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viernes, 10 de marzo de 2017

Frases hechas con nombres de lugares





Hoy vamos a hablar de esas expresiones, o frases hechas, con nombres de lugares. Hay muchas en nuestro lenguaje coloquial, así que solo vamos a hablar más detenidamente de tres de ellas.



Estar en Babia
La frase hecha “estar en Babia” significa según el diccionario de la Rae “estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata”.

Babia no es ningún lugar imaginario, sino que existe. Babia es una comarca de la provincia de León. Parece ser que en la Edad Media los reyes de León para alejarse de los problemas de la Corte, lo elegían, como un lugar de asueto y reposo ya que  abundaba la caza. Cuando los súbditos preguntaban dónde estaba el Rey la contestación era: “Está en Babia” sin dar mucha explicación más.

Babia existe y es una apartada comarca de la provincia de León, en España (...) Durante la Edad Media, al parecer, abundaba la caza en ese lugar y los reyes de León lo eligieron como punto de reposo, particularmente para alejarse de los problemas de la corte, complicada con las intrigas palaciegas de los nobles (...) Estas ausencias del rey motivaban a menudo la inquietud de los súbditos a quienes, cuando preguntaban por él, se les respondía evasivamente que el rey estaba en Babia


Esto es Jauja

Si Buscamos en el diccionario de la Rae esta expresión encontramos:
jauja
Por alus. a Jauja, valle del Perú, famoso por la riqueza de su territorio.

1. f. Denota todo lo que quiere presentarse como tipo de prosperidad y abundancia.

¿Estamos aquí, o en Jauja?
1. expr. coloq. U. para reprender una acción o un dicho importuno o indecoroso.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Cómo vemos ya la misma definición nos indica su origen. Hace referencia a ese valle del Perú llamado Jauja, muy rico. Según las crónicas de la época de la fundación por Francisco Pizarro, ésta capital poseía calles «empedradas con piñones», por las que corrían «arroyos de leche y miel». Ligada a esta explicación, hay quien asegura que todo fue una invención de Cristóbal Colón. Para enrolar marineros en su segundo viaje a América.
Aquí en España, no íbamos a ser menos, tenemos también nuestra propia jauja, con un pueblo Jauja en Córdoba.



Poner pies en Polvorosa

Buscamos como siempre la definición en el diccionario de la Rae y nos dice:
polvoroso, sa
De pólvora 'partículas a que se reduce una cosa sólida'.
1. adj. Que tiene mucho polvo.

Cómo vemos que ahí no está la frase que buscamos, nos vamos a la definición de "pie" y ya sí que figura entre muchísimas más:
poner pies en polvorosa
1. loc. verb. coloq. Huir, escapar.


Entonces buscamos el origen de esta expresión, y encontramos que hay distintas opiniones para ello.

Hay una que alude directamente al polvo que levantan los pies cuando se huye.

Otra explicación, en cambio, alude a un lugar relacionado con un hecho histórico: Una batalla que entabló Alfonso III, el Magno con los moros cerca del río Orbigo, en la provincia de Palencia, en los campos de Polvorosa. Se cuenta que gracias al valor de nuestros soldados, más un eclipse de luna providencial que asustó a los moros, hizo que éstos se dispersaran derrotados, suponiendo la victoria de las huestes de Alfonso III, el Magno.

"El casual encuentro junto al sitio nominado Polvoraria, sobre el río Orbigo, causa el quebrando de la morisma, que pierde más de quince mil solados" señalaba Ricardo Velasco Ayllón en "El romancero de los once Alfonsos" (1863)







Hay muchas más expresiones que recurren a lugares, hablaremos de ellas en otras entradas. 

Aunque de algunas de ellas ya hemos hablado, como de Cochinchina, Valencia o Flandes. Os dejo los enlaces a esas entradas por si queréis volver a ellas, es curioso su origen:





jueves, 22 de diciembre de 2016

Lotería.- Etimología e historia


Hoy es 22 de diciembre, día de la Lotería.

Y toca, nunca mejor dicho, hablar de esa palabra: Lotería.

lotería
Del fr. loterie.
2. f. Rifa o sorteo que se hace con objetos, dinero y otras cosas, con autorización pública.
4. f. Establecimiento en que se venden los billetes de lotería.
5. f. Asunto cuyo resultado depende de la suerte o la casualidad. La lotería de los penaltis.
6. f. C. Rica y El Salv. Planta de jardín de hojas verdes con pintas de color crema, en las cuales la gente cree percibir números que, según la tradición, forman el que será el premiado en el próximo sorteo de lotería.

Lotería vemos que viene de la palabra francesa "loterie" y ésta a su vez de "lot" (que significa herencia).

Lotería por tanto procede de la palabra lote, que tiene un origen germánico, y significa ‘las diferentes partes de algo que se reparten entre varias personas’. Viene por tanto de que cuando alguien moría, de sus pertenencias se hacían partes para los herederos. Cada una de estas partes sería un lote. Por tanto también significaría ‘lo que a cada cual le toca en suerte’. Porque obviamente no todas las partes del lote serían exactamente iguales, unas serían más productivas que otras. Es esta segunda acepción la que da lugar en italiano al sustantivo lotteria para designar un juego de azar. Los franceses tomarán prestado este nombre del italiano y después nos lo pasarán a nosotros.

