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jueves, 31 de agosto de 2017

"El día en que Francisco de Quevedo "desahució" a Góngora" Artículo del periódico



Hoy quería dejaros con un artículo de los que me gustan para nuestra colección de "El Mentidero" de la literatura.

mentidero.
De mentir y -dero.
1. m. Lugar donde se reúne la gente para conversar.
2. m. Grupo humano o ambiente en el que se comentan noticias de algunas parcelas de la actualidad. En los mentideros políticos se especula sobre las elecciones.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados


Hacía tiempo que no alimentábamos esta sección de la página "rosa" de las letras, hoy vamos a "ilustrarnos" recordando el pique que había en el Madrid del Siglo de Oro de las Letras entre Quevedo y Góngora, que fueron a coincidir para desdicha de Góngora en el Barrio de las Letras de Madrid.

Ya me hubiera gustado a mí conocer ese barrio por aquel entonces ¡Cuánto de bueno había!






MADRIDIARIO, 23 de agosto de 2017

El día en que Francisco de Quevedo 'desahució' a Góngora

Por Alba Cabañero

Por las calles de Madrid han pasado numerosos artistas, escritores, pintores y poetas, pero pocos tan pintorescos como Francisco de Quevedo. El 23 de agosto de 1620, el poeta adquirió una casa al lado
de la calle Lope de Vega con un objetivo: fastidiar a Luis de Góngora.
Nacido en Madrid en 1580, Francisco de Quevedo es uno de los artistas más importantes que ha dado la capital madrileña. El poeta, cercano a la gente, se ganó el cariño y la admiración de todos aquellos que le conocían y que frecuentaban los mismos lugares que el escritor.
Fue en la Universidad de Valladolid donde se ganó su fama como poeta y su enemistad con Luis de Góngora, al que dedicó uno de sus poemas satíricos: ‘A un hombre de gran nariz’. Viajó variasveces fuera de España, —y fue expulsado del país también— pero el 23 de agosto de 1620, Quevedo compró una casa en la calle del Niño, que hacía esquina con la calle Lope de Vega y se encontraba situada frente al convento de las Trinitarias, pagando por ella 40.000 reales.
La casa se situada en el actual barrio de las Letras, que en antaño fue el barrio bohemio de la ciudad, donde artistas de diferentes disciplinas vian. La zona era lúdica y animada, con multitud de tabernas, fondas, casas de juego y prostíbulos. El poeta solía frecuentar estos lugares con asiduidad, por lo que esta casa se encontraba situada en el lugar perfecto para que disfrutase de su vida nocturna y dica.
Aunque Quevedo comprase la casa, se dice que nunca vivió en ella. ¿El motivo de la compra? Dejar a
su enemigo Góngora en la calle. El cordobés, que definió la vivienda como “una casa del tamañode un dedal y, en el precio, de plata, llevaba años viviendo de alquiler en aquel inmueble y secree que Francisco de Quevedo la adquirió solo para echarle.
Hoy en día, en el lugar donde la casa se situaba, una placa recuerda que Quevedo vivió allí. Lacalle también cambió su nombre, pasando a ser calle Quevedo, ni rastro de mención a Góngora, alque no le quedó más remedio que resignarse y preparar la mudanza, con la pluma como único arma para vengarse de Francisco de Quevedo.

lunes, 21 de agosto de 2017

"Pasarlo bomba" y otras frases hechas para pasarlo bien





Hoy quería que dedicáramos esta entrada del blog a todas esas expresiones que tenemos en español para expresar lo bien que nos lo estamos pasando.

Una de esas expresiones que me hacen gracia es "pasarlo bomba". Un día charlando con mis amigas hablábamos de ella, y yo les decía que creía que estaba ya un poco pasada de moda. ¿No creeis que ahora no se escucha tanto ésta y sí otras que quieren decir lo mismo? Desde esa día nosotras volvemos a "pasárnoslo bomba" cada dos por tres, haciéndonos un guiño.

Esta expresión la recogen varios diccionarios:

El diccionario de la RAE:
bomba
Del lat. bombus 'ruido'.

21. adv. coloq. Muy bien. Se lo pasan bomba en la piscina.

El DUE de María Moliner la recoge:

Pasarlo bomba (inf.) Pasarlo estupendamente: "Fuimos a bailar y lo pasamos bomba".

