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domingo, 22 de enero de 2017

"Anatomía de un hombre pez" de Eduardo Bieger Vera



BOCETO SOBRE FONDO AZUL

Como dice Carl Sagan "esta historia es sobre los humanos que son humanos". Transcurría el verano de 1989 -un calor asfixiante, tal y cual...- y allí estaba yo, con mi bañador color mandarina, mi colchoneta (a los ocho años, cualquier objeto lúdico o de interés iba perecedido de un mi) y el barniz epidérmico propio de un crío que disfrutaba de un mes de vacaciones en la playa, Y es que, de niño, el periodo estiv al no sólo era sinónimo de ociosidad, sino una profundización en el concepto de recreo..."

Pág. 15-

Terminé de leer "Anatomía de un hombre pez" de Eduardo Bieger Vera.Y lo hice con una sonrisa.

El título prometía y no me ha decepcionado.

Me gustó ese título tan sugerente en cuánto lo conocí, después me gustó mucho el índice del libro. Los títulos son muy importantes, pero los índices son muy ilustrativos de lo que nos vamos a encontrar después y a mí me gusta leerlos despacio antes de comenzar la novela. 

Las escamas, la piel, las espinas, los restos y reflexiones de un hombre pez. Esas son las cinco partes de esta novela. Así la ha estructura el autor. ¿No me digáis que no son sugerentes? En cuánto las leí, me sorprendieron gratamente. De fuera a adentro, me dije. Y es verdad que en la novela hemos ido avanzando en la historia, en el conocimiento de los personajes de esta familia así, de fuera a adentro.

El libro me había llegado a mi buzón semanas antes. El autor, como os decía, es Eduardo Bieger Vera. A quién tuve el placer de conocer porque nos premiaron en el mismo certamen de relato hace muuuuuchos años. Siempre nos quedará Motril.

Me gustó mucho que Eduardo contactara conmigo para enviarme su novela. Yo sabía que estaría bien escrita, lo sabía antes de empezarla.

La novela fue II Premio Internacional de Narrativa "Novelas ejemplares"Facultad de Letras de la Universidad de Castilla La Mancha.

El argumento nos cuenta los avatares de una familia española de clase media a mediados de los ochenta. Nos cuenta el paso del tiempo sobre ellos.

Los personajes están tan bien caracterizados que no cuesta nada verlos moverse y hablar.  Comenzando por el hijo pequeño, un niño de ocho años, vivaz, y atento al mundo. Sus hermanos, Rafa y Miriam, dos adolescentes con su típicos de problemas de no encontrar su lugar en el mundo y enamorarse de quién no les hace caso... Los abuelos, esos abuelos con los que se compartía tanto viviendo en el mismo apartamento en el verano, amontonados. El padre Alberto que cuando comienza la novela está "de Rodríguez" en la ciudad mientras su familia está en la playa, y su mujer que está en plena crisis de madurez.

OBSERVACION EXTERNA, RÉGIMEN INTERIOR

Mi padre en Madrid, trabajando, mi madre echándole de menos, mi hermana sin parar de leer, mi hermano fumando Bisontes a escondidas con los amigos, y los abuelos paseando cogidos de la mano hacia el infinito. A simple vista eso era todo, sin más. Y es que de niño, solo existe lo que uno percibe, que ya es mundo, a veces incluso todo, y a lo sumo lo que unoimagina respecto de lo percibido, pero no lo que uno piensa sobre lo evidente; esa improductiva fase se intensifica a medida que uno madura. (...)
Pág. 19.

 Ambientada en esa España de finales de los ochenta, pero muy bien ambientada, porque al leer la novela sonreía visualizando muchas escenas como si las hubiera vivivo, de tan bien contadas, tan visuales, tan parecidas a otras que viví o pude haber vivido.

La prosa del autor es amena, con muchas pinceladas de humor. A veces irónica, a veces casi diseccionando el lenguaje. Está contada en primera persona. Pero aunque comienza contándolo el hijo más pequeño, el niño de ocho años, os he copiado el comienzo de la novela al principio de la entrada, después se disgrega en un caleidoscopio de voces. Cómo va transcurriendo la historia de la familia nos lo contará cada vez un miembro de la familia. Está muy bien llevada la trama gracias al multiperspectivismo, vemos el verano desde la voz, desde el interior, de los distintos personajes.

Por otra parte los diálogos me han gustado muchísimo. Son frescos, naturales, le dan un buen contrapunto a los párrafos en prosa y reflejan fenomenal las relaciones entre los miembros de la familia:

- Abuelo, ¿has matado alguna vez a alguien?
-¿Y tú, de qué equipo eres?
-¿Por qué siempre contestas lo mismo?
-Prueba a hacer otra pregunta y verás como respondo algo distinto.
-Pero estuviste en la guerra.
_Sí.
-Cuéntame cosas de la guerra, abuelo.
-Vivir una guerra es peor que lo peor que puedas llegar a imaginar. Las personas matan sin saber por qué, probablemente por miedo a morir a manos de aquellos a quiénes arrebatan la vida. Si en alguna ocasión conversas con alguien que intenta justificar no ya una guerra, sino una sola batalla, no le escuches, no discutas, da media vuelta y aléjate, por que no están dialogando con un ser humano, sino con una bestia.
-O sea que el motivo de las guerras es el miedo... pero mucha gente no lo tiene.
-Es cierto. El miedo es más el efecto que la causa. 
-¿Entonces?
- ...
Pág. 87-

Lo dicho. Me parece que el autor ha escrito unos diálogos de lo más logrado.

Aunque tengo un "pero", me refiero a la última parte del libro: "Reflexiones de un hombre pez". No sé si acaba de gustarme mucho... La novela se podía haber terminado perfectamente, en mi opinión, al final justo de la parte anterior. Me encanta ese diálogos entre los hermanos.

¿Cuánto añade la última parte? me he preguntado varias veces. Por otro lado me gusta el juego del paralelismo con el mundo de los peces. Me gusta el razonamiento por el que se llega a la conclusión de que en realidad estamos tan solos como ellos, aunque sea en familia, porque sufrimos la soledad de manera solidaria...

En fín, que ésta última parte me ha causado perplejidad. Lo que tampoco, ahora que lo pienso, está mal.

