Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

martes, 30 de junio de 2009

Emilio Gastón en el Café Galdós







Hace un par de miércoles tuvimos la suerte de tener en nuestra tertulia a Emilio Gastón. El miércoles 17 de junio del 2009.

Para ser justos, tengo que decir que vino gracias a Sagrario, que es una compañera de la tertulia que estuvo en la lectura poética que él hizo el lunes 15 de junio en la Biblioteca Nacional, dentro del ciclo Poetas en vivo, organizado por la Obra Social Caja Madrid y que presenta Enrique Gracia Trinidad. Sagrario estuvo allí y le invitó muy acertadamente a que el miércoles siguiente se pasara por nuestra tertulia.

Y él, junto a su mujer y a unos amigos, nos visitaron. Qué sorpresa y qué suerte.

Emilio Gastón es poeta, escultor, político y abogado. Estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza.

Como dicen en todas partes, y para resumir:

“Este aragonés es hombre de múltiples saberes, inconforme, rebelde, heterodoxo, abogado de todas las utopías, fundador de partidos federales, partícipe de Juntas Democráticas, activo diputado constituyente, Justicia de Aragón, rapsoda impenitente, defensor de causas perdidas, escultor, poeta ... Y es junto a Miguel Labordeta, uno de los grandes contribuyentes a la aportación épica de la generación de poetas aragoneses que por los años 50 y 60 constituyó la O.P.I (Oficina Poética Internacional) del Café Nike de Zaragoza. Además de ser autor de múltiples libros de Poemas.”

Pues bien, este hombre tan importante, estuvo en nuestra tertulia hace un par de miércoles como uno más. Cambiándose de sitio cuando las prioridades de los dueños del Galdós lo veían conveniente. Soportando con buen humor las incomodidades de sitio y ruido que conlleva siempre el traslado. Apretujándose con nosotros, esforzándose por oírnos, recitándonos de memoria sus largos poemas, salpicados de palabras tan peculiares y tan suyas como “ipsofactamente”, sin perder ni un momento la sonrisa. Todo fue tan espontáneo, tan sencillo, tan natural como especial.

La verdad es que tanto su mujer como él, fueron muy agradables con nosotros y daba gusto estar con ellos.

Este fin de semana su mujer, María del Carmen Gascón, nos ha enviado un par de fotos que hizo ese día inmortalizando el momento y que son las que encabezan esta reseña.

Muchas gracias a los dos.


PROSEQUAMUR MEDITANDO


Abro con negligencia
mis armarios roperos del recuerdo …
y me pongo el corazón que más me gusta,

Pero no es más que simple debilidad,
Y es que los corazones
los recuerdos
las ilusiones
las esperanzas
tienen su estante de alma en el armario
como las lapiceros
los zapatos,
las guías telefónicas …
y el traje.

Mi corazón a cuadros de la tercera percha
saltó en gritos patrióticos un día.
Aquel desparramado por la luna
conserva las ingenuas cicatrices
del pequeño amoreo que soñaba.

Por encima de todas estas cosas,
de los gritos patrióticos incluso…
está el chillido tierno y humanísimo
de los viejos teatros y mercados…
recién desmantelados para siempre-

Emilio Gastón

"Autopsia de un cadaver" es una redundancia según la Fundeu

Dice la página de la Fundeu, a raiz de todas las noticias de Michael Jackson, que la expresión "Autopsia de un cadaver" es una redundancia.
La Fundeu es una institución sin ánimo de lucro que vela por el buen uso del idioma español. La Fundeu nace por una asociación entre la Agencia EFE y el BBVA. Y su página es http://www.fundeu.es/
De vez en cuando yo entro en su página porque siempre dice cosas interesantes sobre el lenguaje. Y siempre que tengo alguna duda les consulto con un correo y contestan muy rápido. Son muy eficientes.

Bueno pues dicho ésto, hoy leo en su página que han observado con motivo de la muerte de Michael Jackson que se utiliza muy a menudo la expresión "autopsia de un cadaver" y está mal dicho.

Os copio palabras textuales.