La primera Loteria de Navidad se celebró en el año 1812. En la época de las Cortes de Cádiz. La inventó un Ministro de la Cámara de Indias como un medio para aumentar los ingresos del erario público, sin quebrando de los contribuyentes.

Por primera vez fue en Cádiz y estaba circunscrita a Cádiz y San Fernando. Después pasó a Ceuta, de aquí a Andalucía y ya finalmente a Madrid, donde por primera vez sería en el año 1814.
 
Y desde el primer momento fueron los niños de San Ildefonso quiénes se encargaron de cantar los números.

Pero como lo nuestro es el lenguaje, quería por última que nos detuviéramos en esa frase hecha, tan usual que procede de esta palabra y que también nos señala el diccionario de la Real Academia Española:

Caerle, o tocarle, a alguien la lotería
1. locs. verbs. Sucederle algo muy beneficioso e inesperado. U. t. en sent. irón.

¡Anda que no la usamos y la escuchamos! ¿Verdad?

Pues poco más.

Espero que al menos hoy os haya tocado "un pellizquito"... ¡Otra frase hecha!


La lotería, 22 de diciembre






La mejor lotería: 
Salud y economía.



Este refrán lo aprendí del Señor Emiliano, 
mi abuelo.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

De la palabra "tafanario"



Termina el mes de noviembre, y he pensado que hoy vamos a hacer una entrada sobre palabras.

Hoy os traigo una que no es muy habitual, aunque sí muy antigua. ¿Vosotros sabéis lo que significa: tafanario?

La palabra es sonora, distinta, casi elegante.

Pues nos dice el diccionario de la Rae:




tafanario
 
De antifonario 'trasero'.
1. m. coloq. nalgas (‖ porciones carnosas y redondeadas).


Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Efectivamente, nos estábamos refiriendo a las nalgas, el culo, el pompis, el trasero, las posaderas... Mil y un sinónimos mucho más escuchados que ¡tafanario!

En el diccionario de María Moliner no viene.
 

¿Y cual es el origen de tan ilustre vocablo? Os preguntaréis vosotros y me pregunto yo. 

Vemos que en el diccionario de la Rae nos dice que viene de "antifonario" o trasero. 

Consultando en internet encuentro que Amando de Miguel en uno de sus artículos habla de esta palabra remitiéndonos a otra persona, os lo copio:

"Félix Juan Cabasés (Azpeitia, Guipúzcoa) señala el origen de la voz tafanario (= trasero, culo). Procede de antifonario, el conjunto de antífonas, cantos litúrgicos que se entonan junto a los salmos. El antifonario ocupa la parte última del breviario. El humor clerical se introdujo para llamar tafanario a lo que está detrás, al trasero. La historia es ingeniosa, aunque no me convence del todo. Por lo menos prueba que los ñoñismos se introducen como juego en el idioma."

Pero si no convence a D. Amando de Miguel...

He encontrado también un blog http://palabraria.blogspot.com.es/2014/08/tafanario.html  donde hay una entrada muy extensa sobre este tema, donde se rastrea la historia del vocablo por los distintos e importantes diccionarios que la han recogido:

Nos dice que la palabra en cuestión aparece en el diccionario de Autoridades:

"S. m. La parte posterior, ó assentaderas. Es voz jocosa, y festiva. Lat. Posteriora."



Academia mantiene lo dicho por Autoridades hasta la edición de 1869, en la que lo varía un poco:



"TAFANARIO. m. fam. La parte posterior del cuerpo humano, ó asentaderas."



En la edición de 1899 dice que procede de tabalario, y en la siguiente, la de 1914, de la 2ª acepción de antifonario, trasero. Se mantiene lo dicho en las siguientes. En la de 1985 dicen que este vocablo se utiliza poco, y en la de 1992, la definen solo como "nalgas"
Si queréis mucha más información consultad este blog porque la verdad es que hace una entrada de lo más extensa y pormenorizada.


Y acabamos con unos versos ocurrentes como suelen ser cuando se alude a estos temas:
Quién no tenga monetario
que ponga por relicario
el tafanario.
  - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/el-origen-de-las-palabra

s-38543/

lunes, 31 de octubre de 2016

Jalogüin, Origen de la palabra



Vamos por la calle y es imposible no escuchar a la palabra "Jalogüin" en boca de unos y otros. 

Porque no os engañeis nosotros decimos "Jalogüin" con nuestra "j" y nuestra "g", y como la diéresis no la utilizamos mucho pues en esta palabra nos permitimos su uso.

Y hacemos bien, ya que la adoptamos, la españolizamos.

El caso es que la fiesta de las muertos y las calabazas nos ha invadido. Así que vamos a ver si por lo menos sabemos cual es el origen de la palabra.

Jalogüin, viene de Halloween, que a su vez es una contracción de la expresión escocesa "All Hallows`Even" que significa "anochecer de todos los santos" o "víspera de todos los santos". 

