Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 20 de abril de 2012

El nacimiento de un libro. Un vídeo a degustar



Ha llegado hasta mí un vídeo sobre la confección de un libro, es cortito pero no tiene desperdicio.
En este vídeo del Daily Telegraph podemos ver cómo se hacen a la manera tradicional. Cuánto me gusta...

Parece mentira que todas esas hojas cortadas y cosidas tengan la virtud de llevarnos tan, tan lejos... Es mágico. ¿Cómo no me van a gustar los libros?

Os lo dejo aquí para que lo disfruteis:

jueves, 19 de abril de 2012

E. O. Hoppé: El Estudio y la calle. Una exposición de Fotografía en Mapfre de Azca




He estado visitado la exposición de fotografías de E.O. Hoppé que hay en la Sala de Exposiciones Azca de la Fundación Mapfre.

Me ha gustado mucho la verdad.

Hoppé (Munich 1878-Londres 1968) fue seguramente el fotógrafo más famoso de Londres de los años 20, ciudad a donde se trasladó en 1902 y donde vivió hasta su muerte.

Y me gusta mucho esta exposición porque a través de sus retratos es como si pudieras mirar ese Londres de principios del siglo XX. Porque hay retratos de un montón de famosos de diversos ámbitos, políticos y culturales: Arthur Conan Doyle, Thomas Hardy, Ezra Pound, Rabindranath Tagore, Fritz Lang, Albert Einstein, Jacob Epstein, Marinetti, Jorge IV, La Reina Madre, Mussolini...

Se divide la exposición en cuatro partes: El estudio, Las bellas, Los tipos y La calle.

Este es el hijo mediano de una familia a la que hizo famosa el autor J.M. Barrie porque dijo que se había inspirado en Peter, este chico, para su obra teatral Peter Pan.
 
 La primera de ellas se llama "El estudio", por el local que abrió en 1907 en Londres, donde aterrizó pocos años antes proveniente de Múnich, su ciudad natal. Hoppé se dedicaba a dialogar con la persona que iba a retratar, se documentaba previamente, y al final conversando con él, lograba que éste se relajara, intimando tanto hasta conseguir atrapar la naturalidad. Gracias a todos estos pormenores con sus retratos, terminó con una fantástica reputación como retratista y hacían cola en su puerta.






Ezra Pound


Ezra Pound, Conan Doyle, Rabindranath Tagore, Somerset Maugham...





"Las bellas", la segunda parte de la muestra, toma su título de un libro fotográfico firmado por el propio Hoppé y publicado en 1922: "The book of fair women" ("El libro de las bellas"). Son una serie de 32 retratos de mujeres. Y le trajo una gran polémica, pues fue capaz de romper muchos estereotipos, tabúes y barreras sociales al afirmar, retratos mediante, que cualquier mujer podía ser bella independientemente de su estatus social, etnia o raza.  


La tercera parte, titulada "Los tipos", ofrece un recorrido por las "cacerías urbanas" que Hoppé realizó por ciudades de todo el mundo. Y dió lugar a dos libros. Se diferencian de los retratos anteriores hechos en el estudio porque aquí el fotógrafo recortaba las fotos hasta dejarlas solo en la cabeza o el busto.


Entre los retratos de la calle tenemo al Sereno del Londres de 1935, que venía con el pie "las doce en punto" y que aludía a la frase que decía "Las doce en punto de una noche nublada y todo está bien".
 
"La calle" es el nombre de la cuarta y última parte de la exposición. Una parte que a mí también me gustó mucho. Deja de retratar a personas relevantes y Hoppé comienza a retratar a personas de todos los orígenes y de todas las ocupaciones: El museo de Madame Tussaud, la consulta de una frenóloga, una tienda de esqueletos, el Museo de Historia Natural, el metro, el autobús, un cementario de mascotas, la vida en los parques... Tenía tanta obsesión por retratar a la gente en su entorno de forma natural que en no pocas ocasiones ocultaba su cámara envolviéndola en papel para pasar lo más inadvertido posible. 



A mi me ha gustado mucho esta exposición. Muy entretenida, la verdad.

Es gratuita y podeis verla todo lo que queda del mes de abril y hasta el 20 de mayo de 2012. Y abre todos los días de la semana.