«autopsia de un cadáver», redundancia

29/06/2009

La Fundación del Español Urgente advierte del uso redundante de la expresión autopsia de un cadáver.

La definición de autopsia es 'examen anatómico de un cadáver para determinar las causas de su muerte'; por lo tanto, este término ya lleva implícito en su significado que solamente puede hacerse a un cadáver.

Estos últimos días se han oído o leído frases como «La autopsia al cadáver de Michael Jackson ha concluido poco después de la medianoche» o «Los familiares de Michel Jackson piden que se haga una segunda autopsia al cadáver».

En ambos casos debió decirse «La autopsia de Michel Jackson ha concluido poco después de la medianoche» o «Los familiares de Michel Jackson piden que se haga una segunda autopsia».

La Fundéu BBVA insiste en que el término autopsia es suficiente para referirse al examen anatómico de un cadáver.





lunes, 29 de junio de 2009

XVI edición del Premio de Narrativa de la Asociación de Periodistas de Ávila, relato de Rocío Díaz





Este fin de semana me han dado mi último premio. El viernes último, el 26 de junio, se celebró en Ávila la entrega de premios del XVI Premio de Narrativa de la Asociación de Ávila, donde me han premiado mi relato La piel de la rutina. Es un relato que escribí en el año 2006, pero han tenido que pasar tres años para que tuviera su puesta de largo.


Como suele pasar, pasé muchísimos nervios, hay cosas a las que una, afortunadamente, no se acostumbra nunca. Pero estaba muy contenta y la verdad es que la entrega, que fue en el Palacio Los Serrano de Ávila, estuvo muy bien. Qué gusto.


Os dejo aquí con el principio de mi relato, porque si no sería muy largo, con algunas fotos y una de las noticias que ha salido en los periódicos.


La piel de la rutina
Los lunes de 9 a 10 Doña Pilar tiene “Lengua”. Por eso desde las nueve menos cinco, ni un minuto de más ni uno de menos, porque la puntualidad es principio de Reyes, norma de caballeros y costumbre de gente bien nacida, ella ya está sentada, en su cuarto de estar, con las piernitas juntas y las gafas en la nariz, al lado del teléfono.

A esa hora ella ya ha hecho su cama, se ha duchado y arreglado con esmero y de arriba abajo, con esas prendas que utiliza para estar cómoda en casa pero abrigada, sin estar de punta en blanco pero presentable, por aquello de si tiene que salir a abrir la puerta. Ya está también desayunada, ya se tomó su pieza de fruta, se hizo las tostadas con aceite de oliva, porque junto a las nueces es lo mejor para la circulación, y ya lo ha acompañado de un delicioso y humeante café, descafeinado por supuesto, que la entone para enfrentar un nuevo día.

A las nueve menos tres doña Pilar ya tiene la agenda en la mano y a las nueve en punto coge el teléfono para ir enlazando una conversación con otra y esta con otra, sin descanso pero sin cansarse, hasta las diez menos un par de minutos de la mañana. Momento en que considera que por el lunes, ya se ha puesto al día en todas sus relaciones familiares y de amistades varias, dando por finalizada la “Lengua”.

La piel de la rutina es dura, cuarteada por los años, claro, pero resistente. Eso cuenta doña Pilar. La piel de la rutina te encorseta, pero a la vez te acuna, te mece, te va guiando. Doña Pilar necesita de esa rutina, y la lleva a rajatabla. Atrás quedaron los años de su recién iniciada jubilación. Atrás quedó la euforia de los primeros meses, cuando se creía liberada de los madrugones y de los niños gritones, del bullicio del colegio y de la esclavitud de los temarios, de las épocas de exámenes y de las tediosas recuperaciones. Atrás quedaron aquellos días en que todo era recreo. Puro y bendito recreo.