Por otra parte tampoco es una fiesta de EEUU, como mucha gente cree, sino que tiene un origen celta, como parte del "Samhain". Ésta es una palabra gaélica que significa "El final del verano" y aludía a unas celebraciones que se hacían cuando se terminaban las cosechas y los días se hacían más cortos. Los celtas creían que esa noche los muertos podían visitar a los vivos. Y se encendían hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Los celtas también iban recogiendo alimentos por las casas para ofrendas a los dioses. De aquí lo de los niños que van por las casas pidiendo dulces. Y preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro representando a un espíritu.

Los inmigrantes irlandeses que emigraron a Norteamerica en el siglo XVIII, y después en el XIX con más fuerza, llevaron sus celebraciones y sus palabras. Pero en EEUU era más fácil encontrar calabazas que nabos...

Y con la globalización, otra vez vuelve a Europa, de donde salió.



La foto la hice yo este verano en Canadá.


jueves, 20 de octubre de 2016

De palabras "Estafermo" y "Testaferro"



Hoy vamos a hablar de dos palabras compuestas (formadas por la unión de dos palabras simples), que proceden ambas del italiano y que además, tienen semejanza en su sonido: la palabra ESTAFERMO y la palabra TESTAFERRO. Me gustan estas asociaciones aleatorias que nos dan la posibilidad de detenernos un poco en ellas.

La primera me la sugirió un día mi hermano mayor, y la verdad es que es una palabra bonita. Y después se me ocurrió que podíamos hablar también de "testaferro", porque se parecen un poco, y eso lleva a veces a confusiones. Al tener el mismo número de sílabas, llevar las mismas vocales y casi las mismas consonantes, se puede prestar a dudas. Son palabras que suenan parecido, tienen semejanza fonética, pero no tienen nada que ver en sus significados.

Quizá sería un caso cercano, aunque yo creo que no llegan a serlo, a lo que se llama palabras PARÓNIMAS: palabras que se escriben parecido y tienen pronunciación y significados distintos. Por ejemplo, actitud/aptitud, perjuicio y prejuicio...


Buscamos en el diccionario de la Rae la palabra "estafermo" nos encontramos con la siguiente definición:



estafermo
 
Del it. sta fermo 'estate firme, tente tieso'.

1. m. En juegos y ejercicios de destreza caballerescos, figura giratoria de un hombre armado con un escudo en una mano y una correa con bolas o saquillos de arena en la otra, al que golpeaban con una lanza los participantes, que debían evitar que, al girar, les devolviese el golpe.

2. m. Persona que está parada y como embobada y sin acción.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados




Efectivamente la palabra estafermo designa una figura o maniquí que podía moverse, y que en la Edad Media se utilizaba para practicar o jugar a tirarle la lanza de tal forma que no se las devolviese. 

Estafermo viene de "stá firme" en italiano.

Y en consecuencia se llama también "estafermos" a las personas paradas, pasivas...



Por otro lado, testaferro también nos viene del italiano:

testaferro.
 
Del it. testa-ferro 'cabeza de hierro'.
1. m. y f. Persona que presta su nombre en un contrato, pretensión o negocio que en realidad es de otra persona.

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 Como ya hemos dicho su origen está en la palabra "testa" que en el latín aludía al caparazón y las conchas de los animales, y al evolucionar pasó a aludir al craneo de las personas y del craneo terminó por pasar a la cabeza.

Consultando en internet he encontrado que un posible origen de la palabra podría haber surgido "en el siglo XVI. El Ducado de Saboya había sido arrebatado a Carlos III, y ocupado territorialmente por el Rey de Francia, Francisco I. Pero en lugar de quitarle el trono, el monarca galo decidió mantener a Carlos III en su cargo, quitándole todo poder decisorio. El monarca desempeñó su papel durante más de 15 años hasta que le sucedió su hijo, Manuel Filiberto cuando era solo un bebé.
Mientras creció el joven Filiberto emuló a su padre, siendo el hombre de paja del Rey de Francia cuando creció gracias a su carácter fuerte fue recuperando el poder del ducado. Entre sus súbditos se le conocía como «testa di ferro» cabeza de hierro o lo que en España llamamos cabezota. Con el tiempo el término fue perdiendo este significado y pasó a designar precisamente lo contrario: a la persona que se deja manejar por otra"




Con tantos casos de corrupción se ha hablado mucho en los periódicos de los "testaferros", personas que han dado su nombre y tras las cuales se esconden muchos casos de ocultamiento de patrimonio. Vamos, que los testaferros "dan la cara"...

También se habla de "testaferros" en el ámbito de la psicología, para referirse a personas con un trastorno de personalidad por el cual adoptan la personalidad de otra, o se ven manipuladas por otras. 


Bueno y lo vamos a dejar aquí, podríamos hablar más de ello pero como repasito está bien así.


miércoles, 21 de septiembre de 2016

Llega el otoño...




"En el Quijote, por ejemplo, hallamos cinco estaciones: «... a la primavera sigue el verano, al verano el estío, al estío el otoño y al otoño el invierno ya! invierno la primavera.» Y es que Cervantes utiliza los nombres de las estaciones en su sentido etimológico. Primavera significa literalmente ~



Comienza el otoño.

