Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

sábado, 4 de enero de 2020

Las Luces del Botánico. Enero 2020



Te llamas Rocío y te gusta la navidad.

Entonas un mea culpa y pides perdón.

Pero qué le vas a hacer... Te gusta ver a toda tu familia reunida a la mesa y a tus grupos de amigos, juntos una vez más, con esa excusa; te gusta compartir décimos de lotería y las luces de navidad; te gustan los planes navideños y los regalos; te encanta el roscón.

Te gusta tanto la Navidad, que nada más terminar te da incluso un poco de bajón inconfesable. 

Por eso cuando sabes de algún plan navideño que no conoces, porque es nuevo o no has ido nunca, te apuntas sin pensarlo.

Y eso te ocurrió con el de "Las luces del Botánico" de este año en Madrid.

El Real Jardín Botánico se ha vestido de navidad como ya se ha hecho otros años en jardines de otras tantas capitales europeas como Londres o Berlín.

Y tú ves eso, y te apetece la idea, y te coges las entradas con muchísimo tiempo que ya se sabe que en Madrid... van a volar. Y volaron. Pero tú ya tenías el botín a buen recaudo desde noviembre.

Y cuando al fín llegó el día, te abrigaste bien que esa noche en Madrid pintaba "pelona", y para allá que te fuiste con la ilusión intacta y la punta de la nariz colorada por el frío.

Y lo de siempre en Madrid, la gente y las colas. Pero hasta tuviste suerte porque os dejaron entrar antes de tiempo. 

Y venga, vamos, deprisa, que hay mucho por ver.

Pero hacía frío, y tenías frío. Y te gustan las luces de navidad, te gusta la música de fondo de navidad y los árboles iluminados de colores. Te gusta ese paseo nocturno por ese Parque donde vas descubriendo un mundo de laberintos de luces que quiere ser mágico. 

Y es cierto, a medida que vas caminando por ese circuito improvisado va estando más logrado, y aparecen puertas e imagenes goyescas, aparecen árboles y bolas enormes de navidad, aparecen pasillos enteramente iluminados y rotondas de corazones, aparecen hasta unicornios. 

Y está bien, es bonito. Y muy navideño sí. 

Pero... algo te faltó. Porque te pareció corto. Y algo caro para lo que luego es.


Algo te faltó. Quizá... quizá llevabas las expectativas tan altas como esas luces.













#Las luces del Botánico
#Madrid
#Navidad

jueves, 2 de enero de 2020

El Circo Price en Navidad



No hay nada como comenzar el año compartiendo un viaje en tren con unos pasajeros de excepción.

Para ello tienes que acercarte a una estación diferente, que habita un buho, y a donde llega un vagón cargado de ilusión.

La música y los acróbatas, las maletas y la imaginación, la magia del circo y la de la navidad coinciden y empastan a la perfección en el legendario y acogedor Circo Price de Madrid.

Es 1 de enero, nos queda un largo año por delante, vamos a empezarlo soñando y disfrutando de los colores y de la belleza que el Price nos regala.

 Un acierto.














 

 




#Circo Price
#Navidad


lunes, 30 de diciembre de 2019

Comenzamos los años 20. De la palabra década y decenio.



Ainnnsss jasmíos que se nos termina 2019 en ná, que ya estamos a día 30 y casi casi en el 31, alhajas, a puntito de saltar a los locos años 20 de este siglo. Y ¡yo con estos pelos! 

Ay dremiadelamorhermoso que se nos ha echao encima y sin decir ni mú nos hemos puesto en la Nochevieja. Y los brillisbrillis sin preparar. Que digo sin preparar, sin comprar siquiera ¿Será posible? ¿Y que me pongo yo mañana para brindar?

Y andaos con ojo alhajitas y nada de decir que empezamos década. Nonono, de eso nada monada.

Comenzamos decenio, eso sí. En un suponer que querais mismamente referiros a los próximos diez años, decenio sí.

Pero eso de que empezamos "década" nooooo, jasmíos noooo.

Que yo lo sé de muy buena tinta, que me lo ha "soplao" el Diccionario panhispánico de dudas:

2. En cuanto a las diez décadas de cada siglo, cada una de ellas comienza en un año acabado en 1 y termina en un año acabado en 0; así, la primera década del siglo xx es la que va de 1901 a 1910; la segunda, de 1911 a 1920; la tercera, de 1921 a 1930, etc.

Así que queridos míos, tranquilidad que nos falta un año para empezar la década, la comenzaremos en en el año 2021.  Que está ahí mismo. Ya lo veréis. En ná Semana Santa, nos vamos a veranear, volvemos y "los brillis brillis" otra vez.

Ainssss esta vida es un tango, y el que no sabe bailarlo... Ya veis a los de arriba, a los de la foto, ay, qué almas de cántaro.

Bueeeeno, que aquí dándo a la húmeda, ¡con lo que yo tengo aún por hacer! Y que si no nos hablamos mañana que ¡Feliz entrada y salida! 

¡Salaos que sois unos salaos!

Y no olvideis lo de la década. Que no seais impacientes, que aún no. 

Enga pues eso... Que ¡Feliz año alhajas!








