Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 30 de septiembre de 2019

El faro de Miraflores en Lima


Tu océano no es tan Pacífico como dicen. 
Y a la leyenda que te envuelve,
                  de que te fabricó el famoso Eiffel,
no la avala ningún papel. 

Pero qué bien luces envuelto en el gris de la garúa
la garúa rociando, con diminutas gotas, tu piel de hierro. 

Allá tenías una plaza bien cuidada que te rodeaba,
y una permanente exposición sobre otros compañeros ilustrándote. 
Tenías el uniforme reluciente y una posición privilegiada en lo alto del acantilado;
la suerte de ser mimado, y
el carisma de quién se sabe especial. 

Por eso te dejaste fotografiar desde todos los ángulos, ofreciendo siempre tu mejor perfil.
Por eso te dejaste cazar sin apenas ofrecer resistencia ni cuidado.

Ahora, aquí, ya quieres que sepan de tu singularidad,
y andas dejándote llamar "el limeño" por los demás faros de la colección.

Ay.
Te doy un mes para que empieces a añorar
tu océano, tu leyenda y tu acantilado,
tu plaza, tu ciudad, y tu clima gris
ay, tan húmedo.
 

No pases cuidado, aquí queremos tanto, mucho, a los faros,
que estarás bien.

No dejaremos que la nostalgia,
la implacable nostalgia con olor a mar y rasgos indígenas,
te ablande tu metálico corazón.






#Faros
#Lima
#Miraflores (Lima)

viernes, 27 de septiembre de 2019

El Parque del Amor de Miraflores, en Lima



Cuando vuelvas a Lima, regálame otra mañana gris en lo alto del Malecón de Miraflores, en el Parque del Amor. 

"Si no tuviera nombre, me gustaría aún más este lugar" dijiste la primera vez.

"¿Y cómo se iba a llamar con una escultura tan amorosa presidiéndolo?" contesté yo, con una sonrisa, señalándote a los amantes, que recostados y besándose, se eternizaban en el centro del parque. 

 "Pues por eso mismo... No es más que una redundancia" dijiste con esa manía tuya por las palabras y el lenguaje. "¿Crees que hacía falta...?" concluíste sin esperar respuesta, mientras acariciabas con las yemas de tus dedos las teselas de sus muros. 

Eran lo que más te gustaba de aquel parque, sus pequeños muros ondulantes de teselas de alegres colores, un derroche de naranjas, blancos y azules, adornados con frases románticas de escritores famosos invitando a la inspiración y a quién sabe qué.



Cuando vuelvas a Lima, regálame otra mañana gris en lo alto del Malecón de Miraflores, en el Parque del Amor. 

Tanto como a ti te gustaban sus muros, a mí me gustaba pasearlo contigo bajo la brisa del Pacífico. Contigo que disfrutabas recitando en voz alta los versos atrapados para siempre en sus teselas. Contigo que después me acompañabas hasta el faro sin prisas ni promesas. 

Cuando vuelvas a Lima, acuérdate de mí y aquel primer amanecer gris, 
acuérdate de esta historia que, mientras la empapaba la garúa, esa menuda lluvia limeña, no pudo hacer más que comenzar.








Te desvisto como quien pela una fruta
Jorge Díaz Herrera

Somos un poco la sombra de lo que fuimos
Oscar Valdivia 


Amor es solo un pájaro que deambula
Rocío Romina Bances

Canta Amor desnúdate
Rodolfo Hinostroza
 

Tu estas por encima del infinito mar
Augusto Tamayo Vargas
 

Estupendo amor amar el mar
Jorge Eduardo Eielson


Me quemo para no ver el sitio vacío de tu cuerpo
Washington Delgado


...

#Parquedelamor
#Miraflores(Lima)

lunes, 23 de septiembre de 2019

"El último akelarre" de Ibon Martín




Aquelarre, palabra formada a partir del vascuence akelarre 'prado donde pasta el cabrón o macho cabrío', compuesta por aker 'macho cabrío' y larre 'prado'. 



