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lunes, 16 de agosto de 2021

"Lo que la marea esconde" de María Oruña

 


"...Llevaban mucho tiempo corriendo el uno hacia el otro sin encontrarse. Ambos eran en realidad como aquellas aves de las Órcadas, aquellos pájaros hijos de los árboles que venían de la oscuridad pero que después con suerte, eran los que más alto podían alzar el vuelo..."


Y otra vez que he leído novelas con más rápidez que he escrito sus reseñas. Tenemos que darle más vidilla a esta sección porque ya tenemos fila.

Interrumpí durante una semana la lectura de Andres Trapiello, su "Madrid" que ya hemos reseñado, para intercalar una novela ambientada en Cantabria. Me escapaba una semanita para esas preciosas tierras y quería que me acompañara una historia que se desarrollara allí mismo.

La elegida fue la cuarta entrega de las novelas protagonizadas por la teniente Valentina Redondo. Claro, estoy hablando del último libro de María Oruña: "Lo que la marea esconde". Me habían gustado las otras tres anteriores y tenía pendiente saber que había sido de los protagonistas.

En este caso concreto la acción se desarrolla en Santander ciudad. Las playas del Sardinero, la bahía, el Faro de Cabo Mayor y sus aledaños son los paisajes elegidos. Está maravillosamente ambientada, la verdad. Yo, que en ese momento estaba paseándome por allí, encontraba todo muy reconocible. Ya conocía Santander, pero verla, vivirla así, a través de la trama de una novela le da otro punto más de identificación con la historia y con la tierra.

El argumento de esta entrega es el siguiente: Judith Pombo, presidenta del Real Club de Tenis de Santander es encontrada muerta en su camarote de la goleta La Giralda. Lo más curioso es que la habitación está cerrada por dentro, aunque la herida del cadáver demuestra que se trata de un asesinato."

María Oruña recurre en esta novela al crimen conocido como de "la habitación cerrada" que ya la habían utilizado otros autores del siglo pasado. No es un tema nuevo. En consecuencia va a intercalar al comienzo de cada capítulo citas de buenos autores del género como Agatha Christie, Leroux o Edgar Allan Poe. Es todo un homenaje a aquellas novelas el que nos hace la autora en esta "Lo que la marea esconde". Yo, que cuando tenía 14 años me leí muchísimos libros de Agatha Christie en aquellos largos veranos que tanto he echado de menos desde que comencé a trabajar, he sentido que me transportaba tanto a aquellas historias que tanto me atrapaban como a la que yo era entonces, al releer esas alusiones a sus novelas.

No es de esta serie de novelas, la que más me ha gustado, la verdad. Pero por otra parte, creo que en esta cuarta entrega de la saga la escritora ha mejorado mucho en lo que se refiere al cuidado que ha puesto a la hora de estructurar la novela. Tanto por esa vuelta al género, como por lo curioso del punto histórico, no quiero desvelar nada, al que ha aludido para desentrañar el misterio en sus últimas páginas. Otra cosa ya es lo acertado o estrambótico que le parezca al lector esa explicación, eso ya es cuestión de gustos. A mí no me ha parecido mal.

En general, como las anteriores novelas policíacas con ésta protagonista, se lee muy bien. Está escrita en tercera persona y con una prosa muy sencilla, muy clara, que va fluyendo sola. Es muy entretenida y amena. Volver a la historia paralela de Valentina y Oliver, los protagonistas, siempre apetece, la autora ha creado unos personajes muy bien perfilados y creíbles, da gusto volver a encontrarse y saber cómo van avanzando en su relación. 

Están bien estas novelas de María Oruña, son agradables de leer y mantienen el interés. Eso sí yo las leería por orden, aunque son misterios diferentes en cada una, guardando su cronología se puede seguir mejor la historia personal y paralela de los personajes principales.

Y ahora a esperar la quinta.


sábado, 28 de octubre de 2017

"Un lugar a dónde ir" Segunda novela de María Oruña





Ya sabéis que de vez en cuando me gusta volver a las novelas de intriga, o a la novela negra. Y además si son “de casa” mejor que mejor. Nosotros tenemos unos novelistas en estos géneros tan buenos o mejores que los de fuera.