Leo en el artículo "Divertimento filológico del otoño" que la palabra "otoño" etimologicamente parece que viene del latín "augeo amnus", época de brote, tiempo de brote de las plantas. No tiene nada que ver con el sol, o el clima cómo si ocurre con los demás nombres de las estaciones. De aquí vendrían palabras como retoñar, o retoño. E incluso palabras como auge.

Parece ser que en las lenguas romances todas heredan la palabra otoño del mismo modo, en portugués, en italiano, en francés y en inglés se dice muy parecido porque sus términos vienen también de la misma palabra: outono, autumno, automne, autumm... Menos en catalán que se dice "tardor".

Leo también en el mismo artículo anterior, que nuestros poetas, Juan Ramón Jiménez y Machado han mostrado en sus poemas predilección por el otoño.

Otoño, triste príncipe.
de ojos celestes y cabellos áureos,
todo vestido de brocado negro,
cori hojas amarillas en las manos -

J.R. Jiménez.


El cárdeno otoño
no tiene leyendas
para mi. Los salmos
de las frondas muertas,
jamás he escuchado,
que el viento se lleva.
Yo no sé los salmos
de las hojas secas,
sino el sueño verde
de la amarga tierra. («Otoño» en Poesías Sueltas, 1898-1907)

Machado



Ojalá que ocurra lo de los dibujos, ojalá que como caen las hojas, nos caigan muchas y buenas lecturas, escrituras, y todo lo relacionado con ellas en este otoño que comienza. 




¿Cruzamos los dedos?



miércoles, 29 de junio de 2016

Lenguaje del verano



He estado unos días de vacaciones y ya estoy aquí con un montón de entradas pendientes.

Comenzamos con una dedicada a los letreros del verano.

El letrero de arriba es de un mercadillo. No necesita mucha explicación. Ya tenemos otro parecido en el blog, con la etiqueta "Lenguaje de los mercadillos". Está tomada la foto en la provincia de Huelva.

También en la misma provincia es el de la foto de debajo. Es de un mercado. Me gustó mucho eso de "garbanzo chico", por garbanzo pequeño. Ese "chico" es muy común en el andaluz.


He buscado en el diccionario de la rae la palabra "chico", y me he llevado una sorpresa. Yo estaba convencida de que la primera acepción de la palabra sería la de muchacho. Sin embargo no, justamente es ésta de pequeño tamaño, que es tan habitual en el andaluz o el extremeño. Efectivamente según nos dice la definición, la palabra viene del latín "ciccum" que cómo veis es cosa de poquísimo valor.


chico, ca

Del lat. ciccum 'cosa de poquísimo valor'.
1. adj. De tamaño pequeño o menor que otros de su especie o tipo. Un piso muy chico.
2. adj. Que tiene corta edad. Un niño chico.
3. m. y f. coloq. Persona, sin especificar la edad, cuando esta no es muy avanzada.
4. m. y f. Hijo, especialmente en la infancia o en la juventud.
5. m. y f. Muchacho que desempeña trabajos subalternos en oficinas, comercios y otros establecimientos.
6. m. y f. coloq. Muchacho, persona joven.
7. m. y f. coloq. Tratamiento de confianza dirigido a personas de la misma edad o más jóvenes.
8. m. y f. coloq. U. con calificativos encomiásticos para referirse a personas adultas. Gran, buen chico. Una chica estupenda.
9. m. y f. coloq. novio (‖ persona que mantiene relaciones amorosas).
10. m. y f. coloq. En una película o en una obra literaria, protagonista principal, generalmente joven y atractivo. El chico y la chica se reconcilian.
11. m. Antigua medida de capacidad para el vino, igual a un tercio de cuartillo.
12. m. Méx. chicozapote.
14. f. En el juego del mus, segundo lance de la partida, en el que se tienen en cuenta las cartas de menos valor.

He buscado también la etimología de la palabra "chico", y efectivamente he encontrado que la mayoría de los estudios están de acuerdo en que parece provenir del latín de la palabra "ciccum" y que se refería a los frutos pequeños. En concreto a la membrana que separa los granos en las granadas, o dentro de los altramuces... Parece ser que se refería a frutos exóticos, luego se cree que hasta el latín el vocablo llegó de Oriente, de dónde venían los frutos. Es normal que junto con los frutos llegara su palabra. Por tanto quizás habría que rastrear su origen más allá del latín, en el arabe. Por ello mismo hay quién duda del origen latino...

En fin ésto es una visión general, por supuesto, hay estudios muy pormenorizados e interesantes sobre este tema por si queréis profundizar en él.

Pero dejamos reseña del lenguaje coloquial tan rico.

jueves, 16 de junio de 2016

De la palabra "Rehilete"



Hace nada hablábamos aquí, en el blog, del yoyó con motivo de su día mundial. Y hoy vamos a hablar del rehilete.

¿Mandeee?

Sí. He dicho REHILETE.

Yo no tenía ni idea de lo que era. Pero lo mismo vosotros sí. 

¿Sabemos lo que es?

Ya, con la pista de la foto...