También la encontramos en el diccionario Clave:

 Pasarlo bomba col. Pasarlo muy bien y divertirse mucho: "En tu casa siempre lo pasamos bomba".


No está muy claro, o al menos yo no la he encontrado por más que he buscado, la etimología de esta frase: "Pasarlo bomba". La palabra parece que procede de la palabra latina "bombus" que significa ruido, estrépido, sonido profundo o intenso. Seguramente la latina procedería de la griega "bombos" que significaría también: fuerte ruido.

De ahí frases como "pasarlo bomba" o que algo se hizo "a bombo y platillo". Todas tendrían la misma raiz en la palabra que significa ruido intenso.


El lenguaje coloquial es muy rico, pero también es muy variable, se alimenta mucho de las modas. Y qué mejor expresión para ver esta evolución que en la forma de decir que nos lo pasamos bien. Igual que cambian las formas de divertirse, cambiar el modo en que lo verbalizamos.


Pasarlo d`abuten
Pasarlo molón
Pasarlo a tope
Pasarlo chupi o chupi lerendi
Pasarlo chachi
Pasarlo guay (del Paraguay)
Pasarlo fetén 
Pasarlo ¡qué te cagas!
Pasarlo bien no, lo siguiente...

 
Hay expresiones con el mismo significado que están claramente también pasadas de moda o lo van estar próximamente. Aunque por supuesto que habrá quién todavía utilice cualquiera de éstas, lo bueno del lenguaje coloquial es que es gratis y es de todos.

Lo que está claro es que nosotros tenemos mil expresiones para contar lo bien que nos lo pasamos:

Pasarlo pipa
Pasarlo teta
Pasarlo de cine, de película
Pasarlo de miedo
Pasarlo de muerte
Pasarlo como un enano (no sé qué opinarán los enanos de esta expresión...) He leído que el origen puede estar en asociar a los enanos con el circo, la diversión...
Pasarlo bestial
Pasarlo genial
Pasarlo de escándalo
Pasarlo de lujo
Pasarlo de vicio 

¿Quién da más?


Ya, ya sé que por supuesto se podrían incluir todas las que llevan después un taco y conocemos todos, así que no os las reproduzco ¿Para qué?

Y si ya vamos haciendo un recorrido por los demás países que hablan español, la variedad es infinita: Chévere, pura vida, padrísimo, bárbaro, bacán...

En fín, lo digamos cómo lo digamos, lo que está claro es que hay que seguir ¡pasándolo bomba!


domingo, 16 de julio de 2017

De los principios...




A mí me gustan mucho los principios. 

Los principios de cualquier historia, cualquier momento, cualquier cosa. Porque entonces es cuando todo puede ocurrir, todo, absolutamente todo.

Un universo está por inventar.

Y después, mucho tiempo después, con solo evocar ese principio sonreirás.


¿Recordais estos principios?

El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Era inevitable: El olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.


Don Quijote de la Mancha, de Cervantes. “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda..."


 Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”


La metamorfosis, de Franz Kafka.
“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto.”


Lolita, de Vladimir Nabokov.
“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.”


 Historia de dos ciudades, de Charles Dickens.
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.


 La regenta, de Leopoldo Alas Clarín.
“La heroica ciudad dormía la siesta. El viento sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte.”


 Moby Dick, de Herman Melville.
“Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo.”


Rayuela, de Julio Cortázar.
¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua.


 El extranjero, de Camus
Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: “Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias”. Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.


La familia de Pascual Duarte, de Cela
Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo.


 El pájaro espino de Collen Mcullough
Hay una leyendo sobre un pájaro que canta solo una vez en su vida, y lo hace más dulcemente que cualquier otra criatura sobre la faz de la tierra.

domingo, 9 de julio de 2017

De las palabras verano y estío





Yo creo que, a pesar de las tormentas, ya va tocando hablar de la palabra VERANO.


La palabra verano etimológicamente hablando procede de un adjetivo, el adjetivo latino: veranus, a, um.  

Porque la palabra que designaba al verano, tal y cómo ahora lo concebimos, era en latín “aestas, aestatis”, de dónde procede nuestra palabra “estío”.