"Anatomia de un hombre pez" de Eduardo Bieger Vera. Una novela sobre las familias de los ochenta bien escrita, con la que te identificas, y que te deja una sonrisa ¿nostálgica?, cuando la terminas.


Anatomía de un hombre pez
Eduardo Bieger Vera
Editorial Verbum

domingo, 11 de diciembre de 2016

"Manual para mujeres de la limpieza" Lucía Berlín


 "Loretta conoció a Anna y Sam el día en que salvó la vida de Sam.
Anna y Sam eran viejos. Ella tenía 80 años y él 89. Loretta veía a Anna de vez en cuando cuando iba a nadar a la piscina de su vecina Elaine. Un día se detuvo mientras las dos mujeres convencían al viejo para tomar un baño. Por fin entró, nadando estilo perrito con una gran sonrisa en su rostro, cuando tuvo una convulsión. Las mujeres estaban en la parte menos profunda y no se dieron cuenta. Loretta saltó a la piscina con zapatos y todo y lo empujó hacia las escaleras hasta sacarlo fuera de la piscina. No necesitó reanimación pero estaba desorientado y asustado. Tenía un poco de medicina para tomar, para la epilepsia, y le ayudó a secarse y vestirse. Se sentaron con él un tiempo hasta que estuvieron seguras de que él estaba bien y podía caminar hasta a su casa, en la misma manzana. Anna y Sam agradecieron a Loretta por salvar su vida, e insistieron en que fuera a comer a su casa al día siguiente...."

Me he terminado "Manual para mujeres de la limpieza" de Lucía Berlín.

Una colección de cuarenta y tantos relatos que no te dejan indiferente. Ninguno.

Me han gustado mucho. 

Se trata de una selección de los mejores cuentos de esta autora que nació en 1936 y murió en el año 2004, en ambas ocasiones en el mismo día. Se casó tres veces, tuvo cuatro hijos, y vivió una vida itinerante y muy azarosa marcada por la sombra del alcohol que heredó directamente de su madre.

Sus primeros cuentos datan de los años sesenta, pero publicó poco y casi no es conocida. Al final ya casi de su vida tuvo cierto reconocimiento, dió clases de creación literaria en la Universidad de Colorado. Pero es ahora, cuando gracias a este "Manual para mujeres de la limpieza" se ha situado desde el primer momento entre los libros más vendidos. 

Comienza con un prólogo y una introducción que te ponen en situación. Y termina con una pequeña biografía. En medio esos 43 relatos intensos, diferentes, que te impactan a veces por su suciedad o fealdad y otros por tanta ternura o melancolía.

Muchos toques autobiográficos en ellos, a poco que leas su biografía. Fue madre, enfermera, mujer de la limpieza, recepcionista en una consulta de un ginécologo, sobre todo fue libre y fue alcoholica.

"-¿Sabes una cosa que he aprendido en la vida? La mayoría de la gente no se fija en nada, y si se fija, no le importa.
- Eres tan cínica..."

"Mamá odiaba la palabra ‘amor’. La decía con el mismo desprecio que la gente dice la palabra 'furcia'"

Y sus relatos son así. Rezuman naturalidad y espontaneidad. Tienen toques de humor negro, de melancolía.
No me han gustado todos por igual, obviamente. Pero me han gustado mucho, muchos. Son cotidianos, reflejan la normalidad o la anormalidad de unas vidas.

En cuanto a la estructura es variable, cambia de tono, de tema... Tampoco se detiene en ser metódica, o por ejemplo, en hacer finales cerrados. No, hay muchos que de pronto se acaban, y dices: Ah se acabó. Va por libre también en ésto. Aunque hay otros en los que el final es demoledor como en el titulado "Mamá". Juega con la estructura, la flexibiliza y en cada relato cambia. Escribe con frases cortas y sobre todo te hace unas metáforas muy originales que me han gustado mucho. Te muestra los olores, los sabores, con detalle, te los hace vivir: el olor de la profesora,  Es una prosa rica, donde pasan muchas cosas, está viva. Os copio algunas de sus imágenes:

"Intentar que David me contara cómo era de pequeño, o me hablara de su primera novia, de cualquier cosa, era como arrancarle una muela. ..."  

"Una noche hacía un frío espantoso, Ben y Keith estaban durmiendo conmigo, con los monos de la nieve puestos. Los postigos batían con el viento, postigos tan viejos como Herman Melville. ..." 

"Odiaba a los niños. Una vez la fui a buscar a un aeropuerto cuando mis cuatro hijos eran pequeños y chilló: ¡Quitámelos de encima!, como si fueran una manada de dóbermans."
 
Cuentos como "Silencio", "Toda luna, todo año", "Buenos y malos" o "Penas" me han gustado mucho.

Sus personajes son gente que no se quiere a sí misma, o pasa visicitudes de todo tipo. Pero al mismo tiempo muchos de ellos son entrañables y naturales. Pasan calamidades, son inadaptados, pero te los describe, te los muestra con esa forma de escribir que te los devuelve muy cercanos: Los jóvenes que viven vidas caóticas, los abuelos que se creen acompañantes en vez de acompañados... En cambio a otros personajes te los muestra tan bien en sus gestos que no te los hace entrañables, pero los sientes para bien o para mal:

"Hemos recordado tus bromas y tu forma de mirar, sin que nunca se te escapara nada. Eso nos lo diste. La mirada.
No el don de escuchar, en cambio. Nos concedías cinco minutos, quizá, para explicarte algo, y luego decías: "Basta". "

Y relato a relato vas desenvolviendo temas eternos como la enfermedad, la adicción, el amor, el desamor de una madre, sí pero también el deslumbramiento, el final de un matrimonio,la ocultación del propio dolor para ayudar a otro... Temas intensos, desnudos, universales.

No son relatos "bonitos", pero te van horadando. Ya os he dicho que no os dejaran indiferentes.

Yo al final del libro me he vuelto a leer el prólogo, y la introducción, y creo que los he saboreado más.




