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jueves, 16 de marzo de 2017

Velada Poética. 21 de marzo. Javier Díaz Gil presentando a Aureliano Cañadas






ALEGRIA

Tomaré tu dolor y lo haré mío.

Repudio a la alegría desde ahora,
recibo en su lugar a la tristeza
y la amo porque es tuya.

Tardarás en llegarme tantos años.
Te aguardaré paciente
para que en mi alegría
consumas hasta el último
pálpito de tu sangre.

para que no se pierda
en la infinita noche de los tiempos,
en las oscuras simas donde yacen
reptiles olvidados,
doy tu nombre a mi playa
más recóndita y pura.

Pág. 46 de La Isla de la Nada
Aureliano Cañadas.


Mis dos poetas más cercanos y entrañables estarán juntos el próximo martes 21 de marzo de 2017.

Javier Díaz Gil presentará el último poemario del poeta Aureliano Cañadas, "La isla de la nada".

Será en el ámbito de la Tertulia "Eduardo Alonso" que coordinan Manuel Cortijo y Juan Pedro Carrasco en la Casa de Castilla La Mancha de Madrid. c/ Paz nº 4, 1ª planta.
A las 19.30 h.
Una velada poética de esas que no deberías perderte. 


domingo, 12 de marzo de 2017

Siempre hay que volver a Gloria Fuertes




Este año 2017 se celebra el centenario del nacimiento de Gloria Fuertes.

En este blog hemos dedicado ya muchas entradas a esta poeta, os copio solo algunas de ellas por si queréis recordarlas:







Pero como sus poemas para adultos me gustan tanto vamos a seguir dedicándole de vez en cuando alguna entrada.



 En este vídeo nos recita un poema "Nota autobiográfica", por favor no dejéis de escucharla. Este vídeo es del programa La mitad invisible, que también os animo a que veáis porque siempre es interesante.





Y ahora para terminar os dejo con otro poema de Gloria Fuertes:

 No quiero ser maestra

No quiero ser maestra de nada, 
me conformaría
con ser una lección
de algo.


martes, 27 de diciembre de 2016

Presentación de "La palabra y la carne" de Javier Díaz Gil



Tengo fila de entradas para poner en el blog, y quiero hacerlo antes de que termine el año. Así que allá voy, estoy ya cogiendo carrerilla...

Ésta primera está dedicada a una presentación de un libro. Me estoy refiriendo al poemario "La carne y la palabra" de Javier Díaz Gil, publicado por Ruleta Rusa. Tuvo lugar el martes pasado, el martes 20 de diciembre de este 2016, hace una semana ya. 



Para ser la presentación de un libro de poesía hubo mucho público y el encuentro resultó bastante distendido.

Estuvimos en un lugar bien chulo, la librería-champanería María Pandora, en Las Vistillas, en Madrid. Un lugar muy acogedor. El autor, coordinador de nuestra tertulia literia Rascamán, que había publicado ya su quinto poemario me pidió que le presentara, para ello leí una reseña literaria que yo había escrito previamente de su libro. Quería dejárosla aquí. 

Casualmente hoy es San Juan Evangelista y, cómo después comprobáreis en mi reseña, este poemario parte de un versículo suyo.

También quería dejaros con dos momentos de la presentación en dos vídeos y alguna que otra foto, para que podáis haceros una idea de cómo fue desarrollándose el evento. 

Aquí tenéis un momento de mi presentación en el vídeo, y a continuación os copio el texto de la misma.








RESEÑA del poemario “LA PALABRA Y LA CARNE”