En latín, se denominaba “verano” al tiempo entre mayo y junio, el período de calor suave que seguía a la primavera. Nuestra palabra “Primavera” vendría de la unión de las palabras “primer” “ver” que era cómo ellos llamaban a la primavera (“ver, veris”) o primera época de buen tiempo. Mientras que al período más caluroso, o de calor más álgido, que sería de julio a septiembre, lo denominaban estío. De ahí vendrían términos como “época estival”.

Luego lo que nosotros llamamos verano en realidad deberíamos llamarlo siempre “estío”. Sin embargo conservamos las formas cultas de “estio” o el adjetivo “estival” como formas más cultas que preferimos utilizar más en poesía.

De ahí también que muchos expertos piensen que las estaciones del año tendrían que llamarse: primavera, estío, otoño e invierno. Pero en algunos países prosperó más la palabra verano que la de estío quizás porque es más fácil de pronuncia.

El castellano, el portugués (verao), el rumano (vara) llaman también verano al estío. Mientras que en el francés, el italiano o el catalán se conservó la palabra estío: en francés se dice été, en italiano estate y en catalán estiu.  

Entonces ¿qué? ¿Veraneamos?

viernes, 10 de marzo de 2017

Frases hechas con nombres de lugares





Hoy vamos a hablar de esas expresiones, o frases hechas, con nombres de lugares. Hay muchas en nuestro lenguaje coloquial, así que solo vamos a hablar más detenidamente de tres de ellas.



Estar en Babia
La frase hecha “estar en Babia” significa según el diccionario de la Rae “estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata”.

Babia no es ningún lugar imaginario, sino que existe. Babia es una comarca de la provincia de León. Parece ser que en la Edad Media los reyes de León para alejarse de los problemas de la Corte, lo elegían, como un lugar de asueto y reposo ya que  abundaba la caza. Cuando los súbditos preguntaban dónde estaba el Rey la contestación era: “Está en Babia” sin dar mucha explicación más.

Babia existe y es una apartada comarca de la provincia de León, en España (...) Durante la Edad Media, al parecer, abundaba la caza en ese lugar y los reyes de León lo eligieron como punto de reposo, particularmente para alejarse de los problemas de la corte, complicada con las intrigas palaciegas de los nobles (...) Estas ausencias del rey motivaban a menudo la inquietud de los súbditos a quienes, cuando preguntaban por él, se les respondía evasivamente que el rey estaba en Babia


Esto es Jauja

Si Buscamos en el diccionario de la Rae esta expresión encontramos:
jauja
Por alus. a Jauja, valle del Perú, famoso por la riqueza de su territorio.

1. f. Denota todo lo que quiere presentarse como tipo de prosperidad y abundancia.

¿Estamos aquí, o en Jauja?
1. expr. coloq. U. para reprender una acción o un dicho importuno o indecoroso.
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Cómo vemos ya la misma definición nos indica su origen. Hace referencia a ese valle del Perú llamado Jauja, muy rico. Según las crónicas de la época de la fundación por Francisco Pizarro, ésta capital poseía calles «empedradas con piñones», por las que corrían «arroyos de leche y miel». Ligada a esta explicación, hay quien asegura que todo fue una invención de Cristóbal Colón. Para enrolar marineros en su segundo viaje a América.
Aquí en España, no íbamos a ser menos, tenemos también nuestra propia jauja, con un pueblo Jauja en Córdoba.



Poner pies en Polvorosa

Buscamos como siempre la definición en el diccionario de la Rae y nos dice:
polvoroso, sa
De pólvora 'partículas a que se reduce una cosa sólida'.
1. adj. Que tiene mucho polvo.

Cómo vemos que ahí no está la frase que buscamos, nos vamos a la definición de "pie" y ya sí que figura entre muchísimas más:
poner pies en polvorosa
1. loc. verb. coloq. Huir, escapar.


Entonces buscamos el origen de esta expresión, y encontramos que hay distintas opiniones para ello.

Hay una que alude directamente al polvo que levantan los pies cuando se huye.

Otra explicación, en cambio, alude a un lugar relacionado con un hecho histórico: Una batalla que entabló Alfonso III, el Magno con los moros cerca del río Orbigo, en la provincia de Palencia, en los campos de Polvorosa. Se cuenta que gracias al valor de nuestros soldados, más un eclipse de luna providencial que asustó a los moros, hizo que éstos se dispersaran derrotados, suponiendo la victoria de las huestes de Alfonso III, el Magno.