"Cesar la esperó en la oscuridad moviendo apenas las aletas y entonces la atrajo hacia él. Se abrazaron, sus reguladores entrechocaron. Al notar que la estaba penetrando, entrelazó las piernas a su cuerpo mientras daban vueltas y ondulaban en el mar oscuro. Cuando Cesar se apartó, el esperma quedó flotando entre los dos como tinta blanca de pulpo. Siempre que Eloise rememorara la escena en el futuro no sería como suele recordarse a una persona o un acto sexual, sino más bien un fenómeno de la naturaleza, un ligero temblor de tierra, una ráfaga de viento en un día de verano. "

viernes, 4 de noviembre de 2016

"La vida era eso" de Carmen Amoraga





«La muerte no se lo lleva todo. Se lleva solo una parte, la parte mala, los malos recuerdos, los malos modos, las malas maneras(Página 189)


He terminado de leer "La vida era eso" de Carmen Amoraga. este libro fue premio Nadal en el año 2014.

A mí, la verdad no me ha encantado este libro. Al principio me gustaba más, pero luego a pesar de ir siendo más esperanzador se me ha hecho un poco repetitivo, ya quería llegar al final y ver el desenlace porque me resultaba un poco circular. 

El tema de la novela es el duelo, y la superación poco a poco de ese duelo.

«El mundo sigue girando, se marche quien se marche(Página 259)

El argumento cuenta que Giuliana, su protagonista, se enfrenta a la muerte de su marido, William, que muere de cáncer, y va narrando cómo sale adelante, cómo intenta sobrevivir con la pena.

Está estructurada según las fases del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. 

El estilo de la autora es de frases cortas, sencillas, directas. Se lee bien. Y tiene muy en cuenta los sentimientos de los personajes, me gusta cómo los disecciona, cómo los hace palabras y te los transmite.

En cuánto a la dimensión espacio temporal. La novela está enmarcada en España y en la actualidad. Las redes sociales, y en concreto facebook, tiene un gran protagonismo en la novela. Eso ancla la trama perfectamente al momento presente. Facebook es muy importante, en esta novela, para continuar unidos a otras personas, el cauce por el que las demás muestras su adhesión, su compañía. En cuánto al manejo del tiempo, la autora lo rompe varias veces, no es líneal, sino que va dando saltos de presente a pasado y viceversa, eso contribuye a agilizar el ritmo de la narración. 

Los personajes, yo creo que están bien definidos, muy bien. Son creíbles, son personajes con luces y sombras como las personas reales. En esta novela, es de lo que más me ha gustado cómo ha plasmado la autora a sus personajes, cómo los ha creado. Los ves moverse, sufrir, recaer, e intentar levantarse. No os había dicho que están basados en unas personas reales de carne y hueso, en vez de Giuliana se llama Vivi la protagonista de esta historia real. Pero La autora ha sabido muy bien llevarla al papel, traducir sus angustias, sus penas en palabras, eso es yo creo lo más importante de este libro.

También me ha gustado mucho cuando en la novela se nos habla de libros, de literatura y autores. Esas pinceladas.
«También hacía poco había leído Nada, de Carmen Laforet, y había anotado con su letra endemoniada: “Parece mentira que una mujer tan joven fura capaz de escribir así, de describir esa desolación(Página 65)


  La crítica que yo le pondría es que me ha parecido que le sobran páginas. Demasiadas vueltas. Aún así me gusta el giro que da la historia casi al final del libro, me gusta mucho en qué punto nos deja la historia. 


Para terminar os copìo el enlace dónde se cuenta el origen de ésta novela, por si os apetece leerlo.


¿De dónde nació esta novela?

jueves, 27 de octubre de 2016

"La noche en que Frankestein leyó el Quijote" de Santiago Posteguillo



"Y tal es la pasión que Mary Shelley sintió por esa gran obra que el lector curioso encontrará una referencia a Sancho Panza en el prólogo de Frankenstein, igual que podrá observar que la novela de Mary Shelley presenta tu relato a través de múltiples narradores, es decir, la misma técnica narrativa de Cervantes usó para el desarrollo del Quijote. Y por si quedan dudas Mary Shelley decidió recrear la famosa “La Historia del Cautivo” capítulos 39 y 41 de la primera parte del Quijote."


Ya hace tiempo que me terminé el libro del que vamos a hablar hoy un poquito: "La noche en que Frankenstein leyó el Quijote" pero no he tenido tiempo de que nos pusiéramos a reseñarlo.

Me ha gustado mucho.

Yo ya había leído de este autor otro sobre la misma temática "La sangre de los libros" y ya me había gustado mucho. Así que partía con cierta ventaja. Os dejo el enlace de aquella reseña por si queréis echarle un vistazo:


Y también es verdad que a mí me gustan los libros que hablan de libros. Porque como en aquel caso, este libro tampoco es una novela, son pequeños artículos, pequeñas historias muy interesantes sobre la literatura universal y sus libros.

En realidad el tema principal es contarnos que hay de secreto, qué se esconde detrás de muchos autores y libros muy importantes. 

Pero los argumentos son muy variados: Empieza con la biblioteca de Alejandría y cómo hicieron para que la forma de archivar sea alfabética, y ya va saltando de época en época y de autor en autor: ¿Cómo escribían Dumas, Shakespeare, Dickens…? Curiosidades sobre Tolkien, Dickens, J.K. Rowling, Cervantes, Dostoievski… ¿Que tuvo que ver el éxito de Harry Potter con una niña de ocho años? ¿Cómo se relacionó Kafka con la Gestapo? Por poneros algunos ejemplos.

Se aprende con el libro. Si no se me olvidara... Obviamente algunos me han gustado más que otros, pero yo creo que en general ninguno tiene desperdicio.

La prosa de este autor es muy amena, muy sencilla, muy ágil. La forma de contarlo es cercana, lúdica. Como las historias son cortas y el ritmo rápido, se lee de un tirón, sin apenas darte cuenta.

Es un libro ideal para intercalar entre novela y novela, viene muy bien para desconectar de una historia larga porque se lee muy bien.

Desde luego si uno es amante de curiosidades literarias, yo creo que este libro le gustaría. Y de cara a las próximas navidades hasta podría ser un regalito muy interesante. Pero también es cierto, que quizás si alguien es muy entendido en estas materias podría calificarlo de ligero, de pasar por encima de algunas cuestiones peliagudas que se abordan en el libro. 

En fin, depende de lo que cada uno busque. Para pasar un rato entretenido aprendiendo o recordando curiosidades literarias desde luego yo lo recomiendo. 



"El preso nuevo llevaba días con una idea en la cabeza, con una historia de esas de… novela. Tenía que distraerse o se volvería loco.

