Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 12 de agosto de 2016

Verano, arte callejero y la palabra "noray"


Es verano. 

El arte de las calles nos lleva hasta el agua. Más exactamente hasta los nórais. Y las fotos las hice en Lisboa.

Me gusta la palabra noray.



noray
 
De or. inc.
1. m. Mar. Poste o cualquier otra cosa que se utiliza para afirmar las amarras de los barcos.
2. m. Mar. Amarra que se da en tierra para asegurar la embarcación.

La palabra noray tiene un origen incierto, no se sabe muy bien de dónde viene. Pero no hay lugar con costa donde no esté esta palabra en un toldo, una cafetería, una heladería... en todas partes.

He leído en la página del Instituto Cervantes que en catalán, norai está documentado en el siglo XV, aunque Corominas lo sitúa en el XVI.

Su plural es noráis o norayes.

Buen fin de semana largo de agosto. 






jueves, 11 de agosto de 2016

"Puerto escondido" de Maria Oruña


Hoy os traigo la reseña del último libro que he terminado: "Puerto escondido" de María Oruña.

Me ha gustado esta novela. Me ha parecido, sobre todo, muy entretenida.

Pero en primer lugar os copio el argumento:


"Oliver, un joven londinense, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino."

Sí, se trata de novela negra. Pero novela negra de aquí, de la nuestra, con lo que a mí me gusta... Aunque también tiene algo de "saga familiar" e histórico.

La trama está contada alternando dos líneas argumentales. Por un lado tenemos el presente, contado en tercera persona con un narrador omnisciente y que arranca desde donde cuenta el argumento: Se ha encontrado el cadaver de un bebé en una vieja casona colonial de Suances. La casa es de Oliver que la ha heredado, y la investigación corre a cargo de la inspectora Valentina y de su equipo. Y por otro lado hay otra línea de argumento paralela a la anterior que está situada muchos años antes, arranca justo el día 18 de julio del 1936, y que va contando la vida de Jana, una niña de un pueblecito también de Cantabria. Aunque está contado en primera persona, no sabemos quién cuenta este diario. Esta doble línea argumental le da mucho ritmo a la narración, la hace más atractiva porque multiplica los enigmas. Cada parte está precedida por una cita de otros libros, de alguna película...

Los personajes, en general, están bien caracterizados: El joven inglés Oliver con su humor discreto, la inspectora Valentina fuerte e independiente, la señora Ongayo delicada y dulce. Algunos personajes mejor que otros. Y la familia del diario muy bien caracterizado cada personaje en la dura realidad del 36 en el marco rural, creo que están más logrados estos personajes, que los que habitan en el presente. 

Cómo ya hemos dicho la autora hace saltos en el tiempo cada vez que pasa de un argumento al otro, y eso hace que el ritmo salte y la lectura se haga entretenida. Los ambientes están muy bien reflejados, no abusa de las descripciones aunque lo hace lo bastante bien cómo para que nos imaginemos perfectamente esos pueblos de Cantabria: Suances, Comillas, Santillana... Dan ganas de ir corriendo a pasearlos de nuevo. La ambientación es de lo mejor del libro.

La prosa de la autora es sencilla, directa. Alterna perfectamente la narración con los diálogos dando fluidez a la lectura. El diario está escrito en primera persona, por lo cual es más sesgada la visión de las cosas que nos ofrece al lector, como ocurre al utilizar este narrador en primera; es más ambiguo, más limitado, pero nos tiene hasta el final con la intriga de quién lo está contando. Quién nos lo está contando, mejor dicho, porque utiliza mucho el vocativo, el tú, el vosotros, con eso la autora busca atrapar aún más nuestra atención. La intriga está muy dosificada. Es cierto que es un poco previsible en algún momento, bastante antes de que termine ya tienes varios enigmas resueltos, pero hasta el final abundan las sorpresas porque quedan aún por descubrir varios giros en la trama. Y de hecho hasta queda algún cabo suelto, con lo cual lo mismo la autora piensa aprovecharlo en el futuro para otra historia.