Pues yo aprendí esta palabra ayer, en mi tertulia. Uno de mis compañeros la llevaba escrita en un poema muy evocador que nos leyó. Mi compañero se llama Miguel de Leceta y la palabra era ésta:

rehilete
 
De rehilar 'zumbar'.
1. m. Flecha pequeña con una púa en un extremo y papel o plumas en el otro, que se lanza por diversión para clavarla en un blanco.
2. m. Juguete que consta de un zoquetillo de madera o corcho con plumas que se lanza al aire con una raqueta.
3. m. Dicho malicioso, pulla.
4. m. Taurom. banderilla (‖ palo para clavar en los toros).

Esta definición es del diccionario de la Real Academia.

En el María Moliner, no viene "rehilete", pero sí viene:

Rehilar:
Pronunciar una consonante sonora con rehilamiento.

Rehilamiento:
Vibración que se produce en el punto articulación ciertas consonantes y que suma su sonoridad a la de las cuerdas vocales.


Ninguno de los dos diccionarios recoge la definición que nos dió mi compañero y por la que había escrito la palabra en su poema:

Cuba Guat Méx Perú
Juguete de niños que consiste en una vara o palo en cuyo extremo va sujeta una rueda o estrella de papel que gira impulsada por el viento.
sinónimos:molinillo

Un molinillo. Sí en otros países como Cuba, Guatemala, México o Perú se llama rehilete.

Es bonita la palabra.


jueves, 9 de junio de 2016

Hoy cuarenta de mayo...




"Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo"

 Pues sí, hoy es cuarenta de mayo, o lo que es lo mismo 9 de junio. Y realmente, al menos en Madrid, hace un calor impresionante así que quién no se lo haya quitado ya, se lo va a quitar en breve.



Sayo

Del lat. sagum, voz de or. celta.
1. m. Prenda de vestir holgada y sin botones que cubría el cuerpo hasta la rodilla.
2. m. coloq. vestido (‖ prendas con que se cubre el cuerpo).

Vemos en la imagen a don Quijote con su indumentaria para ir de fiesta con el sayo correspondiente:



El sayo, como veis, era un tipo de casaca larga, que ya usaban los griegos, los romanos, y que se utilizó mucho por las clases nobles en la edad media. Con el tiempo se ha generalizado y se le ha llamado sayo a cualquier prenda más o menos amplia y un poco larga que nos cubra.

Leo en la Wikipedia que también el 40 de mayo era uno de los burdeles que existían en el xiglo XVII en la calle Montera (se cree). Y por tanto se aplicaba también, y con más motivo, esta expresión. Os copio el fragmento: "Por añadidura, según fuentes, se podría referir al último de una larga fila de burdeles en una de las calles del Madrid del siglo XVII (se piensa que pueda ser la actual Montera). Por lo que parece, el 40 de mayo era el de mejor fama por la belleza de sus mujeres, por lo que la expresión “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo” era una forma de advertir sobre todo a los forasteros que no tenían que pararse en los primeros de la calle sino llegar hasta el final, donde ya podían quitarse el sayo (la ropa)"
 

Sayo nos llega del latín "sagum" y tenemos muchos refranes y frases hechas con esa palabra. Dos vienen en la misma definición que nos da el diccionario de la Real Academia.

cortar a alguien un sayo
1. loc. verb. coloq. Murmurar de él en su ausencia.

decir alguien a, o para, su sayo algo
1. locs. verbs. coloqs. Recapacitarlo, decirlo como hablando consigo a solas.

 Pero hay más:

 "Hacer de tu capa un sayo"

Obrar alguien según su propio albedrío y con libertad en cosas o asuntos que a él sólo pertenecen o atañen, según dice  Del Hecho al Dicho, de Gregorio Doval (Ediciones del Prado, 1995)

"Agua de mayo no cala el sayo"

También aludiciendo a la meteorología como el que encabeza la entrada. Con la idea de que las lluvias primaverales no son muy largas en el tiempo, no dan para que se llegue a calar el sayo.

"Guarda el sayo para mayo, por si en vez de derecho viene de soslayo"

Pues igualmente aborda la cuestión de la meteorología. 



Y yo creo que podemos terminar la entrada con la versión larga del refrán que lo encabeza:

"Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo, y si vuelve a llover vuélvetelo a poner, y si junio es ruín pontelo hasta el fín."

viernes, 8 de abril de 2016

¡Viernes! Qué palabra tan buena...




Hoy es viernes, qué alegría. 

Promesa de descanso, de libertad, de ocio.

¿Y alguna vez nos hemos parado a pensar de dónde viene la palabra Viernes?

Viernes viene del latín. De la palabra "Véneris die", que era el genitivo latino, o lo que es lo mismo "día de Venus". ¡¿Cómo no nos va a gustar la palabra?!

La palabra "Véneris die", en castellano fue perdiendo el "die", supongo que por aquello de la economía de lenguaje hablado, y terminó siendo "veneris".

En otras lenguas, también románicas como el castellano, en cambio no lo perdió. Por eso en italiano se dice "venerdi" o en francés "vendredi".

En Véneris, la primera sílaba, acabó convirtiéndose en "ie" como ha ocurrido en algunos verbos irregulares como "temblar", que se dice "tiemblo". 