«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…», empezó con decisión, y con decisión siguió un par de horas. Hasta que se le acabó la tinta y el sol dejó de iluminar bien.

            Ahora esa misma cárcel sevillana tiene una placa, justo en la esquina de la calle Sierpes con Francisco Bruna, que reza: «En el recinto de esta casa, antes cárcel real, estuvo preso (1597 - 1602) Miguel de Cervantes Saavedra, y aquí se engendró para asombro y delicia del mundo El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La Real Academia Sevillana de las Buenas Letras acordó perpetuar este glorioso recuerdo, año de MCMLXV.» No me queda claro qué de «glorioso» tuvo aquel encierro para el bueno de Cervantes. He contado hoy día hasta más de veinte placas en honor a Cervantes por toda Sevilla. Y si contáramos todas las de España, no quiero ni pensarlo. Hasta tenemos un premio de las letras con su nombre y un instituto de promoción del español también. Sí, ahora sí, pero aquel 1597 lo metimos en la cárcel.
 
 Así somos. "
 
 
Santiago Posteguillo es profesor de literatura en la Universitat Jaume I de Castellón. Estudió literatura creativa en Estados Unidos y lingüística, análisis del discurso y traducción en el Reino Unido. De 2006 a 2009 publicó su trilogía Africanus, sobre Escipión y Aníbal, merecedora de grandes elogios por parte de los expertos. Santiago Posteguillo ha sido premiado por la Semana de Novela Histórica de Cartagena, obtuvo el Premio a las Letras de la Generalitat Valenciana en 2010 y fue galardonado con el Premio Barcino de Novela Histórica de Barcelona en 2014. Ha publicado también La noche en que Frankenstein leyó el Quijote y La sangre de los libros, dos imaginativas obras de relatos sobre la historia de la literatura.
Con su Trilogía de Trajano, Posteguillo (Escritor Valenciano del Año 2015) ha continuado recibiendo elogios por su narrativa histórica. A Los asesinos del emperador siguió Circo Máximo, y con La legión perdida, su obra más ambiciosa y espectacular, cierra esta exitosa trilogía que ha cautivado a decenas de miles de lectores.

martes, 11 de octubre de 2016

"Historias de Nueva York" de Enric González



"La vida en Nueva York es un deporte de velocidad y reflejos en el que, al final, decide la suerte. Eso tiene que ver, seguramente, con el tipo de personas al que atrae la ciudad. Pocos van a NuevaYork para retirarse o para llevar una vida tranquila. A Nueva York se va a trabajar y a vivir con la mayor intensidad posible, lo cual acarrea riesgos. Y hace falta suerte. Supongo que yo la tuve. Algunos de mis amigos no la tuvieron".

Os contaba en la entrada anterior dedicadas a las reseñas de libros que voy leyendo, que me había terminado "Lugares que no quiero compartir con nadie" de Elvira Lindo, y también os decía que como consecuencia de mis vacaciones por EEUU me había preparado dos libros sobre Nueva York, el anterior y otro, el titulado "Historias de Nueva York" de Enric González.

También me gustó mucho. Desde la primera página, me atrapó y lo leí enseguida. Por su tono reflexivo, por su aire nostálgico, por lo circunstancial y concreto de las cosas que contaba... No es una novela, es un libro de viajes, o un ensayo, no sé muy bien cómo calificarlo.

Por supuesto su visión de la ciudad es otra que la de Elvira Lindo, cuenta menos sobre su biografía, solo que tiene a su mujer Lola, pero coinciden en la profesión de periodistas y en su atracción a veces díficil pero leal, por este Manhattan que no duerme nunca.

Me gustan mucho estos libros que te ofrecen un Nueva York diferente al de las guías. Que no se incide, ni se detiene, en los monumentos principales que no debemos dejar de ver, sino que te regala otra ciudad, en este caso, a pinceladas, sin dar muchos detalles de nada, pero logrando transmitirte sus sensaciones. La historia de los Yankees, por qué los filetes son más amarillentos, el sandwich de Woody Allen, el último martini de Dylan Thomas...

Tiene este pequeño gran libro mucho de nostalgico y triste, cuando te habla de la solidaridad de los neoyorquinos cuando el 11S, según él se portaron mucho mejor que en Washington. O la gran tristeza por los compañeros periodistas, muertos en los conflictos, con quiénes coincidió en Nueva York. O simplemente cuando te describe esa ciudad silenciosa tras una gran nevada.

A mí me ha gustado mucho cuando habla de los millonarios que contribuyeron a la creación de los rascacielos o edificios emblemáticos de la ciudad. Gracias a éste libro he sabido de algunos como Morgan, y he podido conocer su preciosa biblioteca, o he sabido de otros rascacielos que no son el Empire o el Chrysler, más conocidos.

Es un libro corto, de capítulos breves, que se lee muy rápido ya os digo, porque no tiene muchas páginas, pero algunos de sus párrafos son muy profundos. Es el libro de un periodista viajero que recaló en la ciudad de los rascacielos, no de un turista. Yo se lo recomendaría desde luego a quién fuera a visitar Nueva York.

A mí ya me está dando rabia de que se me olviden algunos de los detalles que he conocido gracias a este libro. Pero bueno, seamos positivos, lo mejor es saber dónde puedo volver a encontrarlos y repasarlos.

Este autor tiene libros sobre otras ciudades: Londres, Roma... que seguro voy a leer.  Porque Enric González ya es uno de "mis" autores.


Enric González trabajó de corresponsal en Nueva York desde el año 2000 hasta el año 2003. 


"He vuelto, claro que he vuelto.

Hacía mucho frío, como en mi primer viaje. (...)

Nueva York sigue siendo una tormenta de almas, un caudaloso río humano. Para entender ciertas cosas no hacen falta idiomas, ni experiencia, ni memoria. Basta con abrir la ventana y escuchar el rugido de la bestia."

lunes, 3 de octubre de 2016

"Lugares que no quiero compartir con nadie" de Elvira Lindo





“Soy neoyorkina por la familiaridad que siento ya con la ciudad, y soy extranjera porque no tengo raíces aquí”.

Vamos a retomar el blog, y las reseñas de los libros que voy leyendo con “Lugares que no quiero compartir con nadie” de Elvira Lindo.