Una novela que me he leído volando. Está bien. Sobre todo en la primera parte no dejaban de pasar cosas. Como os comentaba, el desenlace, la identidad del asesino es un poco previsible, pero no importa porque la autora sigue añadiendo datos, giros a la trama, que sigue fomentando la lectura. No quiero decir que sea un novelón, o que su prosa sea muy rica, no; pero en mi opinión en general está bien, es lectura de evasión, por lo menos a mí me lo ha parecido y creo que la autora ha sabido como estructurar la novela, cómo dosificar la intriga, y lo consigue.

 

martes, 9 de agosto de 2016

Vivien Maier, una fotógrafa de la calle en la Fundación Canal


El otro día estuve visitando la exposición de fotografía que hay en la Fundación Canal de Madrid, en la calle Mateo Inurria. 

Se trata de la exposición de fotografía dedicada a Vivien Maier. Una fotógrafa que murió en la indigencia, sin que nadie hubiese visto sus fotografías. Ella había sido niñera y fotografíaba por afición. 



Su archivo fotográfico fue descubierto por casualidad, y desde ese momento está considerada como uno de los mejores referentes mundiales de fotógrafa de la calle. En 2007 John Maloof, que buscaba fotografías de época para ilustrar un libro sobre Chicago, encontró decenas de miles de carretes sin revelar en una subasta. Decide revelar algunos y poner a la venta las imágenes en internet. De esta manera, los descubre Allan Sekula, que se da cuenta de su verdadero valor e intenta conocer a la autora, que ha fallecido en 2009.

Nació en Nueva York en 1926. La fotógrafa trabajó como niñera en Chicago durante cuatro décadas, previamente lo había hecho en Nueva York. No se sabe mucho de su vida, salvo que trabajaba con familias de dinero y siempre exigía tener un candado en su habitación. En los años 50 y 60 fotografiaba en la calle a niños, a indigentes, a damas de la alta sociedad a quiénes solía fotografíar con gesto airado porque las empujaba previamente... Y se sabe también que revelaba pocos de sus carretes, la mayoría aparecieron sin revelarse  (se supone que no tenía mucho dinero para hacerlo), con lo cual ni tan siquiera vió muchísimas de las fotos que hizo. Murió en una residencia de ancianos en el año 2009, muy pobre, sin saber lo importante que llegaría a ser su obra.

Me gustan mucho sus fotografías de niños. y especialmente también todas estas en las que ella aparece en un espejo, en un reflejo, su sombra en cualquier lugar, siempre buscándose a sí misma.  



Si podéis no os perdais esta exposición, estará hasta el 16 de agosto.

Os dejo un enlace en el que Isabel Coixet en el programa de Atención Obras de la 2 habla de ésta fotógrafa.



lunes, 8 de agosto de 2016

"Ultramarinos"



Yo no sé si ya hemos hablado en el blog de la palabra "Ultramarinos". Pero si ya lo hemos hecho, la palabra en cuestión es tan bonita, que no importa que nos repitamos.

Ya apenas hay tiendas de ultramarinos, sin embargo yo las recuerdo de mi infancia como esos establecimientos llenos de misterio, donde había mil y un alimentos que descubrir. Olían además tan bien... Es una palabra llena de nostalgia, muy evocadora.


Nos dice el diccionario de la RAE:



ultramarino, na
1. adj. Que está o se considera del otro lado o a la otra parte del mar.
2. adj. Esp. Dicho de un género o de un comestible, y especialmente del de fácil conservación: Traído del otro lado del mar, y sobre todo de América o Asia. U. m. c. s. m. pl. Lonja, tienda de ultramarinos.

Eran esas tiendas donde estaban los alimentos que traían de tierras lejanas, del otro lado del mar...

Se ve muy claro en la misma palabra: "Ultramarinos", es sencillo desmembrarla: Del prefijo Ultra (más allá), de la palabra "mar" del latín mare, más el sufijo "ino" del latín "inus" que denota relación o pertenencia, en este caso que pertenece al mar.

