Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 2 de diciembre de 2013

Manías de los escritores.- Artículo de David González


 El otro día, por casualidad buscando información sobre otro tema, topé por internet con éste artículo que me pareció muy curioso.

Aquí os lo dejo, espero que a vosotros también.



Manías de escritor: http://www.tiempo.uc.edu.ve/tu735/paginas/6.htm


David González Torres
Juan Carlos Onetti decidió vivir postrado en su cama, en su domicilio de Madrid, leyendo novelas policíacas, fumando y bebiendo güisqui. La fotografía es de su viuda Dorotea Muhr, Dolly, quien acompañó al escritor los últimos 40 años de su vida –la mitad en Montevideo, la otra en Madrid– lo atendió cuando se radicó definitivamente en la cama y le transcribió a máquina buena parte de su obra.
Cuando se le pregunta a Ignacio Echevarría cómo, dónde y cuándo Roberto Bolaño pergeñaba sus novelas, el albacea literario del escritor chileno responde con una anécdota: escribía de noche, con sus auriculares puestos y escuchando canciones de heavy metal.

Esta afirmación manifiesta que muchos genios de la literatura suman manías para inspirarse frente a un papel en blanco, algunas más excéntricas y otras más personales. Nos adentramos así en esa trastienda íntima de un oficio, como es el de la escritura, en muchos casos desconocida por sus lectores fieles.

Recordemos, por ejemplo, que Ana María Matute, Premio Cervantes de las Letras 2010, siempre confiesa que se inventa supersticiones. Una de ellas es no mirar nunca el folio desnudo de letras, crear en soledad, corregir con lápices de colores sus manuscritos y jamás ponerse de “espaldas a una puerta”.

Menos maniática y más formal era la novelista Carmen Martín Gaite, que escribía a mano, aferrada “tercamente, como única tabla de salvación”, a la pluma estilográfica que heredó de su padre, como así aseguró en el discurso de aceptación del Premio Príncipe de Asturias de las Letras de 1988.

Sin embargo, existieron extravagancias de otros grandes escritores. Es conocido que en los últimos años de su vida Juan Carlos Onetti decidió vivir postrado en su cama, en su domicilio de Madrid, leyendo novelas policíacas, fumando y bebiendo güisqui.

“Yo escribo por ataques: a veces me paso meses y meses y no se me ocurre nada, pero siempre sé que volverá”, decía el escritor uruguayo sobre la inspiración. En la foto que ilustra este reportaje, vemos ese momento íntimo de Onetti en su cama, en una instantánea hecha por su viuda Dolly incluida en el libro Juan Carlos Onetti: ensayo iconográfico (Centro Editores, 2010).

Aunque la imagen icónica de Onetti también quedó retratada para la posteridad en las escenas de la película El dirigible, de Pablo Dotta, donde se mezclaba el argumento fílmico con fragmentos de una entrevista al autor, que nunca quiso conceder.
Más al norte de Europa, en un pequeño pueblo sueco llamado Uppsala, la escritora Asa Larsson des-vela que tiene una gran habilidad para escribir en cualquier sitio, aunque lo haga a menudo a oscuras, de madrugada cuando sus hijos no le molestan: “Creo que cuanto más rituales y manías tienes, más complicado es escribir. Mi lema es “sin excusas”. Só-lo importa el papel y el bolígrafo”, explicaba.

Son manías que muchos periodistas obviamos a la hora de retratar a los autores o de reseñar sus libros. Por ese motivo, habría que rememorar una intensa frase de Edgar Allan Poe: “Cuán interesante sería un artículo escrito por un autor que quisiera describir, paso a paso, la marcha progresiva de sus obras. Muchos prefieren dejar creer a la gente que escriben gracias a una especie de frenesí o de intuición”.

Pues bien, esas compilaciones existen ya desde hace años en librerías. Títulos como Escribir es un tic. Los métodos y las manías de los escritores (Ariel, 2008), de Francesco Piccolo; o Cuando llegan las musas (Espasa Calpe, 2009), de Ángel Esteban y Raúl Cremades, retratan esa “marcha progresiva” de la que hablaba Poe.