Cómo tenía previsto viajar por segunda vez a Nueva York, me apetecía leer mucho libros que hablaran de la ciudad, que me descubrieran lugares que yo no supiera que había que conocer. Y elegí dos libros, éste de Elvira Lindo que vamos a reseñar ya y uno de Enric González que reseñaremos otro día.

Pues bien, me han gustado mucho los dos.

“No es país para viejos, afirman con frecuencia, y lo hacen como si fueran los primeros en pronunciar la frase mientras tomamos un café con tarta de queso italiana en el Café Reggio, que se encuentra en el corazón del área de la Universidad de Nueva York. Cuántas afirmaciones no habré escuchado yo sentada en uno de estos viejos sillones de terciopelo y respaldos trabajosamente torneados. Cuántos de esos juicios implacables que se emiten tras observar la ciudad de manera superficial me han dejado preguntándome si la imagen de las ciudades o de los pueblos no depende de cuatro tópicos construidos y asumidos colectivamente por visitantes que llegan, pasan una semana y quieren marcharse a casa con un equipaje de opiniones rotundas. El hecho de que tantas veces se haya repetido esta misma conversación en el Reggio, un café de 1920 que se jacta de haber iniciado a los neoyorquinos en el arte del capuchino, tiene su porqué: se encuentra a un paso de Washington Square, en el West Village, cerca del Soho, a un paso deTribeca, en el centro del itinerario que suele patearse el visitante. Es aquí mismo donde descubre, entusiasmado, que Nueva York es también un entramado de callecillas con casas relativamente bajas, en el que todo parece estar hecho para enamorar al recién llegado: las pastelerías, las pequeñas boutiques caras pero con un encanto negligente y alguna librería, como Tree Lives, en la que parece que están a punto de entrar o acaban de irse Lou Reed o Patti Smith. Recuerdo haber pasado infinidad de tardes aquí, en el Reggio, divagando con los visitantes sobre el alma de la ciudad (o incluso sobre la del inabarcable país), escuchándolos sobre todo a ellos, sintiéndome cada vez más incapaz de afirmar o negar,porque según ha ido pasando el tiempo me he dado cuenta de que conocerla es aceptar que la desconoces, que hay algo en su más íntimo mecanismo que te es ajeno, de la misma manera en que uno siempre es un extraño sentado a una mesa entre los miembros de una familia que no es la tuya, por muy sincero que sea el cariño o la cercanía.”

“Lugares que no quiero compartir con nadie” de Elvira Lindo es un recorrido vital por la ciudad de la mano de esta autora que supongo que ya todos sabemos que ha vivido allí muchos años porque a su marido, el también escritor Antonio Muñoz Molina le hicieron Director del Instituto Cervantes.

No es la primera vez que leo a esta periodista y novelista, me gusta mucho su estilo directo, fresco, sencillo pero no exento de profundidad e intensidad si lo requiere el argumento. Por supuesto no es igual una novela que este caso, que podría denominarse de alguna manera “libro de viajes”, pero aún así también me ha gustado mucho por varias razones. 

En primer lugar, porque está escrito en primera persona pero no solo desde el punto de vista formal, sino en primera persona de forma íntima y personal. La autora te cuenta de su biografía en sus paseos por Nueva York, y lo hace desvelando mucho de su vida con su familia, con su marido Antonio, con sus tres hijos: Arturo, Miguel y Antonio, sin importarle “desnudar su intimidad” de alguna forma al lector. Esto hace que la lectura se vuelta más familiar, más entrañable.

Vemos Nueva York por los ojos de Elvira Lindo, que vive en el Upper West, y que te muestra la ciudad con sus paseos diarios con su perra Lolita o con sus allegados. Y al hacerlo te muestra sus recuerdos y anécdotas, ahondando en pensamientos y sentimientos. Humanizando la ciudad.

Por eso tan pronto estamos en los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001 vividos en Nueva York por nuestros protagonistas, como estamos en la polémica que suscitó su pregón en Barcelona en el año 2006. Tan pronto estamos hablando de los problemas de ansiedad de la autora y que la lleva a la consulta de un especialista cada semana, como de la caída que tuvo en su ascensor, uno de esos que lleva ascensorista, que deja a varios de sus vecinos preocupado hasta tal punto que no dudan en llamar a su puerta una y otra vez para ver como evoluciona.

Cómo ya hemos dicho el tono de este libro es intimista, sencillo, efectivo desde luego, porque te identificas con la autora en sus momentos dramáticos, pero también te ríes con ella en los momentos cómicos y absurdos que vive. Y aunque espacialmente no salimos de Nueva York y alrededores, temporalmente va dando saltos, como siguiendo el hilo caótico y narrativo de los pensamientos de la autora, el hilo de sus recuerdos que tan pronto son más antiguos cómo más modernos. 

Supongo que quiénes ya hayáis leído a esta autora ya sabéis, y si no es así os lo digo, que su estilo literario aúna la ironía con la ternura perfectamente. Gracias a la conjugación sabia de ambos ingredientes, te hace partícipe de sus historias, te hace cómplice. En este caso hay momentos que se cuentan casi hilarantes, como el que os he comentado del ascensor, pero en general no es un libro divertido. Tiene un poso melancólico. Un tono profundo, sereno.

Elvira Lindo te muestra de Nueva York sus lugares preferidos, sus restaurantes, sus tiendas, sus calles, lugares cotidianos en su vida diaria. Te muestra tanto estos lugares menos conocidos, más anónimos pero muy sentimentales, como los más públicos como el Museo de Historia Natural, o el parque High Line, o la ribera del río Hudson, que también en su caso tienen su carga sentimental.

A mí me ha gustado especialmente cuando habla de las casas de algunos autores como su visita a la casa de la autora de Mujercitas, Louise Mary Alcott, o la casa de Luis Armstrong. Cuando lo leía me entraban ganas de salir corriendo a conocerlas. Me han gustado mucho las referencias literarias de sus paseos, no en vano tanto ella como su marido se mueven en este ambiente. Las referencias a la familia de Lorca en el exilio, por ejemplo. Paseos literarios que conllevan deferencia, respeto. Me gusta mucho cómo los trata.

Acompaña la autora su relato autobiográfico con una guía de lugares al final.