Eran y son, en los pocos casos en los que aún perviven, tiendas con mucho encanto: sus latas de conserva haciendo torres bien ordenadas, sus mostradores de madera y cristal, sus galletas o cualquier otro alimento a granel o al peso. Alimentos que perduraban, como perdura segurmente la memoria de alguna de ellas en nosotros. 

Os dejo con algunas fotos de ellas, tomadas por mí este verano en León, en Astorga. Dónde aún resisten algunas de ellas, afortunadamente.



sábado, 6 de agosto de 2016

"Pastel de pera con lavanda" - Una pelicula recomendable



A pesar de su título, que puede resultar algo cursi, y del cartel que definitivamente, a mi modo de ver no le hace justicia,  la película me ha gustado mucho.

Es de personas y de números primos.
Es de sensaciones y sentimientos. 
Es de disfrutar con lo que vemos, lo que olemos, el aire, los árboles, las nubes. 

Disfrutar con las personas que nos hacen bien.

Me ha gustado mucho.



miércoles, 3 de agosto de 2016

La praza do Humor en La Coruña


Hoy quería dejar reseña en el blog de unos de esos lugares mágicos y culturales que hay por el mundo. Más concretamente en una ciudad tan bonita como La Coruña.

Muy cerquita de la plaza de María Pita, más que conocida de esta ciudad, hay otra plaza mucho menos nombrada pero bastante curiosa: La Praza do Humor. Sí la Plaza del Humor. He leído que es la antigua Praza dos ovos. Delante justo del Mercado de San Agustín.

Es una placita donde han querido hacer un homenaje a los humoristas, tanto a creadores del género como a algunos de sus inmortales personajes. Ya sean literarios como de la televisión, de las series, los dibujos...

Ya tiene unos años y se nota que ha pasado el tiempo por ella. Pero se aprecian muy bien los dibujos del suelo que Xosé Castiñeiras hizo sobre el marmol blanco, como si fuera un papel. A poco que busquemos encontramos a Mafalda, a Pepe Isbert, a Mortadelo y Filemón, los Picapiedra, Mark Twain, Lewis Carroll, Carlitos, Charlot... Y muchos más. Conviven en ese suelo y en armonía autores y personajes.

También hay un par de bancos de granito con las figuras de Castelao y Cunqueiro, dos autores, dos artistas polifacéticos que siempre demostraron su ingenio y su humor. Y un kiosco que es una churrería. 

Y además hay tres pedestales de granito donde encontramos a Vicente Risco, Julio Camba y Wenceslao Fernández Florez con quién me hice la foto. Tres gallegos importantes que siempre hicieron gala de su humor.

He leído que se proyectó en el año 1990 por el artista Siro. Y participaron otros escultores como Manuel Ferreiro, Francisco Escudero, Ramón Conde y cómo ya os he contado Xosé Castiñeiras que hizo los dibujos en el marmol y el banco de Cunqueiro.

A mí me gustó. Es pequeñita pero diferente y original. Te hace sonreír. Aunque cómo ya os digo está un poco estropeadilla, qué pena que ese marmol no esté más reluciente, y que no repasen el trazo de las figuras del suelo que van perdiéndolo. Pero vamos aún así merece la pena su visita.








lunes, 1 de agosto de 2016

"Un perro" de Alejandro Palomas





“Secretos. Las familias giran alrededor de lo que se dice y lo que no se dice, de lo que se dijo a tiempo y evitó catástrofes que lamentar y de los que se dijo cuándo no procedía y causó males que cicatrizaron mal y que tardaron generaciones en sanar”

Hoy quería reseñar el último libro que me he terminado “Un perro” de Alejandro Palomas.
Ya había leído otras dos novelas de este autor y me apetecía volver a leer una novela de sentimientos, de personas, intimista como las anteriores.
Y eso he encontrado.

“Un perro” forma parte de una trilogía que comienza con “Una madre”, pero yo me he saltado un poco el orden comenzando por ésta primero.