SALA DE EXPOSICIONES AZCA
Avda. Gral. Perón, 40 28020 Madrid

HORARIOS

Lunes de 14.00 a 21.00 hrs.
De martes a sábado de 10.00 a 21.00 hrs.
Domingos y festivos de 12.00 a 20.00 hrs.


martes, 17 de abril de 2012

La frase del día: Antonio Muñoz Molina





Uno no escribe para contar lo que sabe,
 sino para saber lo que cuenta.


Antonio Muñoz Molina
(Artículo ELPAIS 14/4/12)


lunes, 16 de abril de 2012

Frases hechas con verduras. Tertulia de "No es un día cualquiera"




Hoy os quería recomendar la tertulia que ayer hubo en el programa "No es un día cualquiera" de Pepa Fernández. Trataba sobre todas esas expresiones despectivas que tenemos en nuestro lenguaje relacionado con las verduras. ¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de frases hechas o refranes en las que sacamos a relucir alguna especie de vegetales?

Pobres verduritas ¿no?

Fue una tertulia muy amena y muy curiosa desde luego si os gustan todas estas cuestiones de nuestro lenguaje.

Expresiones como:

Me importa un bledo, un pepino, un pimiento, un rábano... un comino

Los bledos son una verdura parecida al berro, de poca sustancia que en algunas zonas se comen cocidos, después de aderezarlos con sal, vinagre y aceite, pero que suelen dar a los animales. En los demás casos se recurre a verduras y a hortalizas que suelen ser símbolo de poco valor o importancia. En el caso del comino se alude por su pequeño tamaño. ("Abecedario de Dichos y Frases hechas" de Guillermo Suazo Pascual)


Por no extendernos solo vamos a explicar esta frase hecha, pero aquí debajo os dejo muchas más para que las recordeis.

Parece una verdulera
Son habas contadas
Se ha quedado más fresco que una lechuga
Berzotas
Ser un berzas
Ser un lechuguino
Ser un cardo borriquero
Ser como el perro del hortelano
Dar calabazas
Ser más lacio que una acelga.

Te repites como un pepino
Acelgas al medio día y a la noche acelgas, mal me tirarán las piernas
Acelgas benditas, de día tronchos y a la noche benditas
Tontolhaba.

No sé si mandaros a freír espárragos o dejaros plantados
Las espinacas, cómelas a sacas.
Agua, barro y basura, crían buena verdura
Comer verdura y echar mala verdura
Entre col y col, lechuga
Quedar en agua de borrajas

¿Quién da más?
En la tertulia estaban invitados el escritor Jose Antonio Marina, Joaquín Araujo, Ignasi Riera, Juan Barbacid (periodista), y Pepa Fernandez.

Aquí os dejo el vínculo:


http://www.rtve.es/alacarta/audios/no-es-un-dia-cualquiera/dia-cualquiera-mala-prensa-verduras/1376467/#aHR0cDovL3d3dy5ydHZlLmVzL2FsYWNhcnRhL2ludGVybm8vY29udGVudHRhYmxlLnNodG1sP2N0eD0yMDU0JmxvY2FsZT1lcyZwYWdlU2l6ZT0xNSZzZWN0aW9uRmlsdGVyPTU0NzMzJmFkdlNlYXJjaE9wZW49ZmFsc2U=


"La cuarta acepción de la palabra verdura es obscenidad...  Hay una expresión que me molesta mucho es "verdulera" en el sentido más despectivo..."

¿Os apetece seguir escuchándola?

Estuvo muy bien, la verdad.

domingo, 15 de abril de 2012

"Ese chispazo" de Antonio Muñoz Molina




Me ha gustado mucho este artículo que ha publicado Antonio Muñoz Molina en El País hoy. Bueno viendo ya la hora que es, lo publicó ayer.