Y perdió la sílaba del medio que era más débil que la primera sílaba.

Finalmente terminó por convertirse en "viernes".

miércoles, 30 de marzo de 2016

Errores lingüisticos y otras perlas curiosas de la calle...


Hoy os traigo fragmentos de lenguaje que pillas al vuelo por ahí y no puedes evitar detenerte en ellos...

La foto que encabeza la entrada pertenece al menú de la carta de un Restaurante que a mí me gusta bastante. Pero claro me llamó mucho la atención que a uno de los platos les denominaran:

"Traspantojo de Tagliatelle Boloseña". Y cómo creían que quizás alguien no lo entendería, abren parentesis, y te dan una sucinta explicación: (Tiras de calabacín con boloñesa vegana).

Y yo me pregunto: ¿No era más fácil llamarlo desde el principio así? Me pregunto. Porque en este blog que nos gusta mucho esa palabra, sabemos muy bien que la palabra "traspantojo" no existe, se dice "trampantojo": 






trampantojo
De trampa ante ojo.
1. m. coloq. Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.

Y si querían hacer pasar las tiras de calabacín por tagliatelle, que no está mal darle un toque original a la carta, pues hombre al menos escribe bien "trampantojo", que además de ser una palabra de lo más curiosa, es tan sencillo como que viene de "trampa".


Y estas dos fotos, también de la misma carta, las traigo también porque me hizo mucha gracia el nombre que le pusieron a los platos:

Tempura de pescado al estilo de carmencita... ¿Y qué estilo será ese? ¿Y quién era Carmencita con C mayúscula? Lees ésto y casi sin queres se te abre un mundo de interrogantes...

Y ya en la foto de debajo:

Cous- Cous de pollo "Ingrid Bergman". ¿No me digáis que no tiene "miga", ya que estamos en hostelería, el nombre del pollo? ¡Ingrid Bergman! Si este pollo dirigía el corral como Ingmar Bergman sus películas, ya me gustaría a mí haberlo visto en vida...




lunes, 29 de febrero de 2016

La palabra "bisiesto" - Origen de la palabra






Hoy es el día 29 de febrero, estamos en un año bisiesto. ¿Y vosotros sabéis de dónde viene esta palabra: bisiesto?

Más o menos ya todos sabemos porque existe un año bisiesto, pero no está mal recordarlo: Nuestro planeta rota 365,24219 veces durante una órbita completa alrededor del sol, por tanto un año dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, no 365. Al emperador Julio César se le ocurrió crear los años bisiestos. Si cada año nosotros contamos esos 365 días, perdemos esas 5 horas que deberemos recuperar. Durante tres años contamos esos 365 y al cuarto recuperamos el día que falta, los 29 días que tiene febrero, el año bisiesto. Si no añadiéramos un día completo cada cuatro años, las estaciones acabarían descompasadas del calendario, de tal manera que después de unos 700 años, en el hemisferio norte la Navidad caería en mitad del verano. Al revés, en el hemisferio sur.

Pero cómo este blog es de palabras y del lenguaje. Nuestra pregunta es: ¿De dónde viene la palabra "bisiesto"? ¿Cual es su origen?

Pues del latín. Directamente del latín. ¿Y por qué? Pues porque en latín no existía el día 29 cada cuatro años, lo que existían eran ¡dos días 24! 

¿Y eso por qué? Os preguntaréis... Pues bien la historia nos dice que:


En los tiempos de Julio César, el primer día de cada mes se llamaba calendas, el séptimo eran las nonas y el décimoquinto día eran los idus. En lugar de decir 28 de febrero, los romanos decían primum dies ante calendas martias (primer día antes de las calendas de marzo). El 27 de febrero era el secundum dies ante calendas martias (segundo día antes de las calendas de marzo), el 26 de febrero, tercer día y así sucesivamente. 

Para introducir su novedad, el año bisiesto, Julio César intercaló un día entre el sexto y el quinto día antes de las calendas, o sea entre los días que hoy son el 23 y el 24 de febrero.

Entonces ellos para nombrar al día 24 decían: "Diem sextum ante calendas martias" que es lo mismo que decir: "Día sexto antes del primero de marzo". Porque cómo ya hemos dicho "calendas" eran todos los días primeros de cada mes. 

Pero cómo cada cuatro años ellos tenían dos días 24 de febrero, por ese día adicional que Julio Cesar incluyó, pues al 24 bis le denominaban: bis sextus dies ante calendas martias, o sea, "segundo día sexto antes de las calendas de marzo" y el año que contenía ese día se llamó por eso bissextus.

Pues bien, de ese "bis sextum", nos ha llegado la palabra "bisiesto".


viernes, 26 de febrero de 2016

Las perdices y el lenguaje coloquial + Perdix, el mareo y la felicidad



Hoy vamos a hablar de un par de expresiones que seguro habéis escuchado mucho. ¡Cómo le gustan a este blog las frases hechas!