Y desde luego me ha gustado mucho cómo ha finalizado el libro, con esa alusión más extensa a la dedicatoria del libro: A Antonio, porque donde está él está mi casa. Precioso. El final, desde luego, es una declaración de amor.

Lo dicho. Me ha gustado mucho este libro. Aunque lo he comenzado con la certeza de que iba a visitar ya la ciudad de la que me estaba hablando y lo he terminado ya en ella. Por supuesto eso puede influir, influye mucho, teniendo en cuenta que es una ciudad a la que no me canso de volver. Pero no es una guía de Nueva York, no habla de los lugares principales a lo que tiene que ir alguien que nunca ha visitado esta ciudad, o tal vez sí, pero de pasada. Habla del Nueva York del día a día. Nos ofrece un relato vital de lo que es vivir en ella cada día durante seis meses al año. Con sus días nevados y sus días soleados. Con sus millones de habitantes de paso, con sus jaleo, y sus imbebibles cafés en las manos.

Es un libro de doscientas y pico páginas que se leen volando. Si te gusta Nueva York, y te gusta cómo escribe Elvira Lindo yo creo que te gustará.

  

jueves, 15 de septiembre de 2016

Los ángeles de hielo de Toni Hill



Bueno pues terminé de leer "Los ángeles de hielo" de Toni Hill y me gustó mucho.

Tenía un poco de apresión por si no me gustaba tanto como me había gustado su trilogía anterior, la que comenzaba con "El verano de los juguetes muertos", la trilogía del inspector Héctor Salgado. 

Pero la verdad es que sí que me ha gustado bastante. Y aunque no tiene nada que ver con la trilogía anterior me ha tenido muy, muy entretenida. 

Pero comencemos a reseñarla un poco.

Os copio el argumento que podemos leer en cualquier página que hable del libro: 

"Barcelona, 1916. A sus veintisiete años, Frederic Mayol ha dejado atrás una vida cómoda en la esplendorosa Viena y la traumática participación en una guerra que sigue asolando Europa. Psiquiatra y seguidor de las teorías psicoanalíticas, se enfrenta a su futuro puesto en un sanatorio ubicado en un tranquilo pueblo pesquero cercano a Barcelona, un enclave perfecto para superar los horrores vividos en el frente. Pero la clínica y sus alrededores no resultan ser tan idílicos como pensaba. Las sombras de un siniestro pasado se ciernen sobre los ángeles que decoran la fachada del edificio, como si quisieran revivir los acontecimientos que sucedieron en la casa siete años atrás..."

Yo creo que el tema que subyace a toda la novela es la maldad. Y teniendo en cuenta que la novela arranca con un condenado a morir en el garrote vil, que clama que es inocente, pues enseguida nos damos cuenta de que "vamos por mal camino"...

La novela tiene tres narradores principales: El doctor Freixas, el antiguo jefe del protagonista Frederic en el psiquiátrico donde éste estuvo trabajando. En éste caso es un narrador en primera persona. Después podemos hablar de un narrador en tercera persona que nos cuenta la trama desde que el protagonista Frederic, llega a Barcelona. Este narrador en tercera persona es el narrador omnisciente que todo lo sabe. Aquí la narración está salpicada de diálogos que dan mucha fluidez al relato. Y además incorpora las cartas que el protagonista se cruza con Anna Freud. Y por último tenemos un tercer narrador, que es la voz de Águeda la Directora del Internado para señoritas que ocupa años antes el mismo edificio que luego será psiquiátrico, y que nos cuenta la historia según la va escribiendo en su diario. Luego también es una primera persona con todo el sesgo al contar la historia que eso conlleva.

Esta variedad de narradores ofrece al lector una visión multiperspectivista de los sucesos que narran la novela de forma muy rica. 

Por otra parte se rompe el ritmo temporal, la trama va hacia delante y hacia atrás. Con lo cual también eso imprime mucho ritmo a la narración. El primer narrador, el doctor Freixas, nos cuenta su historia en 1930. La parte del segundo narrador, el omnisciente va desde 1916 hasta 1920 aproximadamente. Y la visión del diario de Águeda, la tercera narradora, cuenta unos hechos que sucedieron mucho antes hacia 1908.

Luego el escritor ha sabido introducir en la escritura muchos recursos estilísticos desde el punto de vista formal que ha enriquecido la lectura. Tenemos diarios, cartas, narración en tercera persona... 

Los personajes están bien perfilados. Son creíbles. 

En cuánto a la ambientación de la novela, es típicamente gótica. La atmosfera está muy conseguida. Tenemos elementos en el paisaje que enseguida nos centran en ella: Un edificio enorme con figuras de ángeles en la fachada, que fue el proyecto de un hotel que no llegó a ser porque se arruinó el dueño. Después fue un internado de señoritas donde ocurrió un desgraciado incendio. Y al final es un psiquiátrico... Además de eso tenemos algunos pasajes que claramente nos llevan a momentos de tensión con escenas casi sobrenaturales. La ambientación se desarrolla entre la Barcelona de principios del siglo pasado, donde empiezan las revueltas trabajadoras y Viena mientras está ocurriendo la Primera Guerra Mundial.

El autor ha dosificado bien los ingredientes de la intriga, ha creado varias tramas que al final van a ir confluyendo en una sola. Quizás lo que menos me ha gustado ha sido el final, le he encontrado un poco apresurado. Aunque por otra parte me ha gustado el detalle de que el narrador que comienza y cierra la trama te cuente que ha sido de algunos protagonistas. 

En fin, que me ha gustado esta novela. Me ha parecido muy entretenida. Me ha tenido muy pillada con su intriga y los giros que ha ido imponiendo el autor. 

Me gusta la forma de escribir de este autor Toni Hill, por ahora todo lo que he leído de él me ha gustado bastante.


lunes, 29 de agosto de 2016

"Lujuria" de Eslava Galán



"Mujer que sabe latín, no tiene buen fín"


Ya me he terminado Lujuria de Eslava Galán. 

Bueno. No ha estado mal. Ha sido una lectura distraída, en ocasiones amena. Pero tampoco es es que me haya enganchado mucho. Bueno en realidad al principio sí, pero me ha parecido que hacia la mitad del libro es un poco repetitivo. Pero bueno vamos a verlo más despacio.

Está dividido en 45 capítulos bastante breves, a los que se suman las ilustraciones. 