Leedlo despacio, no tiene desperdicio.


http://cultura.elpais.com/cultura/2012/04/11/actualidad/1334142105_573404.html

IDA Y VUELTA

Ese chispazo

"Una de las maravillas de vivir en estos tiempos es la posibilidad de asistir a la confluencia entre la poesía y el conocimiento"

14 ABR 2012 - 12:58 CET




De pronto hay algo donde antes no había nada. De un momento a otro la desolación se ha convertido en fervor y la esterilidad en deslumbramiento. En la conciencia vacía o en la hoja o en la pantalla en blanco ahora hay una primera frase o un verso completo. En la imaginación ha surgido una música llegada de no se sabe dónde. Las horas o días de trabajo tedioso quedan cancelados por una súbita sensación de ligereza. Lo imposible ahora se ha alcanzado sin apariencia de empeño. Lo que era difícil se ha vuelto fácil o ha resultado ser difícil y fácil a la vez. El esfuerzo consciente se ha revelado superfluo porque alguien que no parece exactamente uno mismo ha susurrado una solución. A partir de ahora el trabajo no será menos exigente, pero sí más fluido y más grato.

La palabra susurrar es adecuada: la inspiración es un soplo. Las imágenes que aluden a esa experiencia contienen el aliento y también la luz: la claridad súbita que revela lo hasta entonces oculto. En el querido vocabulario de los cómics la idea súbita es una bombilla que se enciende en el cerebro o encima de él, quizás derivada de las lenguas de fuego que señalaron la presencia del Espíritu Santo sobre las cabezas de los apóstoles. Los símbolos evolucionan con la tecnología: la inspiración es una llama cuando la noche se iluminaba con candelas de aceite y una bombilla en la era de la electricidad.

Cualquiera que haga tareas que requieren algún tipo de invención conoce tales momentos, pero elude mencionarlos, por miedo a los malentendidos: a no ser tomado en serio, a ser tomado por un místico o un romántico, a que se piense que si todo depende de una ocurrencia súbita no hay mayor mérito en el logro, o cualquiera puede aspirar a él. El problema se agrava en sociedades ásperas que desconfían de la inteligencia y consideran parásitos o estafadores a quienes de un modo u otro dedican sus vidas a trabajos relacionados con ella.

Para que los profesores lo miren con la adecuada seriedad y para que sus paisanos no lo apedreen o al menos no lo miren como a un payaso el escritor, el artista o el músico engolan la voz al hablar de sus oficios, y resaltan con razón la parte que hay en ellos, siempre, de entrega y disciplina, de tesón y control, de revisión permanente. Pero rara vez hablan, hablamos, de aquello sin lo cual todo el esfuerzo y toda la perseverancia no sirven para nada y no llevan a ninguna parte, esa revelación súbita de la que nace muchas veces una canción, una historia, un poema, el prodigio inexplicable de lo que no es el resultado del pensamiento racional, ni del propósito consciente, sino del más puro azar, lo que llega no cuando se lo busca y se lo espera, sino precisamente cuando se ha dejado de buscar, cuando se estaba buscando con obstinación otra cosa.

Un libro, en mi experiencia, no es la realización de un proyecto, un edificio que deriva exactamente del trazado de los planos. Es algo que llega de pronto y que uno sigue medio a tientas, guiado como máximo por algo parecido a esa brújula de la que habla Javier Marías; una brújula, en cualquier caso, de eficacia incierta, de movimientos caprichosos de aguja: quizás una brújula que hay que consultar de noche a la luz de una llama que en cualquier momento puede apagarse. Uno no escribe para contar lo que sabe, sino para saber lo que cuenta. El plano, cuando llega a existir, existe como un fogonazo, y lo que ilumina son casi siempre conexiones inesperadas entre cosas que hasta ese mismo momento parecían muy alejadas entre sí. Marcel Proust creyó que estaba escribiendo un ensayo sobre el crítico Sainte-Beuve que a él mismo le parecía tedioso y en el que había trabajado con desgana durante años: de pronto, una tarde, instigado por el sabor más célebre de la literatura, el tedio se convirtió en arrebato y la dificultad de inventar en un casi delirio de imágenes y situaciones. En el duermevela del despertar Richard Wagner escuchó el acorde del que derivaría todo el inmenso edificio sonoro del Anillo del Nibelungo. El máximo desaliento había precedido a la mayor enajenación creadora.
Desde los griegos la inspiración inventiva se asoció a lo sobrenatural: en la etimología de la palabra entusiasmo está la idea de la posesión por un dios. Una de las maravillas de vivir en estos tiempos es la posibilidad de asistir a la confluencia entre la poesía y el conocimiento científico. Escáneres e imágenes magnéticas están favoreciendo una precisión cada vez mayor en el estudio de los procesos cerebrales, al mismo tiempo que la biología molecular permite conocer el sustento físico de la imaginación y la memoria. Jonah Lehrer, un divulgador de éxito especializado en la neurociencia, acaba de publicar Imagine: How Creativity Works, un libro sobre los descubrimientos en ese campo que parecía el más escurridizo y misterioso de todos: de dónde viene lo que parece surgido instantáneamente de la nada; lo intuido, lo medio soñado, lo que se escribe o se toca en un estado como de sonambulismo, la ocurrencia de un poema o de una melodía y también la de una de esas modestas invenciones que en seguida se vuelven obvias pero en las que nunca había pensado nadie: la cinta adhesiva, por ejemplo, el post-it, la canción Like a Rolling Stone de Bob Dylan, la mopa desechable, un poema de Auden, el eslogan I Love New York con el corazón rojo en el centro, el velcro, los primeros dramas históricos de Shakespeare; tantas de las cosas que implican el que según Lehrer es el más importante de nuestros talentos: la capacidad de imaginar lo que nunca antes ha existido.

