No caben en un puñado de fotos y vídeos lo que fue la tarde de aquel lunes 1 de abril.
No cabe el sentimiento de gratitud para con todos los que nos acompañaron, no cabe su silencio al escucharnos, su atención, ni por supuesto sus risas.
Tampoco cabe la complicidad con el mejor profesor del mundo, el mejor compañero de lecturas.
Gracias a María Pandora por poner a nuestra disposición sus colores, su ambiente de biblioteca y café, el mejor marco para nuestras historias y versos.
Gracias, gracias y gracias a todos por hacernos más felices.
#Café María Pandora
#Javier Díaz Gil
#Rocío Díaz Gómez
#Poesía y relatos