"El casual encuentro junto al sitio nominado Polvoraria, sobre el río Orbigo, causa el quebrando de la morisma, que pierde más de quince mil solados" señalaba Ricardo Velasco Ayllón en "El romancero de los once Alfonsos" (1863)







Hay muchas más expresiones que recurren a lugares, hablaremos de ellas en otras entradas. 

Aunque de algunas de ellas ya hemos hablado, como de Cochinchina, Valencia o Flandes. Os dejo los enlaces a esas entradas por si queréis volver a ellas, es curioso su origen:





jueves, 22 de diciembre de 2016

Lotería.- Etimología e historia


Hoy es 22 de diciembre, día de la Lotería.

Y toca, nunca mejor dicho, hablar de esa palabra: Lotería.

lotería
Del fr. loterie.
2. f. Rifa o sorteo que se hace con objetos, dinero y otras cosas, con autorización pública.
4. f. Establecimiento en que se venden los billetes de lotería.
5. f. Asunto cuyo resultado depende de la suerte o la casualidad. La lotería de los penaltis.
6. f. C. Rica y El Salv. Planta de jardín de hojas verdes con pintas de color crema, en las cuales la gente cree percibir números que, según la tradición, forman el que será el premiado en el próximo sorteo de lotería.

Lotería vemos que viene de la palabra francesa "loterie" y ésta a su vez de "lot" (que significa herencia).

Lotería por tanto procede de la palabra lote, que tiene un origen germánico, y significa ‘las diferentes partes de algo que se reparten entre varias personas’. Viene por tanto de que cuando alguien moría, de sus pertenencias se hacían partes para los herederos. Cada una de estas partes sería un lote. Por tanto también significaría ‘lo que a cada cual le toca en suerte’. Porque obviamente no todas las partes del lote serían exactamente iguales, unas serían más productivas que otras. Es esta segunda acepción la que da lugar en italiano al sustantivo lotteria para designar un juego de azar. Los franceses tomarán prestado este nombre del italiano y después nos lo pasarán a nosotros.

La primera Loteria de Navidad se celebró en el año 1812. En la época de las Cortes de Cádiz. La inventó un Ministro de la Cámara de Indias como un medio para aumentar los ingresos del erario público, sin quebrando de los contribuyentes.

Por primera vez fue en Cádiz y estaba circunscrita a Cádiz y San Fernando. Después pasó a Ceuta, de aquí a Andalucía y ya finalmente a Madrid, donde por primera vez sería en el año 1814.
 
Y desde el primer momento fueron los niños de San Ildefonso quiénes se encargaron de cantar los números.

Pero como lo nuestro es el lenguaje, quería por última que nos detuviéramos en esa frase hecha, tan usual que procede de esta palabra y que también nos señala el diccionario de la Real Academia Española:

Caerle, o tocarle, a alguien la lotería
1. locs. verbs. Sucederle algo muy beneficioso e inesperado. U. t. en sent. irón.

¡Anda que no la usamos y la escuchamos! ¿Verdad?

Pues poco más.

Espero que al menos hoy os haya tocado "un pellizquito"... ¡Otra frase hecha!


La lotería, 22 de diciembre






La mejor lotería: 
Salud y economía.



Este refrán lo aprendí del Señor Emiliano, 
mi abuelo.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

De la palabra "tafanario"



Termina el mes de noviembre, y he pensado que hoy vamos a hacer una entrada sobre palabras.

Hoy os traigo una que no es muy habitual, aunque sí muy antigua. ¿Vosotros sabéis lo que significa: tafanario?

La palabra es sonora, distinta, casi elegante.

Pues nos dice el diccionario de la Rae:




tafanario
 
De antifonario 'trasero'.
1. m. coloq. nalgas (‖ porciones carnosas y redondeadas).


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Efectivamente, nos estábamos refiriendo a las nalgas, el culo, el pompis, el trasero, las posaderas... Mil y un sinónimos mucho más escuchados que ¡tafanario!

En el diccionario de María Moliner no viene.
 

¿Y cual es el origen de tan ilustre vocablo? Os preguntaréis vosotros y me pregunto yo. 

Vemos que en el diccionario de la Rae nos dice que viene de "antifonario" o trasero. 