En todos estos hallazgos dispares hay un cierto número de elementos comunes. Hay una mezcla de tozudez y capitulación: justo cuando se abandona después de un largo esfuerzo que no ha tenido fruto es cuando aparece lo que ya no se buscaba. Hay disciplina pero también hay jubiloso abandono: después de haberse adiestrado durante muchos años en el control absoluto de su instrumento un músico de jazz puede permitirse improvisar en un estado en el que el flujo de la electricidad y de la sangre en su cerebro se parece mucho al de la mente que sueña. Hay una memoria operativa que puede trabajar al mismo tiempo con una rica variedad de ideas e imágenes y hallar conexiones y similitudes sorprendentes. El inventor del velcro pensó de pronto en esas semillas pinchudas que se le quedaban adheridas en el lomo a su perro lanudo. El del post-it, un hombre muy religioso, perdía siempre los papelitos con los que separaba las páginas de su libro de himnos, y se acordó de un pegamento muy débil del que había oído hablar distraídamente hacía algún tiempo. Joyce conectó el mito de Ulises y el del Judío Errante con un día en la vida de un pobre hombre cualquiera de Dublín.

Chispazos así llegan de tarde en tarde, si llegan. Uno trabaja a diario con la esperanza, con la superstición de merecerlos.

Corrección: la semana pasada escribí que no hay una buena biografía de Luis Cernuda. Jordi Doce y otros lectores se han apresurado a corregir mi inexcusable ignorancia: Tusquets ha publicado una gran biografía de Cernuda escrita por Antonio Rivero Taravillo.

Imagine: How Creativity Works. Jonah Lehrer. Houghton Mifflin Harcourt, 2012. 279 páginas.

jueves, 12 de abril de 2012

"La vida después" de Marta Rivera de la Cruz




Este libro desde que salió estaba en mi lista de libros que iba a leer. Sí o sí. Más tarde o más temprano. Pero yo lo iba a leer. Porque he leído casi todas las novelas de esta escritora, Marta Rivera de la Cruz, me gusta siempre cómo escribe, me gustan sus historias. La descubrí con En tiempo de prodigios (2006), de todas sus novelas, mi preferida y que siempre recomiendo.Y luego me ha vuelto a gustar mucho en "Que veinte años no es nada" o "El inventor de historias" por citar algunas.

Y ya me he leído su última novela: "La vida después". ¿De qué va?

El argumento es el siguiente: Victoria tiene aparentemente una existencia envidiable en Nueva York; es profesora en la universidad, tiene un marido millonario y apuesto y un ático en el Upper East Side. Cuando le notifican el fallecimiento de Jan, su mejor amigo, vuelve a Madrid para asistir a su funeral.

 Allí se topará con la refinada Chloe, antiguo amor de Jan; con su hija, la inconformista Solange; con Marga, su esposa; con su extravagante suegra, Shirley... Un vuelco de los sucesos forzará a Victoria a quedarse en Madrid, donde tendrá que hacer frente a la suspicacia de cuatro mujeres que jamás creyeron que su amistad con Jan fuese totalmente sincera.