La última novela que he terminado ha sido “Un lugar a donde ir” de María Oruña. Me ha resultado muy entretenida.

Tenía ganas de leerlo porque ya me había leído el primero de esta autora “Un puerto escondido” donde habíamos conocido a sus principales protagonistas y había sido un buen descubrimiento. No es que esta novela sea continuación de la anterior, ambas se pueden leer de forma independiente. Pero los principales protagonistas sí son los mismos. Es como con Amaia Salazar del Guardián invisible, sigue la trama de la teniente pero es otro caso.

El argumento nos cuenta que han pasado varios meses desde los acontecimientos que ocurrieron en Puerto escondido y cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, que es el lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. La joven va vestida de princesa de la Edad Media. Valentina empezará a investigarlo mientras Oliver Gordon (con el que continúa su relación sentimental) sigue buscando a su hermano desaparecido.

Podríamos decir que el tema de esta novela es la importancia que tienen en nuestras acciones nuestra motivación, nuestra “pasión”, ese interés que nos empuja interiormente hacia algo, esa búsqueda de “conocimiento”. Incluso hasta casi perder la razón.  Aquí hay una serie de personajes cuya pasión es la ciencia: la espeleología, la historia, la arqueología… Y por otro lado también están los integrantes de una ONG unidos también por un acicate común.

Los personajes están bien perfilados. Tenemos a nuestros protagonistas que ya conocemos. Por un lado Valentina, una teniente de la guardia civil con sus dos ojos de distinto color, y Oliver, el inglés que se queda a vivir en Suances en la casa heredada. En esta novela vemos como siguen enamorados y tratan de asentar su relación. También aparecerán Michael, su amigo, y su ex mujer Anna. Paralelamente iremos conociendo a los personajes que forman un grupo de espeleólogos y arqueólogos: tres compañeros de aventuras y una bella polaca afincada en Alemania: Wanda. A todos ellos les une la pasión por la Ciencia.

La ambientación de estas novelas está muy conseguida. Como ya sabemos desde la novela anterior la acción se desarrolla en Cantabria. Los principales personajes viven en Suances, pero nos movemos por toda la zona: Comillas, Puente Viesgo... Supone un buen repaso para los que gustamos de viajar por esos parajes tan recomendables. Además en esta novela sobre todo vamos a interesarnos por las cuevas de Cantabria que son muchísimas además de la de Altamira, puesto que como ya hemos dichos son espeleólogos los demás personajes. Muy interesante, la verdad, todo lo que nos va contando la autora de las cuevas de la zona y el arte rupestre: Las Cuevas del Monte del Castillo (en Puente Viesgo), la Cueva de Las Monedas, las de Cullalvera... Dan ganas de ir a conocerlas porque varias son Patrimonio de la Humanidad. Además visitaremos dos lugares fuera de nuestro país, una ciudad medieval Nordlingen construida en el interior de un cráter en Baviera, y otra cueva espectacular la que se llama El Sotano de las Golondrinas en Méjico. Estas curiosidades geográficas y otras históricas añaden más atractivo a esta novela.
En lo que se refiere al manejo del tiempo la autora imprime un ritmo rápido a la narración al mezclar pasado y presente. El romper la linealidad del tiempo dota de mucha agilidad a la lectura.

En cuanto a la estructura de la novela, la autora ha creado tres líneas argumentales. Por un lado están nuestros protagonistas (Valentina y Oliver) con sus pesquisas y sus investigaciones en el presente. Y por otro lado están el grupo de espeleólogos, cuya relación se inicia mucho antes del momento en el que comienza la novela, momentos del pasado donde tenemos que acudir para entender su presente. Estas dos líneas tienen un narrador omnisciente en tercera persona. Y por último hay otra línea argumental, la de las reflexiones de un personaje que no sabemos quién es pero a quién conocemos como El Viajero del Sótano de las golondrinas y que nos habla en primera persona.
La prosa es sencilla y el ritmo ágil puesto que hay mucho diálogo. Está bien estructurada la novela, más elaborada quizá en cuanto a la creación literaria que la primera al utilizar más voces alternándose como narradores.

