Mi querido Ruibal sacó un poemario que yo me pedí para mi cumple.
Sabía que con lo que me gustan sus canciones, sus poemas no me defraudarían.
Aquí os dejo alguna de sus décimas.
DEL TIEMPO AMARRADO
Sigue el pasado plomizo
robándome este precioso
instante en el que no gozo
del placer escurridizo
de este segundo de hechizo
que no volverá jamás,
ya no quiero que el atrás
me impida ver adelante,
bendigo el tiempo restante
y lo lleno de ojalás.
DE LOS VERSOS QUE TE DEBO
De los versos que te debo
ando poniéndome al día,
fue una racha de sequía...
fue por lo mucho que bebo...
Lo del alcohol fue un placebo
un desacertado intento
de curar a trago lento
las heridas de tu ausencia,
un tratado de impaciencia
que verso a verso te cuento.
DE LA MUSA
Mi desmesurada musa
se me desnuda a diario,
se demora el poemario,
mi obra magna inconclusa,
nunca le falta una excusa
para ponerse en pelotas,
y venga cuartillas rotas
y venga revolcón sin tregua;
más que mi musa es mi yegua
y dale, que trota que trota.
Otro día os traigo más décimas y más poemas de este libro.
Una cosa:
¿Sabéis lo que una DÉCIMA en poesía?
Pues la décima se compone de diez versos octosílabos con una rima consonante de la siguiente manera: abbaaccddc.
Teniendo en cuenta que cuando una palabra acaba en vocal no acentuada y la siguiente comienza en vocal, se unen formando una sola sílaba.
La décima la inventó Vicente Espinel.
Vicente Gómez Martínez Espinel (Ronda, Málaga, 28 de diciembre de 1550 - Madrid, 4 de febrero de 1624) fue un sacerdote, escritor y músico español del Siglo de Oro, autor de una novela picaresca, la Vida del escudero Marcos de Obregón (1618). A partir de sus Diversas rimas de 1591, transformó la estructura de la décima, estrofa conocida también como espinela en su homenaje. En la música se hizo famoso por dar a la guitarra su quinta cuerda, añadiendo una cuerda más aguda - llamada mi agudo o prima - a las cuatro existentes en aquel momento.