Pero primero os voy a copiar una historia:

Según la mitología griega, Dédalo, el padre de Ícaro -los dos que escaparon volando del laberinto de Minos, aunque el segundo se acercó tanto al sol que se le derritieron las alas- tenía un sobrino llamado Perdix, al que custodiaba y protegía. Perdix era de una inteligencia sobrenatural y estaba dotado para hacer cualquier trabajo. Dédalo, que era arquitecto, envidioso de los conocimientos de su sobrino, capaz de trazar planos y levantar edificios más rápidamente y mejor que él, lo arrojó desde lo alto de una torre. Antes de estrellarse contra el suelo, Atenea, diosa de las artes, lo recogió, pero a cambio de su vida lo transformó en perdiz.

Pues sí... vamos a hablar de Perdices.

La primera expresión se ha ganado una entrada porque una amiga mía, Yolanda de Zaragoza, me envió un guasap para que investigara sobre ella, porque al escucharla se acordó de mí. Bueno pues cómo no es cuestión defraudar a los amigos, aquí está:

Marear la perdiz

¿A qué la habéis escuchado muchas veces? Es muy coloquial.

Nos dice el Diccionario de la Real Academia Española:

marear alguien la perdiz

1. loc. verb. coloq. Hacer perder intencionadamente el tiempo en rodeos o dilaciones que retrasen u obstaculicen la resolución de un problema.


¿Cual es el origen de esta expresión?

He buscado en varias fuentes y todas coinciden en que es una expresión coloquial que tiene su origen en la caza. En el deporte de cazarlas, deporte cinegético, los ojeadores asustan y acosan con perros a las perdices: Se las "marea". A simple vista parece que están retrasando su caza. Pero se trata de cansarlas primero, ya que esta ave no resiste mucho tiempo en el aire, es de vuelo corto, entonces se las cansa primero para que luego ya fatigadas puedan ser cazadas por los cazadores con mucha mayor facilidad.


Y ya que estamos con la perdiz, tendríamos que hablar de otra expresión que no tenéis perdón si no os suena:

Y fueron felices y comieron perdices

 ¡¡Sí!! Del final de los cuentos.

He consultado varias fuentes y este archiconocido broche final existe no solo porque rima, sino también porque las perdices eran un signo de riqueza, era un manjar caro que solo se lo podían permitir personas de alta cuna, como los príncipes o los reyes. Luego es un final que no solo augura felicidad sino también bienestar, social y económico. 

Varias fuentes consultadas aluden a que se trata de una expresión medieval. Entonces las perdices era unas aves que solo podían permitirse las clases acomodadas. Y muchas fuentes lo sitúan en Francia.

"La que, según la mayoría de los historiadores, tiene más credibilidad es la que se ubica en la corte de Margarita de Valois, cuyo astrólogo decía: «Maridos que deseáis ser amados por vuestras mujeres, mujeres que deseáis ser amadas por vuestros esposos, no tenéis más que coger una perdiz y sacarla el corazón: a la mujer, el del macho; al hombre, el de la hembra, y así seréis felices eternamente»."
En la corte francesa de Catalina de Medicis, la perdiz fue considerada como «carne buena y fácilmente digerible, que refuerza el cerebro, facilita la concepción y despierta el deseo semidormido de los placeres venéreos», según se relata en el libro De honesta voluptate et valetudine del autor Bartolomé Platina.




Al hilo de lo anterior he encontrado que alguna vez se ha modificado la expresión. Como en el caso de Saturnino Calleja Fernández (Burgos 1853-Madrid 1915) era un editor, pedagogo y escritor español, ya sabéis el de "Los cuentos de Calleja". Parece ser que Calleja, por obra y gracia de una ocurrencia de su hijo Rafael, transformó la coletilla y le añadió otra frase:

Comieron perdices y fueron felices 
y a mi no me dieron porque no quisieron. 


https://books.google.es/books?isbn=8479603461
Diccionario del origen de las palabras de Alberto Buitrago y J. Agustín Torijano

jueves, 18 de febrero de 2016

De los errores en el lenguaje y la vida diaria... Croqueta, garaje y conserje




Hace un mes exactamente (en cuánto me descuido se me forma una fila en el blog que no veáis...) que fui a cenar con los amigos a un Restaurante que todo estaba buenísimo, la verdad, peeero cuando nos dieron la cuenta descubrimos un par de palabras que inmediatamente atrajeron nuestra atención:

¡¡Cocretas!!

En su día ya hablamos en este blog de la palabra "cocreta". Que por supuesto está mal dicha. Pero es cierto que la Rae la había incluído en el diccionario.
Es bueno recordar que la Rae suele incluír palabras como la aludida "cocreta" y otras como "almóndiga", "murciégalo", Crocodilo... por su frecuencia de uso en el habla española. Eso no quiere decir que sean correctas.

 Las incluye porque su pretensión es que el diccionario esté actualizado y por tanto incluyen palabras que cómo se suele decir están "a la orden del día" y son muy habituales en el habla diaria de los hispanohablantes. Pero siempre lo hacen con una anotación donde se nos señala que es un vulgarismo y que la Real Academia desaconseja su uso. 