Piccolo, por ejemplo, rescata la obsesión de Juan Ramón Jiménez por el silencio absoluto mientras estaba componiendo sus poemas. Al Premio Nobel de Literatura 1956 le enturbiaba la agresión del ruido. Cambiaba constantemente de domicilio, incluso forró de corcho su despacho del piso madrileño donde vivía. Pero un simple canto de un grillo era suficiente para irritarle.

Al margen de lo narrado en este libro, sus allegados incluso comentan que Juan Ramón se encerraba a menudo en monasterios de clausura para    crear su obra. Necesitaba imperiosamente el silencio, comentan.

Y qué decir del precoz Truman Capote, que, desde su infancia, se iniciaba en la literatura, portando un diccionario y un pequeño lápiz para realizar sus anotaciones creativas. También Ernest Hemingway, quien garabateaba en una cafetería, cerraba al fin su cuaderno cuando le llegaban las musas y postergaba a la mañana la escritura para pasear por su adoptivo París. Luego, reescribía hasta 30 veces lo que quería narrar. En su bolsillo llevaba siempre un amuleto, una pata de conejo o una castaña.

John Cheever relata que su oficio de cuentista se trasladaba a la cocina de su casa, donde escribía en calzoncillos. Y Georges Simenon, creador del comisario Maigret, comenzaba sus novelas leyendo una guía telefónica y ahí escrutaba, leía en voz alta y seleccionaba en una lista los 30 nombres de sus posibles personajes.
El otro compendio, Cuando llegan las musas, además, nos ilustra cómo Gabriel García Márquez novela siempre en su despacho con una flor amarilla a su lado; y el también Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, trabaja rodeado de figuritas con forma de hipopótamo. O cómo Jorge Luis Borges se zambullía en su bañera para que una idea matinal se convirtiera en cuento borgesiano. Manías, supersticiones, rutinas que muchos escritores inventan para parir su literatura.

domingo, 1 de diciembre de 2013

De faros, de libros, de las derrotas...




El Faro de cualquier día


 Comienza un mes. 
Dentro de nada es invierno en el calendario. En la calle ya lo es.

Tardes de libros, con una taza de café calentita.

Tardes largas.
Nos ponemos la mano sobre los ojos para ver más allá. 
Para dejarnos guíar por la luz del faro que mejor nos ilumine, nos caliente.

Empieza un mes.
Derrota de nuestra embarcación.
Derrota de este año, esta vida.


El Faro del verano (Formentera)

Uno de los faros de nuestra ciudad: Madrid

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Quince años sin Gloria Fuertes



Este miércoles, día 27 de noviembre hace 15 años que nos falta Gloria Fuertes.

Tengo que confesar que no me suelen gustar sus poemas infantiles. Pero qué descubrimiento sus poemas para adultos. Los descubrí tarde y todos esos años que me los perdí...


Sale caro, señores, ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
−que después del trabajo da buen sueño−.
Trabajo como esclavo llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
−escribiendo me da la madrugada−.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
que nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.
 
 
 
 
 El amor, la poesía, el hipo
y la levitación
no son voluntarios.
 
 
HAGO VERSOS, SEÑORES! (Todo asusta, 1954)
Hago versos señores, hago versos,
pero no me gusta que me llamen poetisa,
me gusta el vino como a los albañiles
y tengo una asistenta que habla sola.
Este mundo resulta divertido,
pasan cosas señores que no expongo,
se dan casos, aunque nunca se dan casas
a los pobres que no pueden dar traspaso.
Sigue habiendo solteras con su perro,
sigue habiendo casados con querida
a los déspotas duros nadie les dice nada,
y leemos que hay muertos y pasamos la hoja,
y nos pisan el cuello y nadie se levanta,
y nos odia la gente y decimos: ¡la vida!
Esto pasa señores y yo debo decirlo.
 