Consultando en internet encuentro que Amando de Miguel en uno de sus artículos habla de esta palabra remitiéndonos a otra persona, os lo copio:

"Félix Juan Cabasés (Azpeitia, Guipúzcoa) señala el origen de la voz tafanario (= trasero, culo). Procede de antifonario, el conjunto de antífonas, cantos litúrgicos que se entonan junto a los salmos. El antifonario ocupa la parte última del breviario. El humor clerical se introdujo para llamar tafanario a lo que está detrás, al trasero. La historia es ingeniosa, aunque no me convence del todo. Por lo menos prueba que los ñoñismos se introducen como juego en el idioma."

Pero si no convence a D. Amando de Miguel...

He encontrado también un blog http://palabraria.blogspot.com.es/2014/08/tafanario.html  donde hay una entrada muy extensa sobre este tema, donde se rastrea la historia del vocablo por los distintos e importantes diccionarios que la han recogido:

Nos dice que la palabra en cuestión aparece en el diccionario de Autoridades:

"S. m. La parte posterior, ó assentaderas. Es voz jocosa, y festiva. Lat. Posteriora."



Academia mantiene lo dicho por Autoridades hasta la edición de 1869, en la que lo varía un poco:



"TAFANARIO. m. fam. La parte posterior del cuerpo humano, ó asentaderas."



En la edición de 1899 dice que procede de tabalario, y en la siguiente, la de 1914, de la 2ª acepción de antifonario, trasero. Se mantiene lo dicho en las siguientes. En la de 1985 dicen que este vocablo se utiliza poco, y en la de 1992, la definen solo como "nalgas"
Si queréis mucha más información consultad este blog porque la verdad es que hace una entrada de lo más extensa y pormenorizada.


Y acabamos con unos versos ocurrentes como suelen ser cuando se alude a estos temas:
Quién no tenga monetario
que ponga por relicario
el tafanario.
  - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/el-origen-de-las-palabra

s-38543/

lunes, 31 de octubre de 2016

Jalogüin, Origen de la palabra



Vamos por la calle y es imposible no escuchar a la palabra "Jalogüin" en boca de unos y otros. 

Porque no os engañeis nosotros decimos "Jalogüin" con nuestra "j" y nuestra "g", y como la diéresis no la utilizamos mucho pues en esta palabra nos permitimos su uso.

Y hacemos bien, ya que la adoptamos, la españolizamos.

El caso es que la fiesta de las muertos y las calabazas nos ha invadido. Así que vamos a ver si por lo menos sabemos cual es el origen de la palabra.

Jalogüin, viene de Halloween, que a su vez es una contracción de la expresión escocesa "All Hallows`Even" que significa "anochecer de todos los santos" o "víspera de todos los santos". 

Por otra parte tampoco es una fiesta de EEUU, como mucha gente cree, sino que tiene un origen celta, como parte del "Samhain". Ésta es una palabra gaélica que significa "El final del verano" y aludía a unas celebraciones que se hacían cuando se terminaban las cosechas y los días se hacían más cortos. Los celtas creían que esa noche los muertos podían visitar a los vivos. Y se encendían hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Los celtas también iban recogiendo alimentos por las casas para ofrendas a los dioses. De aquí lo de los niños que van por las casas pidiendo dulces. Y preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro representando a un espíritu.

Los inmigrantes irlandeses que emigraron a Norteamerica en el siglo XVIII, y después en el XIX con más fuerza, llevaron sus celebraciones y sus palabras. Pero en EEUU era más fácil encontrar calabazas que nabos...

Y con la globalización, otra vez vuelve a Europa, de donde salió.



La foto la hice yo este verano en Canadá.


jueves, 20 de octubre de 2016

De palabras "Estafermo" y "Testaferro"



Hoy vamos a hablar de dos palabras compuestas (formadas por la unión de dos palabras simples), que proceden ambas del italiano y que además, tienen semejanza en su sonido: la palabra ESTAFERMO y la palabra TESTAFERRO. Me gustan estas asociaciones aleatorias que nos dan la posibilidad de detenernos un poco en ellas.

La primera me la sugirió un día mi hermano mayor, y la verdad es que es una palabra bonita. Y después se me ocurrió que podíamos hablar también de "testaferro", porque se parecen un poco, y eso lleva a veces a confusiones. Al tener el mismo número de sílabas, llevar las mismas vocales y casi las mismas consonantes, se puede prestar a dudas. Son palabras que suenan parecido, tienen semejanza fonética, pero no tienen nada que ver en sus significados.