Los lunes de 10 a 11 doña Pilar tiene “Matemáticas”. Por eso nada más colgar el teléfono se va hasta la mesa camilla y después de beberse un vaso de agua de la jarrita que siempre tiene a punto, se sienta dispuesta a poner orden en las cuentas de la casa. Repasa los recibos que se han ido acumulando desde el jueves a las 12.15 que dejó las matemáticas, apunta y pone al día los gastos diarios de pan y leche, periódico y demás minucias. Y va repasando, mientras puntea más despacio, la cuenta de la compra del viernes, tomando nota fiel de lo que supusieron los descuentos del 2X1, lo cara que está la vida y lo poquísimo que cunde la pensión. Sabe doña Pilar que el camino de la fortuna depende de tres palabras: trabajo, orden y economía, por eso, aunque lo suyo siempre fueron las letras, no deja esta ingrata labor hasta que puede clausurar el cierre de los cuadernos con un largo suspiro de alivio, tras cerciorarse bien de que son las 11 menos tres minutos.
©Rocío Díaz Gómez
2006






Diario de Ávila Digital
Vivir
27/06/2009
El tiempo domesticado


Rocío Díaz Gómez recibió ayer el galardón de la XVI edición del Premio de Narrativa de la Asociación de Periodistas de Ávila, al que se hizo acreedora por el relato titulado ‘La piel de la rutina’


Rocío Díaz Gómez recibe el galardón
David Castro.
David Casillas / Ávila


Rocío Díaz Gómez, ganadora del XVI Premio Nacional de Narrativa de la Asociación de Periodistas de Ávila, recibió ayer el galardón al que se hizo merecedora por el relato corto La piel de la rutina, un atinado cuento sobre la rutina de la vida que el jurado consideró el mejor de entre los más de 380 presentados a concurso y enviados desde varios países de todo el mundo.


La ganadora, madrileña, es licenciada en Psicología, funcionaria del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, y en su curriculum de escritora aficionada puede presumir de poseer varios primeros premios de narrativa a nivel nacional.
La obra premiada, que fue elegida como la más relevante por un jurado integrado por los escritores Óscar Esquivias, Clara Janés, Alfredo Pérez Alencart, Antonio Sorel y José María Muñoz Quiros, además de por dos miembros de la Asociación de Periodistas de Ávila (Estela Carretero, como secretaria, y Antonio Mayoral, como presidente del jurado), cuenta la historia de una maestra jubilada que trata de no caer en la desidia y el abatimiento a través de una serie de rutinas semejantes a las que establece un horario escolar.


La consecución del premio, manifestó Rocío Díaz, «ha supuesto para mí una gran alegría», fundamentalmente por lo que «significa de reconocimiento a un esfuerzo creativo previo», que en esta ocasión tomó la forma de la historia de una maestra recién jubilada que para conseguir «que el tiempo no se la coma» se aferra «a la rutina como guía para su vivir del día a día».


Este año era la segunda vez que la autora de La piel de la rutina se presentaba al Premio de Narrativa de la Asociación de Periodistas del Ávila, certamen en el que probó suerte por primera vez en 2008, cuando el ganador resultó, precisamente, «un amigo mío».


El acto de entrega del galardón tuvo como escenario el auditorio del Palacio los Serrano de Caja de Ávila, entidad patrocinadora del premio, sala en la que Rocío Díaz estuvo acompañada por Agustín González, presidente de Caja de Ávila; Antonio Mayoral, presidente de la Asociación de Periodistas de Ávila, y Javier Arenas, secretario de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España.


El primero hizo entrega a la ganadora del cheque, por valor de 3.000 euros, y el segundo hizo lo propio con la escultura del escultor abulense Nacho Martín que se otorga al vencedor del certamen, artista que también estaba presente en el auditorio.Antonio Mayoral mostró su satisfacción por el éxito de este certamen «perfectamente consolidado… éxito que lo es no sólo por que hayamos superado al número de participantes de cualquier otra edición, hasta llegar a los 384» y por el considerable número de trabajos «llegados de otros países», sino, sobre todo, porque «de año en año aumenta la calidad de los relatos presentados al concurso».