martes, 26 de noviembre de 2013

"Dime quién soy" de Julia Navarro



El último libro que he leído ha sido “Díme quién soy” de Julia Navarro. Me ha gustado mucho.
Yo quería leerlo desde que escuché hablar de este libro en Página 2, el programa de libros que hay los domingos en la TV2. Y cuando al fin lo he hecho, no me ha defraudado en absoluto. He disfrutado mucho con los avatares de Amelia Garayoa, la protagonista. Y ahora estoy en ésos días tras terminarlo que me gustaría que aún fuera el libro muchísimo más largo que ya lo es, para poder seguir sabiendo de su vida…
Es el primer libro de esta autora que me leo y la verdad es que me sorprendido gratamente. Así que supongo que con el tiempo tendré que leerme el último de ella “Dispara yo ya estoy muerto”, pero voy a empezar con otras lecturas para cogerlo con ganas, que también tiene bastantes páginas.
Pero a lo que íbamos: “Dime quién soy”. El argumento es: Un periodista en paro, Guillermo Albi, recibe el encargo de su tía de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, una vida que todos los miembros de la familia desconocen porque abandonó a su marido y a su hijo para irse con otro hombre. Guillermo empieza a investigar y vamos de la mano de su bisabuela recorriendo todo el siglo XX…
El libro está dividido en seis capítulos cada uno con el nombre del hombre que en ese momento era importante en la vida de la protagonista. Y formalmente tiene el logro de que la historia salta en el tiempo, desde la actualidad de Guillermo investigando hasta el pasado de su bisabuela a lo largo de su historia. Y por otro lado como tiene una vida tan azarosa pues también va cambiando el lugar donde se va desarrollando la trama. Pues gracias a la historia vamos pasando por distintas ciudades: Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Londres, París, Roma, Moscú, Portugal y Berlín. Todo esto unido a que el relato está cuajado de múltiples diálogos pues el resultado es que la lectura es bastante ágil y entretenida. Además tiene ese aliciente de que vas dando un repaso histórico por los grandes acontecimientos de la historia del siglo XX: La época convulsa de antes de nuestra guerra civil, la guerra y luego se pasa a la II Guerra Mundial, la Guerra Fría, el muro de Berlín… Yo encantada de poder a repasar todos éstos temas.
En cuanto a los personajes. Como la historia es tan larga y pasan tantas aventuras hay múltiples personajes. Quizás el menos logrado para mí sea el del otro protagonista, el de Guillermo, de quién sabemos poco. Pero en cambio pienso que está muy bien reflejada la evolución en el personaje de Amelia, la verdadera protagonista, una mujer que empieza siendo bastante ingenua, que se equivoca y se equivoca pero que con el tiempo va madurando bastante. La autora creo que ha sabido reflejar bien su evolución. En lo que se refiere a los personajes masculinos que van titulando cada parte y que son muy importantes en la vida de Amelia están bastante logrados y son muy creíbles.
Por todos esos temas yo aconsejo su lectura.
Por otra parte también es cierto que quizás se le pueda atribuir a la lectura, falta de realismo en algunos detalles como que de pronto las ancianas le ayuden tanto económicamente, o demasiadas piruetas para una sola vida en cuanto a la de la protagonista. No sé, por poner un ejemplo. Quizás sí que ahí algunos lectores lo puedan tachar de falta de verosimilitud. Pero lo cierto es que a mí no me importaba tanto. A mí la lectura me resultaba tan entretenida y esos personajes me habían atrapado tanto que me lo creía todo y a disfrutar se ha dicho.
Y el final... el final está muy bien. Dónde se desvela el por qué del título. 
En fin, que a mí me ha tenido ahí presa durante todo el tiempo que he tardado en leerlo. Me ha servido muy bien para hacer un repaso histórico por todo el siglo XX, desde la II República Española hasta la caída del muro de Berlín, y además es de esos libros en los que encariñas con los personajes tanto que te los vas llevando a todas partes. Os la recomiendo.
 
Os copio un enlace al programa que os comentaba dónde escuché hablar por primera vez de esta novela: 
 


domingo, 24 de noviembre de 2013

De los nombres de los sitios... Bares de copas




Ésta foto la tomé en Zaragoza


Hace ya un tiempo que no dedicamos una entrada a nombres de tiendas.

En este caso vamos a dedicársela a nombres de bares de copas. Así nos hacemos la ilusión de que aunque quede poco ¡todavía estamos a domingo! y es fin de semana...

Espero que os gusten. A mí me parecieron originales.