       “Si le pides poco a la vida lo más fácil es que no te dé nada”

El argumento cuenta como Fer, un treintañero homosexual, está en una cafetería esperando una llamada muy importante. A Fer le ha abandonado su pareja poco antes, y también ha perdido un perro Max, por lo que está atravesando un mal momento. La familia ha tenido una reunión un poco antes. Pero Fer ahora está ahí sentado, en una mesa, esperando…

«R estaba sentado en la alfombra, junto a la cama, exactamente como le había visto la noche de la tormenta que un año antes nos había cambiado la vida a los dos. Me miraba fijamente y jadeaba, inmóvil, como cuando en verano se tumba al sol en la terraza, envuelto en calor.»

El tema de esta novela como en las anteriores que he leído de este autor son las relaciones familiares. Cómo nos relacionamos con nuestros hijos, cómo lo hacemos con nuestros padres cuando comienzan a envejecer o a enfermar. Cómo nos vamos transformando. Cómo nos queremos. También el tema es la pérdida. Cómo la tememos, cómo la afrontamos, cómo gestionamos en nuestro interior las ausencias. Aunque está muy presente también el tema de cómo se vive la relación con una mascota, puesto que el perro es el hilo conductor de todo el libro.

Los personajes de esta novela son Fer, de quién ya hemos hablado al contar el argumento, pero de forma paralela también vamos a ir conociendo a R, un golden retriever, protagonista indiscutible de la novela. También van apareciendo los demás miembros de la familia de Fer, Amalia, su madre. Amalia es una anciana desmemoriada e imprevisible, anárquica, que da lugar a muchas situaciones absurdas, llenas de humor, pero con un sentido común envidiable que solo surge a veces. También tenernos a las hermanas de Fer: A Emma y Silvia, con sus formas de ser y sus propios problemas. Además están presentes otros tres perros que también irán saliendo en la novela como Max, el antiguo perro de Fer, o Shirley la perrita de Amalia y otra perra más que ya se irá descubriendo. Se puede decir que es una novela coral, porque todos los personajes tienen bastante peso en la trama. 

Vuestra madre no retiene porque no se implica. Es como si solo tuviera capacidad de retención para aquello que realmente le importa y cada vez le importan menos cosas, porque tiene la sensación de que no es necesaria y, al no sentirse necesaria, no se activa. Está, pero no tiene que actuar porque no hay nada que la requiera. De ahí la sensación de desmemoria”

Como os decía la novela temporalmente transcurre en una sola noche, en una cafetería mientras Fer espera una llamada importante y en la noche que sucede a ese atardecer. Espacialmente está centrada en la cafetería y en la casa de Fer.

Pero el hilo temporal se rompe continuamente, el autor recurre a muchos saltos en el tiempo para ir contando la vida de los personajes, sus anécdotas, sus momentos importantes para ir retratando a esa familia, a sus miembros y a las relaciones entre ellos. Eso por supuesto da mucha agilidad a la narración. 

Formalmente la novela está escrita en primera persona, desde el punto de vista de un narrador testigo, Fer, que nos la va a ir contando y presentando al resto de los personajes. La prosa de Alejandro Palomas es sencilla pero poética. Su forma de narrar te conmueve, disecciona los sentimientos. A mí me gusta mucho por eso mismo. Y además la novela está muy salpicada de diálogos entre los personajes. Me gusta mucho cuando ves hablar tanto a los personajes. 

A mí me gusta la forma de narrar de este autor y sus historias familiares. Pero son novelas, como ya he dicho muy intimistas, muy intensas, sensibles, que hablan de emociones.

Creo que es una lectura que te tiene que apetecer. No es una novela de acción donde te atrapen las vicisitudes de los personajes. Aquí también te secuestran la voluntad los personajes, pero por lo que piensan, por lo que callan, por lo que sienten. Y eso remueve.

He anotado muchas frases de esta novela porque me gustaban, porque me hacían reflexionar, con las que podía sentirme identificada. Y otras con las que no me podía sentir tan identificada, me estoy refiriendo por ejemplo a una con su perro, que aún no teniendo una mascota me han gustado mucho.
De vez en cuando me gusta volver a leer a Alejandro Palomas. Si os apetecen estos temas familiares, sentimentales que te conmuevan os la recomiendo.

  “La vida no es tanto lo que entendemos que es, sino lo que sentimos que es”