Hoy vamos a dedicar la entrada a esos letreros de la calle que nos atacan. Sí, y digo nos "atacan" con toda la intencionalidad del mundo. Porque cuando uno por el rabillo del ojo advierte ciertos errores de ortografía, se vuelve rápidamente a mirar otra vez si ha visto bien, porque te hace ¡zas! en toda la cara.
La palabra "recoger" en el diccionario de la Real Academia de la lengua tiene, ni más ni menos, que ¡24 acepciones! que ya son... Bueno pues en todas y cada una de ellas "recoger" es con "g" ¡no con j!
Ya sabemos que Juan Ramón Jiménez, nuestro autor de Moguer, todo lo escribía con j. Pero es que Juan Ramón era Juan Ramón... y tenía sus rarezas, pero es que además fue Premio Nobel de Literatura.
Y en la foto de debajo ¿qué tenemos? pues un ¡asta! de toro que también, vayamos de rojo o no, nos quiere embestir.
Es broma... pero evidentemente es otra falta de ortografía.
Porque si buscamos en el diccionario de la RAE la palabra "asta" nos dice:
asta.
5. f.
Arma ofensiva de los antiguos romanos, compuesta de hierro, astil y
regatón, que se empleaba como lanza, y también como dardo, para
arrojarla con la mano contra el enemigo.
Está claro que en éste caso ese "asta" no puede ser para indicar que hay rebajas de incluso un 60%. No hablamos de banderas, ni lanzas, ni palo alguno, ni tan siquiera como decíamos de "cuernos"...
Hablamos de un "hasta" con h.
hasta.
(Del ár. hisp. ḥattá, infl. por el lat. ad ista, hasta esto).
2. prep. U. como conjunción copulativa, con valor inclusivo, combinada con cuando o con un gerundio. Canta hasta cuando come, o comiendo. O con valor excluyente, seguida de que. Canta hasta que come.
1. expr. Expresa el enfado o irritación de quien se despide de alguien a quien no quiere volver a ver.
1. exprs. U. para indicar el límite o término de la acción expresada por el verbo principal. Correré hasta que me canse.
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De todos modos hay que decir en su defensa, que el cartel estaba en una tienda de ropa en la que todos sus dependientes son chinos... Supongo que nuestras haches les deben costar un poco. Y eso que me consta que enseguida hablan el español, he conocido algunos que apenas sabían nuestro idioma y en poquísimo tiempo ya hablaban bastante bien.
Yo, desde luego, no creo que tardara tan poco en aprender chino.
Hola, Rocío, soy Juan, de Granada: ¡mañana es el día, ya sabes!
ResponderEliminarBueno, aparte, que después de muchos años... he vuelto a contar lo que veo: a ver qué te parece esto.
www.menoknownothing.wordpress.com
Un beso. Ya veo cómo se tiene un blog en condiciones, esperemos aprender algo.