Quizá sería un caso cercano, aunque yo creo que no llegan a serlo, a lo que se llama palabras PARÓNIMAS: palabras que se escriben parecido y tienen pronunciación y significados distintos. Por ejemplo, actitud/aptitud, perjuicio y prejuicio...


Buscamos en el diccionario de la Rae la palabra "estafermo" nos encontramos con la siguiente definición:



estafermo
 
Del it. sta fermo 'estate firme, tente tieso'.

1. m. En juegos y ejercicios de destreza caballerescos, figura giratoria de un hombre armado con un escudo en una mano y una correa con bolas o saquillos de arena en la otra, al que golpeaban con una lanza los participantes, que debían evitar que, al girar, les devolviese el golpe.

2. m. Persona que está parada y como embobada y sin acción.

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Efectivamente la palabra estafermo designa una figura o maniquí que podía moverse, y que en la Edad Media se utilizaba para practicar o jugar a tirarle la lanza de tal forma que no se las devolviese. 

Estafermo viene de "stá firme" en italiano.

Y en consecuencia se llama también "estafermos" a las personas paradas, pasivas...



Por otro lado, testaferro también nos viene del italiano:

testaferro.
 
Del it. testa-ferro 'cabeza de hierro'.
1. m. y f. Persona que presta su nombre en un contrato, pretensión o negocio que en realidad es de otra persona.

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 Como ya hemos dicho su origen está en la palabra "testa" que en el latín aludía al caparazón y las conchas de los animales, y al evolucionar pasó a aludir al craneo de las personas y del craneo terminó por pasar a la cabeza.

Consultando en internet he encontrado que un posible origen de la palabra podría haber surgido "en el siglo XVI. El Ducado de Saboya había sido arrebatado a Carlos III, y ocupado territorialmente por el Rey de Francia, Francisco I. Pero en lugar de quitarle el trono, el monarca galo decidió mantener a Carlos III en su cargo, quitándole todo poder decisorio. El monarca desempeñó su papel durante más de 15 años hasta que le sucedió su hijo, Manuel Filiberto cuando era solo un bebé.
Mientras creció el joven Filiberto emuló a su padre, siendo el hombre de paja del Rey de Francia cuando creció gracias a su carácter fuerte fue recuperando el poder del ducado. Entre sus súbditos se le conocía como «testa di ferro» cabeza de hierro o lo que en España llamamos cabezota. Con el tiempo el término fue perdiendo este significado y pasó a designar precisamente lo contrario: a la persona que se deja manejar por otra"




Con tantos casos de corrupción se ha hablado mucho en los periódicos de los "testaferros", personas que han dado su nombre y tras las cuales se esconden muchos casos de ocultamiento de patrimonio. Vamos, que los testaferros "dan la cara"...

También se habla de "testaferros" en el ámbito de la psicología, para referirse a personas con un trastorno de personalidad por el cual adoptan la personalidad de otra, o se ven manipuladas por otras. 


Bueno y lo vamos a dejar aquí, podríamos hablar más de ello pero como repasito está bien así.


miércoles, 21 de septiembre de 2016

Llega el otoño...




"En el Quijote, por ejemplo, hallamos cinco estaciones: «... a la primavera sigue el verano, al verano el estío, al estío el otoño y al otoño el invierno ya! invierno la primavera.» Y es que Cervantes utiliza los nombres de las estaciones en su sentido etimológico. Primavera significa literalmente ~



Comienza el otoño.

Leo en el artículo "Divertimento filológico del otoño" que la palabra "otoño" etimologicamente parece que viene del latín "augeo amnus", época de brote, tiempo de brote de las plantas. No tiene nada que ver con el sol, o el clima cómo si ocurre con los demás nombres de las estaciones. De aquí vendrían palabras como retoñar, o retoño. E incluso palabras como auge.

Parece ser que en las lenguas romances todas heredan la palabra otoño del mismo modo, en portugués, en italiano, en francés y en inglés se dice muy parecido porque sus términos vienen también de la misma palabra: outono, autumno, automne, autumm... Menos en catalán que se dice "tardor".

Leo también en el mismo artículo anterior, que nuestros poetas, Juan Ramón Jiménez y Machado han mostrado en sus poemas predilección por el otoño.