Pues me terminé de leer "El último akelarre" de Ibón Martín. Y muy entretenido.

Ya me había leído el primero de esta saga que tiene como protagonista a la escritora Leire Altuna, "El faro del silencio". Y había topado con algunas críticas del segundo, entonces me pasé al tercero directamente. Estas cosas que una hace a veces... Pero bueno he recapacitado y creo que me tendré que leer el segundo en algún momento, y el cuarto desde luego.

En este caso la acción, espacialmente, se desarrolla entre Bilbao y Zugarramurdi.  Y temporalmente vamos a estar saltando en la novela entre el siglo XVII y el año 2015. Así que el ritmo de la novela es muy ágil. Que vayan paralelas las dos tramas y se nos obligue al leer a ir cambiando de una otra imprime al texto una buena dosis de dinamismo.

Eso unido a la cantidad de giros que el autor sabe ir imponiendo a la trama hace que se haga una novela fácil de leer y que te la bebes.

La estructura de la novela son 63 capítulos muy cortos encabezados todos por una fecha, con lo cual te sitúas rápidamente en el tiempo en que estás.

La novela comienza en Bilbao durante la noche que se celebra una regata famosa, la Nocturna de Bilbao, en la que Leire Altuna, una famosa escritora de género negro y nuestra protagonista, participa. Lo que va a ocurrir es que de pronto llamará la atención de todo el mundo un fuego en lo alto de una chimenea en el parque Etxebarria. Y lo peor de todo es que proviene de un ser humano que se está quemando.

Leire, se acercará hasta ese lugar donde se encontrará con Ana Cestero, una joven ertzaina con la que ya trabajó en anteriores casos.

Éste es el comienzo del argumento con el que parte la primera de las tramas de la novela. 

La segunda trama se desarrollará en el año 1609 en Zugarramurdi, donde conoceremos la historia de María, una joven que se dedica al cuidado del ganado y al oficio de partera. Conoceremos como, a partir del nacimiento de un niño muerto, será acusada por la Santa Inquisición de brujería. Y el Santo Oficio no solo la acusará a ella, sino a un tercio de la población de aquella zona. 

"Invierno de 1610
María se sentía aturdida, desorientada. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Horas, días, semanas? Lo último que recordaba era la sensación de agonía, el ardor en el pecho y el agua colándose por su nariz en plena tortura. Aquel barreño infame en medio de la sala de interrogatorios le había brindado las sensaciones más escalofríantes de su vida. Todavía reverberaban en su cabeza las preguntas del inquisidor. ¿Confiesas que adoras al demonio? ¿Cuántas veces has yacido con el maligno? ¿Cuántos hijos diabólicos le has dado ya? ¿Cuántos bebés has matado? ¿Cuántos bebés...? esta era sin duda la más dolorosa. Ella ayudaba a los niños a llegar al mundo, no los mataba. Por más que lo aseguró, el verdugo no tuvo piedad. Una y otra vez su cabeza era introducida con saña en el agua gélida. Cada vez más tiempo, cada vez con menos segundos para recuperar el resuello. ..."


Esta segunda trama está basada en los hechos reales que ocurrieron en Zugarramurdi y aledaños en esa época. 

Y a seguir leyendo se ha dicho. 

El estilo de este autor es sencillo, con un buen manejo en la dosis de la intriga y los giros en la narración, que hacen que la atención de los lectores no decaiga. Domina la técnica.

Lo único que me ha chirríado un poco, es que creo que hay un abuso de frases hechas. Y no formando parte del lenguaje de un personaje, que no estaría mal porque lo caracterizaría. En este caso se trata de un abuso tanto en el narrador como en algunos diálogos sin distinguir quién las dice. Aunque por otra parte, al mismo tiempo se ve que hay un lenguaje muy rico, así que no es por falta de vocabulario, yo creo que simplemente ha faltado algún repaso en este tema a alguna parte de la novela.