El tema, por supuesto, es la lujuria. En éste libro el autor hace un repaso de cómo hemos enfrentado el sexo en España en los dos últimos siglos, por supuesto monarquía incluída.

"Dado que el libro va de lujuria consignemos que la despreocupación de esta madre desalmada se debió en buena medida a su encalabrinamiento, a los dos meses de quedarse viuda, con el sargento de la Guardia Real Fernando Muñoz con el que se casó en secreto y engendró nada menos que ocho hijos. Como se daba la circunstancia de que durante su matrimonio con Fernando VII había tardado en quedarse embarazada, circuló la coplilla: "Clamaban los liberales/Que la reina no paría/¡Y ha parido más muñoces/que liberales había."

Por supuesto en este tratado se habla mucho de las prohibiciones en este sentido que ha ejercido sobre la sociedad la Iglesia, y después la dictadura de Franco. 

"Antes las mujeres respetables se veían obligadas a fingir que carecían de libido. Los maridos apreciaban esa pasividad que les certificaba que una esposa que no sentía placer se mantendría fiel. A una dama veneciana se le escapó un gemido de placer durante la consumación del acto y el marido la increpó: "O procreamos honestamente o me apeo del tálamo". Incluso en tiempos relativamente modernos, años cuarenta del pasado siglo, un manual de la Sección Femenina sugería "una leve queja al final indicará tu placer".

"Era la típica mentalidad machista de la época: si el sexo no funcionaba, era culpa de la mujer, a la que, por otra parte, se le exigía que fuera virgen y, en consecuencia, inexperta".

Está escrito con una prosa distendida, en clave de humor muchas veces, jocosa, pero sin embargo con un amplio vocabulario. Esa es una de las cuestiones que más me han llamado la atención de este libro, había muchas palabras que yo desconocía. Cuánto me gusta aprender palabras nuevas:

Encalabrinado: 
1. Dicho especialmente de un olor o de un vapor: Causar turbación en una persona o en su cabeza.

Lo dice en éste párrafo:
"No importa, no importa, dijo el encalabrinado Alfonso, que solo pensaba en prometer hasta meter. Y confiando en su buena estrella se casó con la beldad rubia en 1905. Los españoles saludaron con gran alborozo y lanzamiendo rosas en paso de la carroza nupcial, así como fuegos artificiales (con el trueno gordo de la bomba de Mateo Morral)." Sí, se está refiriendo a Alfonso XIII.

Doñeador:
Que se familiarizaba fácilmente con las mujeres o las cortejaba.

"La fama de doñeador del rey español se extendió por las cortes y cancillerías de Europa..."

Y otras nuevas palabras para mí han sido:
Neóptero: Insectos alados...

Sicalíptico:


sicalipsis
Der. regres. de sicalíptico.
1. f. Malicia sexual, picardía erótica.

Vicetiples:
De vice- y tiple.
1. f. coloq. En las zarzuelas, operetas y revistas, cada una de las cantantes que intervienen en los números de conjunto.

Fómite:
Cualquier objeto o material inerte y sin vida que es capaz de transportar organismos patógenos (bacterias, hongos, virus y parásitos). Por ejemplo, son fómites la ropa, las sábanas de la cama, el equipamiento hospitalario no esterilizado, etc.

Hipospadia: Malformación de la uretra que presenta el orificio de salida en el tronco del pene en lugar de en el glande, lo que obligaba a orinar sentado, lo que se refleja en multitud de epigramas.

"Paquito Natillas / es de pasta flora / y mea en cuclillas / como una señora" en alusión a Francisco de Asís, consorte de Isabel II.


Además también es reseñable el extenso listado final de libros dedicados a este tema que enumera el autor. Una amplia bibliografía de la que él se ha ayudado y que por supuesto ahí detalla. Muy interesante por si en algún otro momento queremos ahondar en estas cuestiones. 


Si os interesa este tema es un libro entretenido y en ocasiones ameno. Es curioso.


jueves, 11 de agosto de 2016

"Puerto escondido" de Maria Oruña


Hoy os traigo la reseña del último libro que he terminado: "Puerto escondido" de María Oruña.

Me ha gustado esta novela. Me ha parecido, sobre todo, muy entretenida.

Pero en primer lugar os copio el argumento:


"Oliver, un joven londinense, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino."

Sí, se trata de novela negra. Pero novela negra de aquí, de la nuestra, con lo que a mí me gusta... Aunque también tiene algo de "saga familiar" e histórico.

La trama está contada alternando dos líneas argumentales. Por un lado tenemos el presente, contado en tercera persona con un narrador omnisciente y que arranca desde donde cuenta el argumento: Se ha encontrado el cadaver de un bebé en una vieja casona colonial de Suances. La casa es de Oliver que la ha heredado, y la investigación corre a cargo de la inspectora Valentina y de su equipo. Y por otro lado hay otra línea de argumento paralela a la anterior que está situada muchos años antes, arranca justo el día 18 de julio del 1936, y que va contando la vida de Jana, una niña de un pueblecito también de Cantabria. Aunque está contado en primera persona, no sabemos quién cuenta este diario. Esta doble línea argumental le da mucho ritmo a la narración, la hace más atractiva porque multiplica los enigmas. Cada parte está precedida por una cita de otros libros, de alguna película...

Los personajes, en general, están bien caracterizados: El joven inglés Oliver con su humor discreto, la inspectora Valentina fuerte e independiente, la señora Ongayo delicada y dulce. Algunos personajes mejor que otros. Y la familia del diario muy bien caracterizado cada personaje en la dura realidad del 36 en el marco rural, creo que están más logrados estos personajes, que los que habitan en el presente. 

Cómo ya hemos dicho la autora hace saltos en el tiempo cada vez que pasa de un argumento al otro, y eso hace que el ritmo salte y la lectura se haga entretenida. Los ambientes están muy bien reflejados, no abusa de las descripciones aunque lo hace lo bastante bien cómo para que nos imaginemos perfectamente esos pueblos de Cantabria: Suances, Comillas, Santillana... Dan ganas de ir corriendo a pasearlos de nuevo. La ambientación es de lo mejor del libro.