Otoño, triste príncipe.
de ojos celestes y cabellos áureos,
todo vestido de brocado negro,
cori hojas amarillas en las manos -

J.R. Jiménez.


El cárdeno otoño
no tiene leyendas
para mi. Los salmos
de las frondas muertas,
jamás he escuchado,
que el viento se lleva.
Yo no sé los salmos
de las hojas secas,
sino el sueño verde
de la amarga tierra. («Otoño» en Poesías Sueltas, 1898-1907)

Machado



Ojalá que ocurra lo de los dibujos, ojalá que como caen las hojas, nos caigan muchas y buenas lecturas, escrituras, y todo lo relacionado con ellas en este otoño que comienza. 




¿Cruzamos los dedos?



miércoles, 29 de junio de 2016

Lenguaje del verano



He estado unos días de vacaciones y ya estoy aquí con un montón de entradas pendientes.

Comenzamos con una dedicada a los letreros del verano.

El letrero de arriba es de un mercadillo. No necesita mucha explicación. Ya tenemos otro parecido en el blog, con la etiqueta "Lenguaje de los mercadillos". Está tomada la foto en la provincia de Huelva.

También en la misma provincia es el de la foto de debajo. Es de un mercado. Me gustó mucho eso de "garbanzo chico", por garbanzo pequeño. Ese "chico" es muy común en el andaluz.


He buscado en el diccionario de la rae la palabra "chico", y me he llevado una sorpresa. Yo estaba convencida de que la primera acepción de la palabra sería la de muchacho. Sin embargo no, justamente es ésta de pequeño tamaño, que es tan habitual en el andaluz o el extremeño. Efectivamente según nos dice la definición, la palabra viene del latín "ciccum" que cómo veis es cosa de poquísimo valor.


chico, ca

Del lat. ciccum 'cosa de poquísimo valor'.
1. adj. De tamaño pequeño o menor que otros de su especie o tipo. Un piso muy chico.
2. adj. Que tiene corta edad. Un niño chico.
3. m. y f. coloq. Persona, sin especificar la edad, cuando esta no es muy avanzada.
4. m. y f. Hijo, especialmente en la infancia o en la juventud.
5. m. y f. Muchacho que desempeña trabajos subalternos en oficinas, comercios y otros establecimientos.
6. m. y f. coloq. Muchacho, persona joven.
7. m. y f. coloq. Tratamiento de confianza dirigido a personas de la misma edad o más jóvenes.
8. m. y f. coloq. U. con calificativos encomiásticos para referirse a personas adultas. Gran, buen chico. Una chica estupenda.
9. m. y f. coloq. novio (‖ persona que mantiene relaciones amorosas).
10. m. y f. coloq. En una película o en una obra literaria, protagonista principal, generalmente joven y atractivo. El chico y la chica se reconcilian.
11. m. Antigua medida de capacidad para el vino, igual a un tercio de cuartillo.
12. m. Méx. chicozapote.
14. f. En el juego del mus, segundo lance de la partida, en el que se tienen en cuenta las cartas de menos valor.

He buscado también la etimología de la palabra "chico", y efectivamente he encontrado que la mayoría de los estudios están de acuerdo en que parece provenir del latín de la palabra "ciccum" y que se refería a los frutos pequeños. En concreto a la membrana que separa los granos en las granadas, o dentro de los altramuces... Parece ser que se refería a frutos exóticos, luego se cree que hasta el latín el vocablo llegó de Oriente, de dónde venían los frutos. Es normal que junto con los frutos llegara su palabra. Por tanto quizás habría que rastrear su origen más allá del latín, en el arabe. Por ello mismo hay quién duda del origen latino...

En fin ésto es una visión general, por supuesto, hay estudios muy pormenorizados e interesantes sobre este tema por si queréis profundizar en él.

Pero dejamos reseña del lenguaje coloquial tan rico.

jueves, 16 de junio de 2016

De la palabra "Rehilete"



Hace nada hablábamos aquí, en el blog, del yoyó con motivo de su día mundial. Y hoy vamos a hablar del rehilete.

¿Mandeee?

Sí. He dicho REHILETE.

Yo no tenía ni idea de lo que era. Pero lo mismo vosotros sí. 

¿Sabemos lo que es?

Ya, con la pista de la foto...