 Lo correcto es croqueta:
croqueta.
(Del fr. croquette).
1. f. Porción de masa hecha con un picadillo de jamón, carne, pescado, huevo, etc., que, ligado con besamel, se reboza en huevo y pan rallado y se fríe en aceite abundante. Suele tener forma redonda u ovalada.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados




Y luego os traigo un cartelito, también de Madrid, donde la persona que lo escribió tenía un problema importante con el uso de la g y la j. Dudaba y al final se decidía por la "g", pero se equivocaba. 

La verdad es que hay palabras que nos hacen dudar, y creo que "garaje" es una de ellas. Siempre termino pensando que leer mucho ayuda con éstas dudas existenciales que nos pueden atacar de pronto, pero bueno siempre viene bien dar algún repaso.

Por regla general se escribe con J:

Las palabras que terminan en
aje,eje, je
abordaje, abencerraje, anclaje, amarraje, amperaje, andamiaje,aprendizaje, arbitraje, aterrizaje, bagaje, coraje, camuflaje,caudillaje, chantaje, coraje, conserje, correaje, desmontaje, doblaje,embalaje, equipaje, garaje/eje, despeje, ceje, esqueje, hereje, fleje/



Como vemos las palabras acabadas en "aje" se escriben siempre con "j". Luego garaje siempre será con j. Y conserje, pues también.


Bueno pues por hoy ya está bien ¿no?

miércoles, 10 de febrero de 2016

"Herrete" La palabra de hoy



El otro día hablábamos de la palabra "dragonera" que yo no conocía y hoy vamos a hablar de otra de la que tampoco tenía noticia y que descubrí gracias a unos dibujos animados, que estuve viendo con mis sobrinas, que se llaman "Phineas y Ferb". 

Muy buenos estos dibujos, muy educativos. Hasta tienen una canción a propósito de este tema "La canción del club del Herrete" que podeís escuchar en youtube.



Esa es la palabra de la que hablaremos hoy:

¡Herrete!

¿Alguien conoce el significado de esta palabra?

Nos dice el diccionario de la Real Academia Española:

herrete
Del dim. p. us. de hierro

1.m Remate, generalmente metálico, que se pone a las agujetas, cordones, cintas, et., para que puedan entrar facilmente por los ojetes.

Procede como veis del diminutivo poco usado de hierro.


Y efectivamente los herretes son esos terminales metálicos que llevan los cordones de nuestros zapatos o tantos cordones. 

¡A ver si no se nos olvida!


Bueeeno que no se diga os dejo con la canción:

lunes, 8 de febrero de 2016

"Dragonera" una nueva palabra que no conocía






Hoy vamos a dedicar esta entrada a una nueva palabra... 

¡TA TA TA CHAAAAN!

¡Dragonera!

¿La conocíais?

Imagino que muchos de vosotros sí. Pues yo no. Nunca la había oído.

Porque no me estoy refiriendo al nombre del islote del archipiélago de Las Baleares que así se llama también: Isla Dragonera, y que está considerado como Parque Natural.

No, me estoy refiriendo al objeto denominado “dragonera”. Escuché por primera vez esta palabra de boca del mayor de mis sobrinos, al que le gusta la montaña y participa en el blog “La madriguera”, que trata esos temas, y del que os copio el enlace por si os apetece echarle un vistazo:


Pues bien, en una de esas entradas del blog se hablaba de los “bastones” para salir a hacer senderismo. Y ahí fue cuando yo escuché la palabra “dragonera”.

Esta palabra no viene en el diccionario de la Rae. El diccionario te lleva a la palabra “dragonear”.

Sin embargo, en muchos sitios relacionados con el senderismo y otros deportes se dice que la dragonera es la correa con un lazo ajustable, para poder asegurar el palo a la mano del usuario.



Inmediatamente con esta curiosidad mía por las palabras, me pregunté el por qué de esa denominación. Buscando por aquí y por allá encontré que también se llama con este término a la correa de los sables. Y saltando de una información a otra recalé en algunas páginas más sobre esgrima, arquería y demás donde encontré que probablemente se llama así por influencia del francés “dragonne” que significa fiador de un sable.

Finalmente todo nos lleva a la caballería "Dragones" que eran unos soldados que se desplazaban a caballo pero que generalmente luchaban a pie. Sus caballos eran pequeños o de peor precio, por un lado para que fuera más fácil bajar de ellos y por otro porque si al hacerlo los perdían que no fuera tan grande la pérdida. Estos "dragones" luchaban con el rifle o la pistola, pero también a espada o sable. Para que fueran capaces de disparar, mantenían la espada desenvainada manteniéndola unica a la muñeca por una correa.
Los dragones parecen tener su origen en Francia a mediados del siglo XVI. En España la primera unidad de dragones se creó en el año 1634. 

Si buscamos la palabra "dragón" en el diccionario de la RAE sí que encontramos una acepción que nos podría llevar a esta palabra, me refiero a la séptima acepción:

7.m. Soldado que hacía el servicio alternativamente a pie o a caballo.

Luego, resumiendo, de los soldados "dragón" vendría que su correa se llamara "dragonera".

Y de los soldados ha ido saltando a demás objetos que interesa que lleven su correa: el sable, el piolet, los bastones... 

Es la explicación que he encontrado que más me convence. De todos modos si alguien tiene alguna explicación alternativa pues bienvenida será.