#Lenguaje
#Década
#Palabras


domingo, 29 de diciembre de 2019

De la palabra "Turrón"




La Navidad es tiempo de tradiciones.

Y entre ellas, una de las que más perdura, es comer el turrón. 


Pues resulta que no se sabe muy bien de donde viene la palabra "turrón".

Unos dicen que viene de la palabra "Turrar", o lo que os lo mismo "tostar", que a su vez vendría del latín "torrere"que sería secarse al sol. 

Otros que viene de la palabra latina "terra" por masa compacta, conglomerada.

Hay quién lo explica como una derivación del catalán "terró" o terrón, que también vendría de la anterior palabra latina "terra".

En fin, que hay tantas etimologías como sabores del turrón hay, pero siempre con el punto en común de asociarlo con "torrar, torre, terrón, torrere (palabra latina) e incluso de turún (Palabra árabe. No sería descabellado por su parecido con sus dulces hechos con miel, pensar que lo hubieramos heredado de los árabes. Una vez en España habría ido hasta Italia o Francia por mar.).


El caso es que, aunque no sepamos exactamente de dónde viene, ya encontramos la primera mención en castellano de turrón en el ARTE CISORIA, un tratado de cocina de carácter didáctico escrito por el erudito Enrique de Villena, apodado “el Astrólogo”, en 1423: "Demás desto, turrones, nuégados, obleas, letuarios e tales cosas que la curiosidad de los príncipes e engenio de los epicurios halló e introdujo en uso de las gentes".

La primera receta de turrón, en cambio, no aparece escrita hasta una fecha posterior entre 1475 y 1525, en el libro anónimo MANUAL DE MUGERES EN EL QUAL SE CONTIENEN MUCHAS Y DIVERSAS REÇEUTAS MUY BUENAS. en el año 1745.



¿Y por qué lo consumimos en Navidad? Pues tampoco se sabe a ciencia cierta. La opinión más extendida es que como sus ingredientes son caros, la miel y las almendras, pues se reservaba a ocasiones muy especiales, como podría ser la Navidad. 

Como vemos hay muchos interrogantes alrededor del turrón.


Así que la curiosidad no la vamos a poder satisfacer del todo. Así que lo mejor es que, tras este inciso, nosotros a seguir dándole al turrón, que es lo que toca.



#Etimología
#Turrón
#Navidad
#Palabras

Fuentes:
Centro Virtual Cervantes
Etimologías de Chile
Blog de Lengua
Blog de Fernando Quesada

martes, 24 de diciembre de 2019

Feliz Navidad. "María" Relato de Rocío Díaz Gómez



Amigos del blog:

Feliz Navidad 2019

No se me ocurre felicitación más apropiada que regalaros esta carta de amor que me han premiado este año 2019 con el primer premio en el Certamen de Cartas de Amor de Covibar, en Rivas Vaciamadrid.

Deseo que disfruteis mucho de estos días navideños y que toda la paz del mundo esté dentro y fuera de vosotros.

Gracias por estar aquí.




María

Rocío Díaz

Querida María:


Te confieso que nunca soy más feliz que mediado el mes de enero, cuando ya definitivamente se dan por concluidos estos días de ajetreo y empacho, y nos quedamos solitos otra vez los de casa, los de la familia.  

Dirás que a medida que pasan los años me estoy volviendo más cascarrabias, y no te lo voy a discutir. Dirás también que me estoy volviendo más insociable, y mira si estaré contento, tacha que te tacha días en el recién estrenado calendario, que tampoco te lo voy a discutir. Porque seguramente tendrás razón, como la tienes siempre. Ya sabes que yo nunca fui tan bueno como lo eres y has sido tú. Bendita tú, bendita mía.

Yo estoy hecho de otra pasta, bien lo sabes. Y por más que pasen los años, nunca voy a entender este despliegue de luces de colores brillantes, ni recargadas guirnaldas. Pobres ojos nuestros, que sería de ellos de ser ciertos, las pupilas dilatadas y llorosos estarían con tanta luz, ahora roja, ahora verde, ahora parpadea, ahora no, a las que estamos tan desacostumbrados. 

Y por más que nieve sobre nosotros una navidad tras otra tampoco veo el sentido a colgar de los abetos, quiera Dios que sean artificiales y no naturales, tanta bola y tanto adornito engalanado de purpurina. Pobres árboles. Como ya no soporto, de veras que no soporto, el soniquete de los villancicos. Que vale, que sí, que al menos éstos tienen casi tantos años como nosotros, aunque sabes tan bien como yo, que en su origen no eran canciones de Navidad, sino que los eclesiásticos del momento aprovecharon los ritmos pegadizos de las canciones rurales de entonces, así como que fueran archiconocidas por todos, para divulgar con ellas su evangelio. Entiéndeme, que no me parece mal María, si fue para que la gente olvidara por unos días sus rencillas y cantaran codo a codo y en fraternidad. Pero es que son tan machaconas las melodías de los villancicos, pero tan machaconas, que me ponen un dolor de cabeza que parece que voy a estallar, acostumbrados como estamos a nuestros días silenciosos.