Yo le pondría un “pero” a esta novela y es que me ha parecido que al final hay demasiadas explicaciones en bloque para contarnos el por qué, el desenlace. Creo que deberían haber estado más dosificadas según íbamos descubriendo lo que ocurría. En este sentido me convenció más la primera novela. Pero bueno esto no deja de ser una apreciación personal, quizás a otro lector no le parezca así.

Lo cierto es que en general me ha parecido desde el principio muy entretenida, creo que la intriga está bien dosificada, su mimo y detalle en la ambientación me parece muy positivo y hay un punto de giro casi al final de la novela muy, muy conseguido.

Me alegro de que todavía en un futuro podamos disfrutar más del binomio Valentina-Oliver.

jueves, 11 de agosto de 2016

"Puerto escondido" de Maria Oruña


Hoy os traigo la reseña del último libro que he terminado: "Puerto escondido" de María Oruña.

Me ha gustado esta novela. Me ha parecido, sobre todo, muy entretenida.

Pero en primer lugar os copio el argumento:


"Oliver, un joven londinense, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino."

Sí, se trata de novela negra. Pero novela negra de aquí, de la nuestra, con lo que a mí me gusta... Aunque también tiene algo de "saga familiar" e histórico.

La trama está contada alternando dos líneas argumentales. Por un lado tenemos el presente, contado en tercera persona con un narrador omnisciente y que arranca desde donde cuenta el argumento: Se ha encontrado el cadaver de un bebé en una vieja casona colonial de Suances. La casa es de Oliver que la ha heredado, y la investigación corre a cargo de la inspectora Valentina y de su equipo. Y por otro lado hay otra línea de argumento paralela a la anterior que está situada muchos años antes, arranca justo el día 18 de julio del 1936, y que va contando la vida de Jana, una niña de un pueblecito también de Cantabria. Aunque está contado en primera persona, no sabemos quién cuenta este diario. Esta doble línea argumental le da mucho ritmo a la narración, la hace más atractiva porque multiplica los enigmas. Cada parte está precedida por una cita de otros libros, de alguna película...

Los personajes, en general, están bien caracterizados: El joven inglés Oliver con su humor discreto, la inspectora Valentina fuerte e independiente, la señora Ongayo delicada y dulce. Algunos personajes mejor que otros. Y la familia del diario muy bien caracterizado cada personaje en la dura realidad del 36 en el marco rural, creo que están más logrados estos personajes, que los que habitan en el presente. 

Cómo ya hemos dicho la autora hace saltos en el tiempo cada vez que pasa de un argumento al otro, y eso hace que el ritmo salte y la lectura se haga entretenida. Los ambientes están muy bien reflejados, no abusa de las descripciones aunque lo hace lo bastante bien cómo para que nos imaginemos perfectamente esos pueblos de Cantabria: Suances, Comillas, Santillana... Dan ganas de ir corriendo a pasearlos de nuevo. La ambientación es de lo mejor del libro.

La prosa de la autora es sencilla, directa. Alterna perfectamente la narración con los diálogos dando fluidez a la lectura. El diario está escrito en primera persona, por lo cual es más sesgada la visión de las cosas que nos ofrece al lector, como ocurre al utilizar este narrador en primera; es más ambiguo, más limitado, pero nos tiene hasta el final con la intriga de quién lo está contando. Quién nos lo está contando, mejor dicho, porque utiliza mucho el vocativo, el tú, el vosotros, con eso la autora busca atrapar aún más nuestra atención. La intriga está muy dosificada. Es cierto que es un poco previsible en algún momento, bastante antes de que termine ya tienes varios enigmas resueltos, pero hasta el final abundan las sorpresas porque quedan aún por descubrir varios giros en la trama. Y de hecho hasta queda algún cabo suelto, con lo cual lo mismo la autora piensa aprovecharlo en el futuro para otra historia.

Una novela que me he leído volando. Está bien. Sobre todo en la primera parte no dejaban de pasar cosas. Como os comentaba, el desenlace, la identidad del asesino es un poco previsible, pero no importa porque la autora sigue añadiendo datos, giros a la trama, que sigue fomentando la lectura. No quiero decir que sea un novelón, o que su prosa sea muy rica, no; pero en mi opinión en general está bien, es lectura de evasión, por lo menos a mí me lo ha parecido y creo que la autora ha sabido como estructurar la novela, cómo dosificar la intriga, y lo consigue.