Javier Díaz Gil (Madrid 1964) ha publicado nuevo poemario: “La palabra y la carne”.
Qué título tan sugerente. Inevitablemente, su lectura nos lleva a la cita del evangelista Juan 1:14:
14Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros…
Javier Díaz Gil publica un nuevo poemario y lo hace a lo grande. Pues ya para empezar ha elegido uno de los misterios más grandes de la Biblia y se hace eco de él no solo en el título de su poemario, sino que lo toma como de referente y guía en la estructura de éste. Aunque lejos de escribir un poemario místico, nos regala un poemario casi amoroso, donde su intención es indagar en esa dualidad del Verbo y La Carne. Todo el poemario es una búsqueda, un estudio de esa dualidad, que finalmente el poeta no entiende sino como la complementariedad de los dos términos de la cita del evangelista. Tal y como sintetiza en el soneto final.
Pero no adelantemos nada. Sigamos los derroteros de este viaje, dejemos habitar al Verbo entre nosotros, y disfrutemos con el diálogo que se establece entre ellos, paso a paso, poema a poema.
Tras un minucioso y elaborado prólogo del poeta José Cereijo que les animo a leer despacio, comienza este poemario.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." Nos decía en el primer versículo de su Evangelio el Apóstol Juan. En el principio era el Verbo, por ello el poeta Díaz Gil sitúa la primera parte (son cuatro en total) de su poemario en “El Verbo”. Y la encabeza una cita del maestro Ángel González: “Habrá palabras nuevas para la nueva historia y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde”. Qué bueno Ángel González, qué bien elegida su cita, para esta primera parte compuesta por 15 poemas que nos hablan precisamente de eso, de la palabra, del verso, de que en el principio de toda creación poética está ese impulso a hacer poesía de cada sensación, cada instante que contempla el poeta.
No en vano, en esta primera parte tenemos ya una poética en la pág. 24 de la que extraemos algunos versos para completar esa idea: Del blando temblor de una caricia, de la luz amarilla de los atardeceres, del agua, de las sonrisas… De todos esos instantes llega el verso que alcanza al poeta: “Es este verso/el que me alcanza/ Yo/ solamente soy/ su sombra”.
La palabra estaba en el principio, y así la sitúa también nuestro poeta, pero la grandeza del misterio estuvo en que la Palabra, el Verbo se hizo carne. No bastó la Palabra, tenía que haber más, no quedarse en eso. Por eso se hizo Carne y alcanzó gloria. Recordamos la cita de Juan:
14Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Cómo no podía ser de otra forma, no olvidemos que estamos recreando el Misterio de la Encarnación, Javier Díaz Gil bajo el subtítulo de “La Carne” engloba la segunda parte de su poemario. También encabezada por otra cita, en este caso de Kavafis: “En sueños, cree poseer el cuerpo, la carne deseada”.
Y qué bello el primer poema de esta segunda parte: “A veces/cuelgan ángeles de tus labios,/la pirueta perfecta/la cicatriz de sus alas/desnudan la cintura de lo eterno.”. Pág. 36
Creo que es uno de los que más me gustan de este poemario. Breve, conciso, pero también etéreo, mágico. Qué pocos versos para decir tanto. Los mejores versos para la transición entre el Verbo y la Carne.  
Esta segunda parte se compone de trece poemas, en los cuales el poeta se detiene en el cuerpo, en lo físico, lo tangible, lo material. “Es en tu piel secreta/la que se esconde/bajo tu blusa/donde quiero morir…” Pág. 38. Toda una declaración de intenciones.
La piel, las gotas de sudor, sus rodillas, el sexo. Vamos recorriendo los poemas en un ir recorriendo el cuerpo de la amada. Demorándonos lascivos, golosos, en esos detalles que recoge la mirada del poeta, la voz del poeta.
¿No es el cuerpo, acaso, el misterio de la encarnación? Ese misterio del que nos hablaba el apóstol Juan, su evangelio. Ese cuerpo, esas sensaciones que nos trasmite y que escapan a toda reflexión, como los misterios de la biblia, como el Deseo. Ese Deseo en mayúsculas que el autor nos deshace en versos y palabras: “Serán/ mis diez dedos agua/ atravesando/ tu cuerpo.” Pág. 38.
Y ya no solo el cuerpo de la amada, sino también el cuerpo mismo, del poeta. Su naturaleza material, donde habita la palabra. ¿Por qué de todos cuántos fuimos niños, solo algunos se hicieron poetas? La mirada del poeta vuelve a la infancia en esta parte del libro: “Tierra en la suela/ de los zapatos./ No hay marcha atrás./ de la infancia”. Pág.42.
El cuerpo, la tierra, lo tangible, y lo que deja de serlo por el paso del tiempo. El paso del tiempo ese enemigo que, sin embargo, guarda las ausencias: “Muero en la bajamar/ invocando tu vuelta./ No volverás./ El padre retenido por sirenas./ El padre detenido.” Päg. 44.
Cuántos grandes temas aborda el poeta en esta segunda parte a poco que lo pensemos.
Pero además Díaz Gil da un paso más allá y no se contenta solo con hablar de La palabra y la Carne, sino que sin remedio, pero con solución de continuidad, siempre cada haz de una hoja tiene su envés. Y sin remedio a la segunda parte de “La Carne”, le tiene que continuar una tercera: “Negación de la carne”.
Ya nos tiene acostumbrados el poeta a esas citas que encabezan e iluminan cada parte de su libro: “Y una vez más, como tragedia, ronda el olor a carne rota” de Silvio Rodríguez.
“El olor a carne rota” qué tremendo. Cómo tremendos son los temas que aborda aquí el autor, porque no en vano muchos poemas de esta parte abordan la tragedia de la Anorexia. De forma muy sutil y delicada, por supuesto. Más difícil todavía.
III. JURO que volveré./ tened paciencia,/ tan solo escapé de mi cuerpo,/ de este cuerpo que ya/ no reconozco.” Pág. 54
Cuánto dolor el encerrado en estos versos, cuánta tristeza. “La puerta de mi habitación/ es mi defensa.” Pág. 56. Cuánta soledad. Un poemario encerrado en otro poemario es esta tercera parte, tal es su fuerza.
Permitidme que no me demore más en esta parte, tan certeros son los versos que aluden a esta enfermedad, que te encogen el alma.
Y llegamos a la cuarta, y última parte de este poemario, la titulada “Palabra-Materia” que se compone de un solo poema, un soneto.
No hemos comentado aún en esta reseña que la mayoría de los poemas de este “La palabra y la carne” están escritos en verso libre, técnica que el autor domina a la perfección, con soltura, no exenta de imágenes, ni ritmo, pero con claridad, devolviéndonos a los lectores una poesía directa, y sobre todo muy cercana. Con ella Díaz Gil logra trasmitir, llegar al lector, conmoverle. Un acierto.
Sin embargo en esta última parte el autor recurre a una forma clásica, el soneto, para llevar a los versos todo cuánto nos quiere trasmitir como idea general del poemario, pero de tal forma que queden encerrados en él. No puede haber Palabra, sin Carne, ni Carne sin Palabra. Nos dice finalmente el poeta con este soneto. Es una dualidad que se entrelaza, que se necesita para existir.
Eso lo resume clara y perfectamente en los dos últimos versos del soneto, y por tanto del poemario:
Si suena del relámpago el disparo,
Tu carne, tu palabra son mi amparo.