Ay María, si no fuera porque tú sigues a mi lado, yo de verdad que hay días de estas fechas que aprovecharía que Dios está contento y le tenemos cerca, para pedirle el milagro de hacerme desaparecer. Este tiempo me agota, que ya tengo una pila de años aunque por esas cosas de la Biblia la barba no se me ponga canosa jamás. Además son demasiadas horas a la intemperie, y estoy todo el santo día entelerido porque de noche apagan la calefacción y aquí nos dejan a los tres, aquí quedamos a punto de convertirnos en carámbanos, muy navideños sí, pero carámbanos al fin y al cabo. Son demasiadas horas también seguidas de pie derecho, por mucho que tenga el cayado para apoyarme. Se me duerme una pierna, y luego la otra, y con tanto querer despertarlas sin perder pie, un día voy a terminar cayéndome de bruces, rompiéndome en mil pedazos. Y mira si me rompo yo María, pues tal día hizo un año y ten por seguro que no tardarían en encontrarme repuesto, pero pensar que en la caída pudiera dañaros a ti o al crío, eso nunca me lo perdonaría, jamás de los jamases. 

Porque yo María si soy alguien es porque sigues a mi lado. Bien lo sé. Y el hombre más feliz que habita en esta tierra soy de tenerte y saberte cerca. Sueño con el momento, cada vez más cercano, en que nos devuelvan a la añorada penumbra de nuestra apretada caja. Allí juntitos los tres, cobijados otro año entero, arropados bajo el plástico de bolas con las que el crío se entretiene tanto mientras nosotros estamos a nuestras conversaciones, a nuestras cosas, las religiosas y las otras. 

Yo María si soy alguien es porque tú existes, con tu dulzura y tu bondad. Y déjame que te lo susurre en voz baja una vez más. Nunca le agradeceré lo bastante a Dios que te enviara conmigo, un carpintero cualquiera. Pero sobre todo nunca te agradeceré a ti que te quedaras conmigo, pobre mortal,  por los siglos de los siglos.

Bendita tú, Bendita María,
Tu José.





#Relatos Rocío Díaz
#Cartas de amor



domingo, 22 de diciembre de 2019

"Solsticio" de invierno. 22 de Diciembre de 2019. Etimología





Me gustaba contarte que hoy, 22 de diciembre, había sido el día más corto del año.

Hoy, 22 de diciembre de 2019, te contaba también, ha sido el solsticio de invierno. Ha empezado este invierno que nos durará hasta el 20 de marzo.


Pero cómo lo que realmente nos unían eran las palabras, después me gustaba que nos detuviéramos en ellas, y te contaba de dónde nos habían llegado. Hoy entraba el invierno en nuestras vidas, pero ¿De dónde nos llegó la palabra "invierno"? ¿Y la palabra "solsticio"?

La palabra invierno viene del español antiguo ivierno, y éste del latín vulgar: hibernus y este de hiems, literalmente la "estación del invierno"´.

La explicación que solemos encontrar a que se perdiera la h y b en la palabra invierno, es porque evolucionó a partir del latín vulgar, el del vulgo, del pueblo, que prescindió de la ortografía y solo atendía a la fonética.
 
La palabra solsticio viene del latín, de solstitium, sol estático, el sol parece detenerse.



La órbita de la Tierra no es exactamente circular, sino ovalada o elíptica. 
Tiene dos ejes, uno mayor y otro menor, de tal manera que dos veces al año la Tierra pasa por los extremos del eje mayor, y otras dos veces por los del eje menor. 
El punto de la órbita de la Tierra que coincide con uno de los extremos del eje mayor recibe el nombre de solsticio
La tierra está más inclinada con respecto al sol y recibe menos luz.

 

En las culturas romanas y celtas se celebraban festivales en torno a esta fecha; celebraban el regreso del sol, vencía el sol sobre las tinieblas, pues a partir de hoy los días serán más largos.

La cultura cristiana situó en el 25 de diciembre, una fecha muy cercana, esta celebración, con la celebración de la Navidad, la celebración de la llegada de la luz y la esperanza en el mundo. 


Me gustaba cuando después de yo contarte estas cosas, se obraba el milagro de tus gestos. 
Sentir ese gesto de meter tu manita en la mía, para animarme a que caminando yo siguiera contándote cosas, mientras tu sonrisa me calentaba por dentro en el día más corto del año.



#Etimología
#Solsticio
#Invierno

viernes, 20 de diciembre de 2019

Murales de Lima 1


La Lima con cielo de panza de burro se volvía de colores en sus paredes. 

Y daba gusto verla desplegarse distinta en sus tapias y muros, en sus edificios y esquinas. 

Los murales de aquella ciudad con mar que caminabas, te saludaban al paso,
y la redescubrías en ellos con más alegría, más color, más vida.


A punto de llegar nuestro invierno, qué fácil escaparse, gracias a estos muros, a una Lima de septiembre parecida a este Madrid bajo cuya capota gris vivimos y nos mojamos.

A punto de llegar nuestro invierno,
qué fácil recordarla, 
qué fácil volver a disfrutarla,
contemplando de nuevo sus vistosos murales.