Pues yo aprendí esta palabra ayer, en mi tertulia. Uno de mis compañeros la llevaba escrita en un poema muy evocador que nos leyó. Mi compañero se llama Miguel de Leceta y la palabra era ésta:

rehilete
 
De rehilar 'zumbar'.
1. m. Flecha pequeña con una púa en un extremo y papel o plumas en el otro, que se lanza por diversión para clavarla en un blanco.
2. m. Juguete que consta de un zoquetillo de madera o corcho con plumas que se lanza al aire con una raqueta.
3. m. Dicho malicioso, pulla.
4. m. Taurom. banderilla (‖ palo para clavar en los toros).

Esta definición es del diccionario de la Real Academia.

En el María Moliner, no viene "rehilete", pero sí viene:

Rehilar:
Pronunciar una consonante sonora con rehilamiento.

Rehilamiento:
Vibración que se produce en el punto articulación ciertas consonantes y que suma su sonoridad a la de las cuerdas vocales.


Ninguno de los dos diccionarios recoge la definición que nos dió mi compañero y por la que había escrito la palabra en su poema:

Cuba Guat Méx Perú
Juguete de niños que consiste en una vara o palo en cuyo extremo va sujeta una rueda o estrella de papel que gira impulsada por el viento.
sinónimos:molinillo

Un molinillo. Sí en otros países como Cuba, Guatemala, México o Perú se llama rehilete.

Es bonita la palabra.


jueves, 9 de junio de 2016

Hoy cuarenta de mayo...




"Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo"

 Pues sí, hoy es cuarenta de mayo, o lo que es lo mismo 9 de junio. Y realmente, al menos en Madrid, hace un calor impresionante así que quién no se lo haya quitado ya, se lo va a quitar en breve.



Sayo

Del lat. sagum, voz de or. celta.
1. m. Prenda de vestir holgada y sin botones que cubría el cuerpo hasta la rodilla.
2. m. coloq. vestido (‖ prendas con que se cubre el cuerpo).

Vemos en la imagen a don Quijote con su indumentaria para ir de fiesta con el sayo correspondiente:



El sayo, como veis, era un tipo de casaca larga, que ya usaban los griegos, los romanos, y que se utilizó mucho por las clases nobles en la edad media. Con el tiempo se ha generalizado y se le ha llamado sayo a cualquier prenda más o menos amplia y un poco larga que nos cubra.

Leo en la Wikipedia que también el 40 de mayo era uno de los burdeles que existían en el xiglo XVII en la calle Montera (se cree). Y por tanto se aplicaba también, y con más motivo, esta expresión. Os copio el fragmento: "Por añadidura, según fuentes, se podría referir al último de una larga fila de burdeles en una de las calles del Madrid del siglo XVII (se piensa que pueda ser la actual Montera). Por lo que parece, el 40 de mayo era el de mejor fama por la belleza de sus mujeres, por lo que la expresión “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo” era una forma de advertir sobre todo a los forasteros que no tenían que pararse en los primeros de la calle sino llegar hasta el final, donde ya podían quitarse el sayo (la ropa)"
 

Sayo nos llega del latín "sagum" y tenemos muchos refranes y frases hechas con esa palabra. Dos vienen en la misma definición que nos da el diccionario de la Real Academia.

cortar a alguien un sayo
1. loc. verb. coloq. Murmurar de él en su ausencia.

decir alguien a, o para, su sayo algo
1. locs. verbs. coloqs. Recapacitarlo, decirlo como hablando consigo a solas.

 Pero hay más:

 "Hacer de tu capa un sayo"

Obrar alguien según su propio albedrío y con libertad en cosas o asuntos que a él sólo pertenecen o atañen, según dice  Del Hecho al Dicho, de Gregorio Doval (Ediciones del Prado, 1995)

"Agua de mayo no cala el sayo"

También aludiciendo a la meteorología como el que encabeza la entrada. Con la idea de que las lluvias primaverales no son muy largas en el tiempo, no dan para que se llegue a calar el sayo.

"Guarda el sayo para mayo, por si en vez de derecho viene de soslayo"

Pues igualmente aborda la cuestión de la meteorología. 



Y yo creo que podemos terminar la entrada con la versión larga del refrán que lo encabeza:

"Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo, y si vuelve a llover vuélvetelo a poner, y si junio es ruín pontelo hasta el fín."