 El tema de la novela principalmente es el de la amistad entre los hombres y los mujeres. ¿Es posible? Luego aborda muchos más temas: la muerte de un ser querido, el amor, el desamor. Los celos, la desconfianza, la ternura o la incomunicación, el paso del tiempo y las oportunidades perdidas.

Hay muchas historias dentro de la historia principal, y a mí me gusta mucho eso, bucear en todas ellas e ir descubriéndolas. Historias que se entrelazan y se cruzan hasta configurar un mosaico.

No está contada la historia de forma lineal, sino que la narración va dando saltos por el mundo y por el tiempo. Se rompe constantemente la linealidad lo que la agiliza mucho, variando de época y de ciudad: De la actualidad en Madrid y en Nueva York, parte como una historia contemporanea, saltamos al París de los años 60, al Berlín de los años 30, a la Inglaterra de los 70... Está muy bien la ambientación la verdad. A mí me ha gustado mucho cómo la escritora logra hacerlo.

Los personajes de la novela, como siempre ocurre con esta escritora, están muy bien dibujados. Son unos personajes de carne y hueso: sufren, aman, tienen miedo... Hay varias mujeres y sabe muy bien contar cómo somos más "complicadas" por decirlo de algún modo. Los personajes de Marta Rivera son cercanos y algunos se te hacen inolvidables. En esta novela no me gusta especialmente la protagonista, Victoria, pero en cambio hay dos personajes, tan importantes como los de las mujeres con las que arranca la novela, que son de esos que siempre te hubiera gustado inventarlos a tí. Me refiero a Douglas Faraday, un anciano anticuario de Londres, un caballero. Y Arvid Soderman. Me gustan mucho estos dos personajes. Y luego claro está Greta Garbo, que también forma parte de los personajes...

 Ahora que ya he terminado de leer la novela, puedo decir que creo que mejora bastante según la vas leyendo. Es una historia que al principio me parecía un poco superficial. No sé, no me gustaba mucho ni cómo era la protagonista ni lo que contaba. No terminaba de engancharme, me parecían "los ecos de sociedad". Pero si aguantas ese principio, luego la historia se complica, se multiplica y te puedes sumergir en ella a disfrutar. Y piensas, que ahora sí, que ahora ya es otra historia de esas de Marta Rivera de la Cruz que te gustan tanto. 

Creo que es la única pega que le encuentro al libro, que cuesta entrar en la parte interesante. Cuesta un poco. Pero luego merece la pena, desde luego. Las historias de Douglas Faraday y Arvid Soderman son de los más entretenido, son tiernas, inolvidables. 



Os dejo con la entrevista que le hizo Pepa Fernandez en "No es un día cualquiera", por si os apetece escucharla.


 http://www.rtve.es/alacarta/audios/no-es-un-dia-cualquiera/dia-cualquiera-vida-despues-marta-rivera-cruz/1289242/

 
La vida después
Marta Rivera de la Cruz
Planeta

miércoles, 11 de abril de 2012

Más nombres de tiendas y la palabra "Abacería"


"El papel protagonista" para una papelería del centro de Madrid









"Farmacia de Guardia" para un bar

"Don Dedal" para una mercería

Pues sí, otra vez estoy aquí con los nombres de las tiendas a vueltas. Es un filón...

Hoy os traigo una papelería, un bar y una mercería. Ya veis cada cual con su nombre más peculiar... Todas ellas están en Madrid. No me digáis que no es gracioso ponerle "Farmacia de guardia " a un bar... ¡Que cosas!

Pero además os dejo con un regalo que me ha hecho Marina (http://accesoriosfimo.blogspot.com.es/), una fotografía de otra tienda con nombre curioso. Una "abacería" me ha gustado mucho esta palabra, apenas se oye. Debajo os pongo el significado tal y como viene en la rae. Tal y como parece, viene del arabe. Y le gustó el nombre y me lo regaló: "Mata el gusano". Qué gracioso.

Aprovecho para dejaros el vínculo a su blog, ahí encima lo tenéis, porque Marina es una artista. Ya veréis...





abacería.
(De abacero).

1. f. Puesto o tienda donde se venden al por menor aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc.


abacero, ra.
(Del ár. hisp. *ṣaḥb azzád, el de los víveres).

1. m. y f. Persona que tiene abacería.