por disfrutar de la compañía de un libro o de la evasión que siempre te regala, que me conmueve y alegra. 

Al resguardo de su vientre fresco forrado de páginas, disfrutaron tanto como su tía de esa Cueva de Alí Babá, que es la Desnivel, mientras fuera atizaba ya un julio inclemente. No pudimos encontrar mejor refugio. Sus tesoros a modo de enorme brújula, piolets aquí o allá, una antigua guillotina de papel o un mural precioso que la ilumina desde el fondo nos dejaron a las tres hipnotizadas. 

El mundo se ensancha, se enriquece, se vuelve promesa de nuevos horizontes dentro de esta librería mágica llena de mapas y aventuras por descubrir.

¿Y quién no quiere que su universo se ensanche?















martes, 2 de julio de 2024

Últimos murales de Madrid relacionados con la literatura

 




Como la dama presumida que es, que por más arrugas y años que cumpla, no deja de ir a la peluquería a atusarse el cabello, así Madrid no se permite salir de casa de cualquier manera y, de vez en cuando, se echa colorete en las mejillas de sus fachadas. Hace bien, no hay como la "salud de bote" para que sus vetustos edificios luzcan como nuevos.

Las dos últimas veces nos ha sorprendido con murales relacionados con la literatura, lo cual yo celebro.

Por un lado alardea de la decoración de uno de los arcos que van a dar a la Plaza Mayor homenajeando a Galdós y su querida novela, pues no muy lejos el escritor había situado la vivienda de Fortunata, y la de Jacinta un poco más allá, en la calle del Marques Viudo de Pontejos 1, dando a la famosa Plaza de las mercerías. 

Y por otro y no muy lejos, a espaldas de la Plaza Mayor, Madrid hace un par de meses se ha tatuado un enorme y chulísimo mural inspirado en la novela de la Reina Roja de Juan Gómez Jurado. Está en la calle Santiago y llama la atención por su colorido. 

Esta ciudad no se termina de descubrir nunca. Qué suerte.


sábado, 3 de febrero de 2024

Murales de Valencia

 


Ellos me ven pasar de perfil, ven de reojo que me paro, que les he visto y posan para mí.

Son los seres que viven en los murales, que disfrutan de otra vida paralela a la nuestra, que se ríen de nuestras prisas y nuestros agobios.

Ni tienen reloj, ni se despeinan. Viven en la deliciosa eternidad del instante en que los descubrimos.

En esa feliz coincidencia se vuelven tangibles, casi corpóreos, viven.

Y después, mucho después, aún siguen existiendo en nosotros, aunque ya no les contemplemos.

Asoman la nariz entre retazos de conversaciones y el google maps, sobre el sonido de las pisadas y el olor del mar, apretujados entre destinos cumplidos y el sabor de aquel arroz de la casa, que contra todo pronostico, qué rico supo.










#murales #muralesdevalencia #valenciaenenero #valencia

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Los murales de Burgos

 


Con la Catedral que tiene Burgos, que es preciosa la mires desde donde la mires y ya había visitado, y otras cuántas preciosidades más, como su Cartuja de Miraflores o su San Pedro de Cardeña, que sí pude conocer, evidentemente yo no iba a Burgos a ver sus murales.

Pero... Con los murales me pasa como con los faros que me roban la voluntad. Y si ya me entero de que los hay, ya no puedo resistir las ganas de acercarme hasta ellos y disfrutarlos. El arte urbano siempre merece un huequecito.

No tenía demasiado tiempo, y resulta que había unos cuántos, pero nos las arreglamos para meter algún que otro mural en los márgenes de esa agenda tan apretada que tenía el fin de semana. 

Y valió la pena.  

El mural de la pastelería "Los bizcochos de Carol", los de el callejón de las Brujas, o el que se pintó para conmemorar el VIII Centenario de la Catedral de Burgos. Muy diferentes entre sí pero muy elaborados, algunos con mucha simbología y otros quizá con menos, pero a todos daba gusto contemplarlos.

Porque bien chulos que son algunos de los murales de Burgos. ¿No os parece?

 


 




lunes, 19 de junio de 2023

Los lunes-viernes y los murales (Los Llanos de Aridane)

 


Los lunes nos inventábamos que eran viernes. 

Cogíamos papel y lápiz y jugábamos a la horca con la palabra "despertador". 

Después nos echábamos a la calle, estirábamos los brazos y jugábamos a ser felices moviéndolos arriba y abajo, mientras corríamos como locos por las aceras. La gente se apartaba a nuestro paso y nos miraba llevándose su índice a la sién. 

Pero a nosotros no nos importaba, porque teníamos la ilusión intacta de quién al día siguiente no tiene que madrugar.  

-¿Me ajuntais? nos preguntó un señor trajeado y zapatos brillantes.

-¡Por supuesto! -le contestamos, sin dejar de planear- Solo tienes que inventarte que hoy es viernes. 

Y el señor trajeado extendió sus brazos, empezó a moverlos arriba y abajo y echó a correr detras de nosotros.

Pronto fuimos una fila muy larga de funcionarios, barrenderos, conductores de metro, churreros... muchos soñadores, a la vez y juntos, planeando por las calles de Madrid. 

Y mientras las recorríamos, de pronto, las fachadas se iban coloreando, se iban poblando de seres increibles que salían a nuestro encuentro, que se asomaban a conocernos y nos saludaban encantados desde su pared.

Los lunes-viernes eran tan mágicos que podía ocurrir cualquier cosa.










domingo, 4 de junio de 2023

Trampantojos y Murales. La Palma

 


Siempre terminaba por llegar ese día:

el de echarnos a la calle 

el de conseguir provisiones 

salvar los días que vendrán.

 

Provisiones

para días rutinarios, días marrones.

para días agobiantes y días 

tremen

           damente iguales.

 

Nuestro cargamento era de olores 

de vientos. 

Era de sabores y tiempo.

Era de colores.