Qué buen broche.
Qué buen poemario.


Rocío Díaz Gómez
Octubre de 2016
 

Comparto ahora con vosotros otro vídeo, ahora del turno de Javier Díaz Gil  (http://javierdiazgil.blogspot.com.es/) recitando sus poemas. 
 
El autor nos leyó, por supuesto, muchos de los poemas de este libro. Y también otros de sus libros "El ángel prometido" y "Vivo extramuros". Además de otros tres que llevaba preparados, terminando con el titulado "Poema para un final" que ya le había escuchado en otras lectura y que resulta el broche perfecto. 
 
 Como se trataba de poemas de distintos libros, la lectura era variada y amena. Podíamos escucharle poemas muy dramáticos como alguno dedicado a la anorexia que está en este último poemario, como los de su serie de fantasmas y ángeles, tan irónicos, de su poemario "El ángel prometido"; algunos absolutamente amorosos como otros que constituyen verdaderas poéticas. Poemas, como veis, no solo de diversa temática, sino también longitud y tono. Además el autor iba explicando antes de que cada poema de dónde había surgido. Es un acierto ir alternando la poesía con la explicación, sobre todo para los que estamos más acostumbrados a la prosa. De todos modos la poesía de Javier Díaz Gil es muy sugerente y sencilla, no exenta de profundidad pero al mismo tiempo muy cercana. No es recargada ni ampulosa, todo lo contrario, y te llega y te conmueve.




Las fotos son de la familia de Javier Díaz Gil y de Paloma Gómez de las Heras, desde aquí mi agradecimiento porque son el mejor recuerdo.

Fue una velada muy agradable en torno a la poesía. 