En Madrid...


En Madrid


Podría ser una zapatería... Pero no, también es un bar de copas

martes, 19 de noviembre de 2013

La casa-museo de Benito Pérez Galdós en Las Palmas de Gran Canaria





Este septiembre pasado estuve en Las Palmas visitando la Casa-Museo de Benito Pérez Galdós.


Ya sabéis la afición que tenemos en este blog por las casas de los escritores. Ya hemos visitado unas cuantas. Os dejo un enlace a esa etiqueta por si queréis echarles un vistazo:


Pero cómo os iba diciendo en septiembre tuve la oportunidad de visitar la de Pérez Galdós en la calle Cano de Las Palmas de Gran Canaria. Y todavía no había tenido tiempo para comentarlo. 

Es una típica casa canaria del siglo XIX. 




El autor nació un 10 de mayo de 1843, y vivió en esta casa hasta los 19 años. Luego es su casa natal. Pero creo que es la única de este autor que se visita, aunque más tarde se trasladaría a Madrid y a Santander, donde murió. En ésta están algunos de los muebles y utensilios que tenían en estas dos casas más que os comentaba.







La casa tiene dos plantas y un par de patios centrales. El despacho y uno de los dormitorios son como los “San Quintín”, la residencia de Santander. El despacho me gustó especialmente, qué sabor más literario tenía… Se podían apreciar algunos libros de su biblioteca personal y algún que otro utensilio de lo más curioso. Y desde luego fotocopia de algunas de sus páginas escritas con todos los tachones de haber estado corrigiéndolos. Ésto a los que escribimos nos suele gustar mucho...


 
Curioso afilador de lápices ¿Verdad?
Me gustó mucho esta casa, estaba muy bien. Y por supuesto tenía algunas salas, más propias de museo, donde hablaban de su obra.



Tengo muchísimas fotos, pero ya os he dejado bastantes, no es plan de seguir colgando más de ellas. Cómo veréis por las que os he enseñado era una casa con mucho encanto, con mucho color y bastante entretenida. Además la guía era muy agradable. 

Mereció la pena la visita. Me gustó mucho.


domingo, 17 de noviembre de 2013

"La llamada" en el teatro Lara


 Pues el viernes estuve en el teatro Lara viendo "La Llamada" una comedia musical de Javier Calvo y Javier Ambrossi. Ambos son actores, los hemos visto en Física y Química o Sin tetas no hay paraíso, pero ésta es su primera obra, aunque ya habían hecho pequeñas obras para Microteatro por dinero.

Bueno pues me gustó bastante. Qué buen rato.

Lo pasé muy bien. Es una obra loca sobre la fe, el descubrimiento del amor y una invitación a seguir el propio camino. ¿El argumento? Si os digo que a la protagonista, a la adolescente que encarna Macarena García (Goya por "Blancanieves"), se le aparece Dios cantando canciones de Whitney Houston... Pues ya os he dicho bastante. Pero no es irreverente sino ingeniosa.

Lo pasamos muy entretenido, nos reímos en bastantes ocasiones y se pasó en un suspiro. Me gustó. Las actrices: Macarena García, Gracia Olayo, Andrea Ros y Belén Cuesta interpretan a dos adolescentes y dos monjas y luego Richard Collins-Moore a un Dios peculiar y ochentero. No me parecía que nadie lo hiciera mal, aunque algunos, claro, me gustaron más que otros. Aunque están todos muy en su papel. las monjas tienen unos golpes que se te meten en el bolsillo. Tanto Gracia Olayo como Belen Cuesta, que particulamente me gustó mucho. 

Canciones como ya os he dicho de Whitney Houston, de Presuntos Implicados y la banda de rock cantando en ese momento...  

Curiosa y desenfadada, loca e ingeniosa, fresca, graciosa. Desde luego no te deja indiferente, tan absurda como es, pero sales con un buen sabor de boca.