La prosa de la autora es sencilla, directa. Alterna perfectamente la narración con los diálogos dando fluidez a la lectura. El diario está escrito en primera persona, por lo cual es más sesgada la visión de las cosas que nos ofrece al lector, como ocurre al utilizar este narrador en primera; es más ambiguo, más limitado, pero nos tiene hasta el final con la intriga de quién lo está contando. Quién nos lo está contando, mejor dicho, porque utiliza mucho el vocativo, el tú, el vosotros, con eso la autora busca atrapar aún más nuestra atención. La intriga está muy dosificada. Es cierto que es un poco previsible en algún momento, bastante antes de que termine ya tienes varios enigmas resueltos, pero hasta el final abundan las sorpresas porque quedan aún por descubrir varios giros en la trama. Y de hecho hasta queda algún cabo suelto, con lo cual lo mismo la autora piensa aprovecharlo en el futuro para otra historia.

Una novela que me he leído volando. Está bien. Sobre todo en la primera parte no dejaban de pasar cosas. Como os comentaba, el desenlace, la identidad del asesino es un poco previsible, pero no importa porque la autora sigue añadiendo datos, giros a la trama, que sigue fomentando la lectura. No quiero decir que sea un novelón, o que su prosa sea muy rica, no; pero en mi opinión en general está bien, es lectura de evasión, por lo menos a mí me lo ha parecido y creo que la autora ha sabido como estructurar la novela, cómo dosificar la intriga, y lo consigue.

 

lunes, 1 de agosto de 2016

"Un perro" de Alejandro Palomas





“Secretos. Las familias giran alrededor de lo que se dice y lo que no se dice, de lo que se dijo a tiempo y evitó catástrofes que lamentar y de los que se dijo cuándo no procedía y causó males que cicatrizaron mal y que tardaron generaciones en sanar”

Hoy quería reseñar el último libro que me he terminado “Un perro” de Alejandro Palomas.
Ya había leído otras dos novelas de este autor y me apetecía volver a leer una novela de sentimientos, de personas, intimista como las anteriores.
Y eso he encontrado.

“Un perro” forma parte de una trilogía que comienza con “Una madre”, pero yo me he saltado un poco el orden comenzando por ésta primero.

       “Si le pides poco a la vida lo más fácil es que no te dé nada”

El argumento cuenta como Fer, un treintañero homosexual, está en una cafetería esperando una llamada muy importante. A Fer le ha abandonado su pareja poco antes, y también ha perdido un perro Max, por lo que está atravesando un mal momento. La familia ha tenido una reunión un poco antes. Pero Fer ahora está ahí sentado, en una mesa, esperando…

«R estaba sentado en la alfombra, junto a la cama, exactamente como le había visto la noche de la tormenta que un año antes nos había cambiado la vida a los dos. Me miraba fijamente y jadeaba, inmóvil, como cuando en verano se tumba al sol en la terraza, envuelto en calor.»

El tema de esta novela como en las anteriores que he leído de este autor son las relaciones familiares. Cómo nos relacionamos con nuestros hijos, cómo lo hacemos con nuestros padres cuando comienzan a envejecer o a enfermar. Cómo nos vamos transformando. Cómo nos queremos. También el tema es la pérdida. Cómo la tememos, cómo la afrontamos, cómo gestionamos en nuestro interior las ausencias. Aunque está muy presente también el tema de cómo se vive la relación con una mascota, puesto que el perro es el hilo conductor de todo el libro.

Los personajes de esta novela son Fer, de quién ya hemos hablado al contar el argumento, pero de forma paralela también vamos a ir conociendo a R, un golden retriever, protagonista indiscutible de la novela. También van apareciendo los demás miembros de la familia de Fer, Amalia, su madre. Amalia es una anciana desmemoriada e imprevisible, anárquica, que da lugar a muchas situaciones absurdas, llenas de humor, pero con un sentido común envidiable que solo surge a veces. También tenernos a las hermanas de Fer: A Emma y Silvia, con sus formas de ser y sus propios problemas. Además están presentes otros tres perros que también irán saliendo en la novela como Max, el antiguo perro de Fer, o Shirley la perrita de Amalia y otra perra más que ya se irá descubriendo. Se puede decir que es una novela coral, porque todos los personajes tienen bastante peso en la trama. 

Vuestra madre no retiene porque no se implica. Es como si solo tuviera capacidad de retención para aquello que realmente le importa y cada vez le importan menos cosas, porque tiene la sensación de que no es necesaria y, al no sentirse necesaria, no se activa. Está, pero no tiene que actuar porque no hay nada que la requiera. De ahí la sensación de desmemoria”

Como os decía la novela temporalmente transcurre en una sola noche, en una cafetería mientras Fer espera una llamada importante y en la noche que sucede a ese atardecer. Espacialmente está centrada en la cafetería y en la casa de Fer.

Pero el hilo temporal se rompe continuamente, el autor recurre a muchos saltos en el tiempo para ir contando la vida de los personajes, sus anécdotas, sus momentos importantes para ir retratando a esa familia, a sus miembros y a las relaciones entre ellos. Eso por supuesto da mucha agilidad a la narración. 

Formalmente la novela está escrita en primera persona, desde el punto de vista de un narrador testigo, Fer, que nos la va a ir contando y presentando al resto de los personajes. La prosa de Alejandro Palomas es sencilla pero poética. Su forma de narrar te conmueve, disecciona los sentimientos. A mí me gusta mucho por eso mismo. Y además la novela está muy salpicada de diálogos entre los personajes. Me gusta mucho cuando ves hablar tanto a los personajes. 

A mí me gusta la forma de narrar de este autor y sus historias familiares. Pero son novelas, como ya he dicho muy intimistas, muy intensas, sensibles, que hablan de emociones.

Creo que es una lectura que te tiene que apetecer. No es una novela de acción donde te atrapen las vicisitudes de los personajes. Aquí también te secuestran la voluntad los personajes, pero por lo que piensan, por lo que callan, por lo que sienten. Y eso remueve.

He anotado muchas frases de esta novela porque me gustaban, porque me hacían reflexionar, con las que podía sentirme identificada. Y otras con las que no me podía sentir tan identificada, me estoy refiriendo por ejemplo a una con su perro, que aún no teniendo una mascota me han gustado mucho.
De vez en cuando me gusta volver a leer a Alejandro Palomas. Si os apetecen estos temas familiares, sentimentales que te conmuevan os la recomiendo.

  “La vida no es tanto lo que entendemos que es, sino lo que sentimos que es”