Más Noticias

sábado, 27 de junio de 2009

Ironías de Madrid




En la calle dedicada a Cervantes está la casa donde vivió Lope de Vega, concretamente en el número 11. En ella vivió el poeta desde 1610 hasta 1635. En contrapartida en la calle Lope de Vega fue enterrado Cervantes en el convento de las Trinitarias, un intercambio que quizá no hubiera gustado mucho a los protagonistas en alguna época de sus vida, pues sus relaciones no fueron siempre demasiado buenas. Así mismo en la de Quevedo esquina a Lope de Vega, vivió Góngora.



Gea Ortigas, María Isabel. Curiosidades y anécdotas de Madrid. Ediciones La Librería. 1996

jueves, 25 de junio de 2009

El muro. Microrelato de Rocío Díaz


EL MURO


Pues claro que tiene su explicación. Y una explicación bien cabal, que ahora mismo yo se la voy a dar en menos que canta un gallo. Faltaría más.

De chavales el Tomás y yo siempre andábamos juntos correteando por el pueblo. Se estilara el tiempo que se estilara no parábamos quietos ni un segundo siquiera. En diciembre enredando en la matanza, en mayo jugando entre las espigas, en septiembre saltando los racimos o en julio bajando a la carrera al río. Tenía que habernos visto por aquel entonces. Siempre pegaos el uno al otro como viejas comadres barruntando alguna trastada. Flacos y despeinaos. Juntos riendo, juntos hablando, juntos jugando. Juntos. Siempre juntos. Tanto que hasta cuando nos venían las ganas, también juntos orinábamos allá en el muro del cementerio, entre risas y aspavientos, dibujando con el chorro nuestros nombres sobre las viejas piedras. Qué tiempos aquellos... Qué hasta firma y todo le hacíamos al nombre. Echelé...

Ayer mañana me han mandao recao del pueblo de que se me ha muerto el Tomás. Hay que fastidiarse. Que no lloro Padre, estese tranquilo, que es este viento que se ha levantao. Algo que se me habrá metío en el ojo. Y como los hijos siempre andan atareaos y parecía que nadie me iba a poder acercar hasta el pueblo a despedirle, bien temprano antes de que nadie despertara me he abrigao bien y me ido despacito hasta el cementerio del barrio, que no es el del pueblo pero oiga es un camposanto lo mismo. He mirao pa un lao y luego pal otro. He mirao bien y he vuelto a remirar a los dos lados, antes de apuntar al muro y dibujar bien grande las cinco letras de “Tomás” con el chorro. Confieso que no me ha salido el nombre muy bordao porque uno ya tiene el pulso un poco temblón, que los años no perdonan, pero ahí está... Ahí está. Y no me arrepiento. Coña Padre, que el Tomás era un amigo y que yo lo he sentío mucho, pero mucho... Que era de ley que yo le despidiera como está mandao... ¡Y que no se me sale esto del ojo, leche...!

Pero para eso estoy aquí. Para confesarme. Que lo sé, que uno ya no tiene edad para estas acrobacias. Que hace falta tener poco conocimiento. Porque se había levantado un cierzo... Que ni le cuento. Para agarrarme una pulmonía. Bien que lo sé. Pero se lo debía. Se lo debía al Tomás, y se lo debía a los dos chavales flacos que fuimos. Pero usté no se preocupe que en llegando mi nieto de sus clases le mando para acá y que se lo limpie en un santiamén. Palabra de honor Padre. Palabra de honor que le deja el muro como los chorros del oro, faltaría más... Como los mismos chorros del oro.


©Rocío Díaz Gómez

lunes, 22 de junio de 2009

El poder de la coma


El poder de la ubicación de la coma en los escritos.

Lea y analice la siguiente frase...

'Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda'.



Falta una coma ¿no? ¿Donde? Solución: Mas abajo...


Si usted es mujer, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra mujer.

Si usted es hombre, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra tiene.

domingo, 21 de junio de 2009

Madrid y sus mentideros

Querría en este blog abrir una pestaña con el título: “Mentidero”. Siempre me ha gustado mucho esta palabra.

En esta sección del mentidero iré recopilando curiosidades del mundo literario. Pero ya que he bautizado esta sección con ese nombre me gustaría en primer lugar que comentáramos un poco qué eran los mentideros y dónde estaban en Madrid.