  

Horarios: viernes 22:30 h., sábados 23:00 h y domingos 20:30 horas.
Texto y dirección: Javier Ambrossi y Javier Calvo.
Reparto: Macarena García, Gracia Olayo, Belén Cuesta, Andrea Ros y Richard Collins-Moore.
Duración: 90 minutos.



viernes, 15 de noviembre de 2013

"El acantilado de tu ausencia" Relato de Rocío Díaz


Y en la entrada pasada os hablaba de mi último premio y en ésta os quería hablar del penúltimo. Porque se me ha ido pasando todo el verano y yo se lo debía a la Asociación Vecinal de Pardinyes en Lleida que consideraron en junio que el premio a la carta de amor en castellano de la 21 edición del premio literario Cartas de Desamor debía ser para mi carta titulada "El acantilado de tu ausencia".

En este certamen hay dos modalidades de premio, para una carta en catalán y otra en castellano.

Fue una lástima que yo no pudiera asistir a la entrega de premios porque justo salía de viaje. Pero quería decir que fueron muy amables conmigo, mucho. Y aún no asistiendo no tuve ningún problema para recibir no solo el premio, sino también los recortes de los periódicos, el diploma y varios libros donde se han recopilado cartas ganadoras de otros años. Quería agradecérselo especialmente a Maite Alarcón.

Ha pasado todo el verano y todavía no había colgado la carta premiada. Aquí la tenéis.




El acantilado de tu ausencia



Querido,

Otra vez te he visto esta mañana. Lo que hubiera dado por acercar mi nariz hasta ti, y llenarme de tu olor, lo que hubiera dado por pasear mi lengua por tu conocida piel, lo que hubiera dado por degustarte despacio, como tú te mereces, muy despacio.

Pero una vez más, te he rechazado. He obligado a mi mirada a volverse a otro lado, ignorando tu presencia, he escogido frutas que pretendían ser dulces, queriendo sustituirte, y hasta he intentado disfrutar con ansia de su zumo y su lisa piel, queriendo olvidar la tuya, rugosa y entrañable. Todo ello como tributo a mi firme determinación de alejarme de ti.

Verdugo y víctima soy de tu sabor. Porque tengo que confesarte, que mientras te negaba mi mirada, mi voz, mi boca, mientras mi cuerpo te negaba de esas tres formas, millones de síes mayúsculos y mudos mordían con crueldad la boca de mi estómago.

Cada mañana la batalla comienza de nuevo entre tú y yo. Me esperas, como un mártir que soportará un día más mi desplante. Me esperas, sí, a dos pasos de donde yo voy a estar, tan cerca, mi amor, que si estirara mi mano podría tocarte. Pero no sabes con qué sufrimiento me aguanto las ganas hasta de mirarte. Y tú, que pareces implorarme con tu presencia dulce y leal que te elija, quedándote el último de la fila, uniformado con tu ropa de mezclilla, tu chaqueta ocre y crujiente, sin abandonar esa postura marcial de brazos al frente. Como pidiéndome que te coja, que nos fundamos en un solo sabor, mi saliva, tu carne.

Cada mañana la batalla comienza de nuevo entre tú y yo. Tú aguantando estoicamente mi sobreactuada indiferencia. Yo sintiendo que mi estómago se contrae con ese dolor tan conocido que no es más que el acantilado de tu ausencia dentro de mí. Y vuelvo a negarte un rincón en mi vida.

Cómo decirte que aunque yo no quiera ni verte, te deseo como no he deseado otro cuerpo en toda mi vida. Cómo decirte, aunque ya mi razón haya convencido a mi corazón de que puedo vivir sin ti, aunque ya mi razón me haya convencido de que tu amor engorda mis problemas, mis curvas y adelgaza mi autoestima, como decirte que mi boca se hace agua de lágrimas cuando ese olor tan dulce, tan inconfundible por ser el tuyo,  tan pegado para siempre a mi memoria y mis entrañas, llega cada mañana hasta mí.

Y tan desesperada estoy que me muero de ganas por besar las bocas que te han besado, buscando en ellas las migas y el sabor que dejó atrás tu paso dulce.

Pero reprimiendo mis ganas de rendirme ante ti, mis ganas de escogerte sobre el mundo entero, sí, cuando me preguntan: ¿Y para acompañar el café…? me tomo mi tiempo para contestar y trago saliva. Y me escuecen en el alma mis ganas de jugar contigo y la mantequilla, me arañan por dentro lascivos instintos que te pringarían todo entero de mermelada, para después lamerte y lamerte, dejando resbalar traviesa mi lengua por cada arruga, cada hueco que hallara en ti. Sí. Trago saliva.