Pero salvo por ese detalle, me ha parecido una novela muy entretenida, donde se han manejado muy bien los ingredientes de la novela negra, como decíamos, la intriga y los giros. Novela negra de la nuestra que merece la pena. 

Por otra parte la ambientación está muy lograda, como he comentado ya en otra entrada, yo conocía ya Zugarramurdi, pero me parecía que estaba allí de nuevo. Muy bien la ambientación.

Novela negra, de "la nuestra", recomendable.


#IbonMartin
#Elúltimoakelarre


viernes, 20 de septiembre de 2019

Museo del Vasa en Estocolmo



Tras 333 años bajo el mar se consiguió rescatar a aquel barco.
Era el año 1961.

El buque de vela, el Vasa, se hundió el primer día que salió a la mar.
Era el siglo XVII.
Era el 10 de agosto de 1628.
Era Estocolmo.

El Vasa es la nave del siglo XVII mejor conservada del mundo.
A su alrededor se construyó el Museo que lo guarda.
Y ahora lo podemos contemplar tal como era, porque un 98 por cientos de sus piezas son originales.

Si pasáis por Estocolmo, acordaos del Vasa.








#MuseoVasa
#Estocolmo






martes, 17 de septiembre de 2019

"Coche de punto", otro punto más. Y "El Madriles"


Coche «de punto» con su correspondiente cochero a la espera de clientes, Madrid, 1920. Foto: Alfonso Sánchez Portela.


Hace ya muchos años que yo supe del punto. 
De los dos puntos y el punto y seguido. Del punto y coma, y el punto y aparte.

Pero no me hablaron del "Coche de punto".

El "coche de punto" se empezó a utilizar en Madrid a mediados del siglo XIX. Se les llamaba de este modo porque podían ser alquilados en puntos determinados de la ciudad. Se alquilaban en algunas plazas o calles que todos conocían y a los que acudían a por ellos.

Se dice que había hasta 50 puntos diferentes donde se podían tomar. Y con ellos se empezó a cobrar una cantidad fija por carrera. Se quería favorecer con ellos la comodidad.


Así que ya sabéis que había otro "punto" más, el del coche.

Y ahora, para terminar, dejadme que os copie la historia de "El Madriles", un personaje que tenía su parada habitual en Cibeles y de quién dicen que fue el último cochero que circuló por Madrid.




Esta es la historia del último cochero que circuló por las calles madrileñas y del que la posteridad no ha conservado su nombre pero sí su mote: «El Madriles»; dicho término tiene que ver con lo relativo a la idiosincrasia, a la esencia y al carácter de los habitantes de esta bella y acogedora capital de España.
El caso es que fue un personaje castizo y pintoresco que bien podía haber salido de una zarzuela al estilo del Julián de La verbena de la Paloma. Nació en «Los Madriles», claro está, pongamos que hacia principios del siglo XX, ya fuera un poco antes o un poco después. Ataviado con gorrita de visera, pañuelo blanco de seda al cuello y pitillo de liar, era un hombrecillo de baja estatura, parco en palabras pero con sobrados dotes para la picaresca; en definitiva, un tipo auténtico. Le venía al «Madriles» el oficio de familia pues un tío suyo había tenido coches de caballos. Trabajó desde los quince años como cochero y estuvo durante dos décadas en Barcelona ejerciendo aquella vieja ocupación. 
De vuelta en Madrid, tuvo su parada habitual en la plaza de la diosa Cibeles, que le aventajaba por pocos puntos como poseedora del título de icono madrileñista fetén. Como no podía ser de otra manera, vivía el cochero en el segundo piso del número 84 de la calle de Mesón de Paredes, en una de aquellas corralas típicas. Allí lo visitó el escritor César González-Ruano que enseguida equiparó ese entorno con el mundo barojiano de La busca. De él dejó escrito en uno de sus brillantes libros, una conversación acontecida en 1955: «(...) «El Madriles» es barroco y mete de cuando en cuando, en su madrileño que es casi argot, timitos castizales». Nos situamos a mediados de los cincuenta y, al parecer, quedaban en Madrid solamente dos cocheros, Melitón y él, hecho que los convertía en dos tipos anacrónicos. Sin saber la edad de ninguno de los dos, Melitón era bastante mayor que «El Madriles», que entonces aseguraba socarrón, tener «un año más que el tabaco».