Toda una celebración, porque nos reunimos allí con motivo de la publicación de un libro, más exactamente un poemario, y eso siempre hay que celebrarlo. 

martes, 4 de octubre de 2016

Recital de Amelia Peco, poeta en Madrid


Este jueves, 6 de octubre, una compañera de tertulia y literatura en general, Amelia Peco Roncero, va a hacer un recital de poesía en el Café Atelier.

Presentará su poemario "Para el amor y el fuego".

La presentación del acto correrá a cargo del Coordinador de la Tertulia Rascamán, de la que formamos parte todos, Javier Díaz Gil.
  
Si os interesa y podéis os animo a que os acerqueis al recital. No os defraudará. Amelia recita muy bien.



LUGAR: Atelier café de la Llana. c/ Embajadores, 26, Madrid.
FECHA: Jueves, 6 de octubre de 2016 a las 19:30 horas
Presentado por Javier Díaz Gil
 
 
 
 
 
Aire,
 
para qué tanto aire
si no respiro apenas,
si me ahogo en tu boca,
cada vez que me nombras. 
 
Amelia Peco

jueves, 14 de julio de 2016

Cacela a Velha un rincón literario en el Algarve



He vuelto a Cacela Velha.

He vuelto a esa aldea de casitas blancas y tonos azules. 

He vuelto a esas poquitas calles con nombres de poetas y fragmentos literarios en sus paredes encaladas.

Dicen que Cacela fue una ciudad importante de Al Andalus.Ahora espera en su alto, entre Manta Rota y Cabanas, para que acudas a su balcón y contemples a lo lejos el Atlántico, y a lo cerca la ría Formosa que discurre siempre cambiante a sus pies.

Cacela me espera con su mercadinho, su pequeño cementerio tan concurrido, sus callecitas blancas donde se respira literatura.

¿Cómo no volver de vez en cuando?







Te adjunto también el enlace a la entrada anterior que tiene el blog sobre Cacela Velha.

domingo, 5 de junio de 2016

Roberto Juarroz y dos de sus poemas




129 - IX
 
Somos el borrador de un texto
que nunca será pasado en limpio.
Con palabras tachadas,
repetidas,
mal escritas
y hasta con faltas de ortografía.
Con palabras que esperan,
como todas las palabras esperan,
pero aquí abandonadas,
doblemente abandonadas
entre márgenes prolijos y yertos.
Bastaría, sin embargo, que este tosco borrador
fuera leído una sola vez en voz alta,
para que ya no esperásemos más
ningún texto definitivo.

Roberto Juarroz






(Poesía Vertical II, 77)


En una noche que debió ser lluvia
o en el muelle de un puerto tal vez inexistente
o en una tarde clara, sentado a una mesa sin nadie,
se me cayó una parte mía.
No ha dejado ningún hueco.
Es más: pareciera algo que ha llegado
y no algo que se ha ido.
Pero ahora,
en las noches sin lluvia,
en las ciudades sin muelles,
en las mesas sin tardes,
me siento de repente mucho más solo
y no me animo a palparme,
aunque todo parezca estar en su sitio,
quizá todavía un poco más que antes.
Y sospecho que hubiera sido preferible
quedarme en aquella perdida parte mía
y no en este casi todo
que aún sigue sin caer.

Roberto Juarroz 




Roberto Juarroz:

Poeta y ensayista argentino nacido en Coronel Dorrego, provincia de Buenos Aires, en 1925.      
Graduado en Bibliotecología y Ciencias de la Información por la Universidad Nacional de Buenos Aires,
se especializó en  la Sorbonne, y desde entonces, fue ensayista, traductor y crítico literario, colaborando
en diversos medios de su país y del extranjero.
Miembro de número de la Academia Argentina de Letras y catedrático universitario por más de treinta años,
recibió numerosos premios, entre los que se destacan, el premio Esteban Echavarría en 1994, el premio
Jean Malrieu de Marsella
, y el premio de la Bienal Internacional de Poesía, en Lieja, Bélgica, en 1992.
La parte más importante de su obra, está reunida en  un volumen numerado bajo el título de Poesía Vertical.
Falleció en Buenos Aires en marzo de 1995.     ©

lunes, 30 de mayo de 2016

Gloria Fuertes - Ya ves que tontería






YA VES QUE TONTERÍA

Ya ves que tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar los papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte:

Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima nada más que tu nombre.

Gloria Fuertes
Pág 133 Obras incompletas