Y al final reúno el valor de los suicidas para contestar despacio y bien claro “Para acompañar el café, dos piezas de fruta, sí”. Y otra vez un afilado escalofrío de pérdida me atraviesa hiriéndome de muerte, sí, porque me muero de ganas de gritar: “Para acompañar al café, por favor, este enorme y crujiente cruasán a la plancha”.

Mi querido, querido cruasán.

ãRocío Díaz Gómez



 

martes, 12 de noviembre de 2013

VI Certamen de Relato Breve "Relatos con zapatos" en Arnedo



Ayer estuve en Arnedo (La Rioja) en un viaje relámpago, fui y vine en el día, a recoger un premio.
Merecía la pena el viaje ¿verdad? Estoy muy contenta y quería compartir mi alegría con vosotros:
· Rocío Díaz Gómez gana el VI Certamen de Relato Breve 'Relatos con zapatos'

Fundación Caja Rioja comunica que el cuento 'Aquella manía de atarse los zapatos', de Rocío Díaz Gómez, es el ganador del VI Certamen de Relato Breve 'Relatos con zapatos'.
El fallo se ha hecho público esta tarde y la ganadora ha recibido los 600 euros con que está dotado el premio.
Un total de 90 cuentos se presentaron a este premio, la sexta edición de un concurso que este año ha conseguido atraer a amantes de la literatura procedentes de Colombia, Argentina, Reino Unido, Holanda y España.
El jurado de esta edición ha estado formado por Ernesto Pascual, periodista de Diario La Rioja y ganador de la pasada edición, el escritor Mario Pérez, la periodista de la Fundación Caja Rioja Estela Etayo, la responsable del Área de Cultura de la Fundación Caja Rioja, Carmen Fernández, y el director general de la Fundación Caja Rioja, Arturo Colina.
Este certamen de relato breve es una de las actividades impulsadas por la Fundación Caja Rioja para promover la Literatura, y se suma a las organizadas por el Área de Cultura de la entidad, organizadora de certámenes como el Premio Logroño de Novela.

El cuento ganador puede leerse aquí:
http://www.fundacion-cajarioja.es/images/pdf/ganador2013.pdf
(11/11/13)
Espero que os guste…
 Os dejo con algunos enlaces dónde ha salido la noticia:

 Es muy agradable siempre viajar, pero cuando además es por una razón cómo ésta... es una maravilla.


domingo, 10 de noviembre de 2013

La senda de los Poetas en la Sierra de Madrid



Receta literaria para un sábado de otoño

Ingredientes:

- Un sábado soleado de noviembre con el cielo muy azul.
- Unos buenos compañeros de ruta.
- Un destino literario: El Mirador de los Poetas en el valle de la Fuenfría.

No tiene mucha dificultad y os chupareis los dedos con esta receta. Es sencilla porque el terreno es cómodo. Ya veréis.



 Se puede empezar en Cercedilla, en Las Dehesas, y partir de ahí se va haciendo solo el guiso únicamente con caminar y charlar. Se trata de disfrutar de la mañana otoñal y la conversación. Aunque si lo quieres más sabroso se puede ir espolvoreándolo de contenido literario, a paradas cortas a la sombra, regadas con una bota de vino y algún tentempié.


Se pasarán un par de arroyos, se disfrutará de los colores de la vegetación, de los acebos, y casi sin darte cuenta te habrá quedado un guiso bien bueno. El colofón lo pondrán los indicadores de los miradores de Luis Rosales -al que se llega por una senda donde se pueden ir leyendo poemas del propio Rosales, Machado, García Nieto y Panero y desde donde disfrutarás de una preciosa panorámica con los Siete Picos, la Maliciosa y la Cuerda de las Cabrillas- y el mirador de Vicente Aleixandre sobre un grupo de peñas.

Os invito a que degusteis el plato en la pradera de Navarrulaque.

No dejéis de invitar a vuestros amigos a la senda de los Poetas.