En el diccionario de la Real Academia de la Lengua
coche1.
(Del húngaro kocsi, carruaje).
1. m. Vehículo automóvil de tamaño pequeño o mediano, destinado al transporte de personas y con capacidad no superior a nueve plazas.
2. m. Carruaje de cuatro ruedas de tracción animal, con una caja, dentro de la cual hay asiento para dos o más personas.
3. m. Vagón del tren o del metro.

de plaza, o ~ de punto.
1. m. p. us. coche matriculado y numerado con destino al servicio público por alquiler y que tiene un punto fijo de parada en plaza o calle.

viernes, 13 de septiembre de 2019

Murales en Denia



La palabra Mural deriva del latín. Y está compuesta por la suma de la palabra latina "Murus" y el sufijo "Al", que significa relativo a. 

En este blog tenemos muchas colecciones ligadas al arte. Y una de ellas es nuestra colección de Murales. 

Este verano nos hemos hecho con varios cromos nuevos para nuestra "cole". Entre ellos estos tres ejemplares de Denia. 

Lo cierto es que ellos querían pasar desapercibidos. Algunos se moreneaban bajo un sol impenitente. Otros estaban al resguardo de la sombra de algunos edificios amigos en una calle estrecha. 

No les valió de nada su vocación anónima, ni a los que languidecían al sol como lagartos, ni a los que querían mimetizarse como camaleones.

No sabían que nos gustan demasiado los murales.



#Denia
#Murales







martes, 10 de septiembre de 2019

Biblioteca Pública de Estocolmo



¿Quedamos en una biblioteca redonda?
¿Redonda?
Sí, sí redonda y preciosa.

Y allí que nos fuimos, porque una biblioteca redonda no es cualquier cosa.  Y hasta Estocolmo que fuimos para quedar. Para disfrutar de otra biblioteca distinta, maravillosa. 

Y seguramente muchos de los que visitarán Estocolmo, ni la verán. Primero porque no todo el mundo cuando viaja se dedica a ver las bibliotecas. No nos vamos a engañar. Y segundo, porque te tienes que caminar toda la calle principal que atraviesa la parte vieja Ganla Stand, después toda la zona comercial, y seguir subiendo hasta el Planetario, y a su derecha darás con ella.  

Situada entre las calles Odengatan y Sveavägen, se comenzó a diseñar en el año 1918, a construir en el año 1924 y se terminó en 1928. El arquitecto Erik Gunnar Asplund fue el artífice de que hoy esté en pie. Se inspiró en el tiempo que había pasado en EEUU, y sabía que quería un edificio cilíndrico donde primara la sencillez, que fuera muy funcional y donde la luz fuera cenital. 

Ahora cuando entramos, nos encontramos con una sala principal redonda, muy espaciosa e iluminada donde de pronto te encuentras rodeado de libros, todos a tu alcance. Alrededor de esta sala, hay otras salas de lectura, el archivo y la sala internacional. 

Fue la primera biblioteca en Estocolmo con las estanterías abiertas, donde cualquiera puede coger un libro sin necesidad de que te lo de el bibliotecario. 

Además la biblioteca está situada en un barrio donde hay un parque pegado a ella, y muy cerca otros importantes centros dedicados a la educación, como el Instituto Técnico o la Universidad.

Si os gustan los libros y vais a Estocolmo, no dejéis de visitarla. 
De verdad que merece mucho la pena.

Palabra de biblioadicta.




https://biblioteket.stockholm.se/en