Según el diccionario María Moliner: Mentidero m. Lugar en la calle donde se reunía la gente para hacer tertulia y chismorrear. Hoy se usa figuradamente sin referirse a ningún lugar concreto.

Según la Wikipedia:
Existieron tres muy famosos en Madrid que eran conocidos como:
Representantes. Situado en un ensanchamiento que tenia la calle del León, en pleno barrio de las letras, y que respondía al nombre de plazuela del León. Allí se reunían las gentes del teatro (los representantes o actores) y los literatos y quienes aspiraban a serlo.
Losas de Palacio. Situado en la parte delantera del Real Alcázar o Alcázar de los Austrias que era como popularmente se conocía. Dada su concepción de centro de gobierno, los alrededores del Alcázar se poblaban de personas en procura de favores o concesiones gubernativas. Igualmente en las ocasiones que la Realeza salía a la calle el pueblo copaba el lugar por ver a los Reyes al pasar.
Gradas de San Felipe. Estaba situado este mentidero en las escaleras que tenia la iglesia de San Felipe en la Puerta del Sol. La iglesia se encontraba situada en un plano más elevado ya que ocupaba la manzana que daba a la calle Esparteros, la calle del Correo y la calle Mayor y esto posibilitaba que en las escaleras se situasen todos aquellos que, disponiendo de mucho tiempo para el ocio, deseaban conocer de primera mano las noticias de las posesiones españolas y para ello la proximidad de la Real Casa de Correos era optima. Por otra parte la calle Mayor, era lugar de paseo obligado de los madrileños y en ella, a una hora u otra, siempre era posible encontrarse con la persona buscada, ya fuese un amigo, conocido o la amada. Las gradas suponían un balcón inmejorable sobre esta calle y por ello estaban muy concurridas.
No era extraño encontrarse, a diferentes horas, a las mismas personas en Losas de Palacio, más tarde en Gradas de San Felipe y con posterioridad en Representantes.

Y según el libro “Leyendas y Anécdotas del viejo Madrid” de Francisco Azorín.:
“El mentidero de Representantes esta situado en la esquina de la calle de León con la del Prado y formaba una amplia plazoleta enlosada en la que había unas mustias acacias.
Las reuniones se celebraban entre las diez de la mañana y la una de la tarde, y acudían a ellas todas las personas relacionadas con el mundo del teatro: poetas, dramaturgos, cómicos cesantes, arrendatarios de corrales, representantes de compañías y apasionados, aficionados. Allí se hablaba de cuánto se refiriese a la profesión y sobre todo, se murmuraba con singular malevolencia de los frecuentes amores de las comediantas con encopetados caballeros, que tan proclives se mostraban a este tipo de devaneos. Y es que no era sólo la afición al comentario y a despellejamiento ajeno lo que llevaba al mentidero a un público tan numeroso: era que un sentimiento magnético les atraía hacia aquel sitio, que llenó con su vida Cervantes y consagró con sus despojos mortales; era que el “Fénix de los Ingenios”, venía desde su casa en la calle de Francos a decir misa diaria en el convento de las trinitarias para acercarse a su hija natural, son Marcela de San Felix, que permanecía allí, en clausura, con la otra hija amada de Miguel de Cervantes...
De cuando en cuando se dejaban caer Tirso de Molina, Moreto, Rojas Zorrilla, Quiñónez de Benavente y cuántos escribían para los corrales del Príncipe y de la Cruz. En el mentidero contrataban sus trabajos dramáticos, con arreglo a la siguiente tarifa: cien reales por una loa, doscientos a cuatrocientos por un sainete, trescientos por un entremés o una mojiganga y cuatrocientos a quinientos por una comedia de tres o más actos. Sin embargo, los autores de fama cobraban emolumentos superiores: a Moreto le abonaban setecientos, ochocientos a Calderón y mil a Lope de Vega, favorito del público...”

Y de este modo, queda inaugurada esta sección del mentidero.

© Rocío Díaz Gómez
Junio 2009