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martes, 17 de marzo de 2015

"La sangre de los libros" de Santiago Posteguillo



Pues ya terminé (por segunda vez) el libro "La sangre de los libros" de Santiago Posteguillo. Y digo por segunda vez porque me lo leí y cuando lo terminé lo volví a empezar. Porque me daba una pena de que se me olvidara todo lo que había leído... Que se me va a olvidar igual, ya lo sé, pero bueno espero que si me lo he leído dos veces se me olvide algo menos...

Me ha gustado mucho este libro. Llevaba tiempo ya con él descargado para leérmelo, cuando Amparo que muchas veces me deja comentarios en el blog, me lo recomendó. Y ahora os lo recomiendo yo a vosotros.

No es una novela. Es un conjunto de relatos sobre distintos autores y momentos en el tiempo unidos todos por un mismo tema: La literatura Universal. Por tanto tenemos ese tema común pero muchos argumentos.

Esos argumentos por ejemplo van del discurso de Cicerón que se perdió durante muchos años y con el que defendió a su maestro Licinio, hasta Elias Canetti un Nobel descendiente de los judios expulsados por los Reyes Católicos en 1492. Pasando por muchas historias interesantes como un mausoleo dedicado a un animalito, los últimos cantos perdidos de la Divina Comedia, la muerte misteriosa de Poe, el harakiri de Emilio Salgari, una poeta conocidísima con agorafobia, el momento en que se escribió "La canción del Pirata", la vida del autor de un par de versos del "Cara al sol"... Por poner algunos ejemplos.

Todas son historias de momentos vitales de autores y obras universales, algunos más conocidos que otros, pero todos contados de forma muy amena e interesante. Están ordenados cronológicamente pero se pueden leer de forma independiente.

Está contado con un narrador omnisciente, que de pronto en ocasiones se asoma en primera persona dando su opinión. 

Me ha encantado este libro porque enseña mucho. Y lo estaría releyendo constantemente para no olvidar los detalles.

Conocía a Santiago Posteguillo por sus obras de romanos, pero la verdad es que no lo había leído nunca. No suelo leer mucha novela histórica. Aunque cualquier día me leo alguno de esos, porque me ha dejado muy buen sabor de boca con esta novela.

He leído que es profesor titular de lengua y literatura inglesa en la Universitat Jaume I y doctor europeo por la Universitat de València, estudió literatura creativa en Estados Unidos y lingüística, análisis del discurso y traducción en el Reino Unido.


Bueno lo dicho. Para los amantes de las curiosidades sobre escritores o sobre sus obras "La sangre de los libros" es muy recomendable.

viernes, 6 de febrero de 2015

"Por si acaso" de Ángel Gabilondo


"Por si acaso" de Ángel Gabilondo es un libro para leer a sorbos. Para pararnos en una frase. Para respirar mientras la rumiamos. Para pensar.

"Por si acaso" de Ángel Gabilondo es una joya de color azul. Un compendio de máximas (y mínimas) dice el autor. Es una forma de echarle el lazo a las palabras y detenernos en ellas.

"Por si acaso" de Ángel Gabilondo es un libro que no se termina nunca. Uno que empieza cada vez que lo abres al azar por una página cualquiera. Un libro pequeño y eterno.


Dice el autor: "... Lo que aquí se ofrece, si en alguna ocasión roza el serlo o aparenta pretendero, casi exigiría, por pretencioso, una petición de disculpa. A lo sumo, son máximas, pero incluso eso nos parece demasiado. Podrían a veces ser máximas mínimas e incluso mínimas, sin más. ...

No son imprescindibles. Sería ridículo suponerlo. Se encuentran ofrecidas por si acaso. Por si acaso no todo pasa como deseamos. Por si acaso nosotros mismo tampoco somos como pretendemos. Por si acaso , en el instante en que la sed, o el frío, o el desamparo, o tal vez la alegría y la serenidad nos asaltan insluso sin necesidades nuevas, con deseo y con placer, tendamos la mano y abramos y busquemos algo siquiera mínimo, que nos haga decir y decirnos, para afrontar o para saborear lo que nos ocurre. ... "

No es plan de copiaros todo el prólogo, ni tampoco es plan copiaros todas las máximas mínimas que encierra este tesoro. Pero sí que os voy a dejar con algunas de ellas...

Si nos falta la palabra, no nos encontramos. Con esta comienza el libro.

Cuando era niño no tenía probablemente infancia. Ahora sí.

Me asusta la distancia que me separa de mí mismo, pero gracias a ella te he encontrado.

Los amigos son tan decisivos que no hay modo de saber de ellos sin adoptar permanentemente la decisión de que lo sean.

Tu dolor también te pasa en mí. No sé si esto te alivia.

Desde que tú no estás, yo, a mi modo, tampoco.

No leer es una forma de ceguera.

Los números son pares o impares. La soledad también.

Bueno y ya no os copio más... Que no termino nunca. Solo deciros que me gusta mucho este libro. No me cansaría nunca de leer sus máximas...

 


lunes, 27 de octubre de 2014

'Las 101 cagadas del español' de María Irazusta



El último libro que me he terminado de leer ha sido 'Las 101 cagadas del español' de María Irazusta.

No es una novela, es un libro de consulta sobre nuestro idioma y los errores lingüisticos que cometemos muchas veces cuando hablamos. Sí, es una obra sobre nuestro lenguaje, pero donde se trata éste con mucho humor, de forma muy amena. 

Está estructurado en forma de capítulos muy breves, lo cual hace la lectura muy ágil. Y cómo ya os digo con un estilo muy distendido, muy ameno, con bastante ironía. 

Aborda los errores lingúisticos de nuestro idioma, como por ejemplo la doble negación, los dequeísmos, los laísmos... También otros asuntos cómo que lo políticamente correcto ha llevado a absurdos como "los miembros y las miembras".

También se abordan otros temas como las palabras moribundas (pazguato, fresquera, estulticia, ignoto, hogaño, ajuntar...), las frases hechas (tener una noche toledana, irse de picos pardos, tener más cuento que Calleja, ser más feo que picio, parecerse al corral de la Pacheca, más tonto que Abundio, más moral que el Alcoyano, ¡Qué nivel, Maribel!, dormirse en los laureles, el quinto pino o aquí hay gato encerrado...).

A mi me ha gustado mucho este libro, ha sido muy entretenido leerlo y es una lectura útil porque he refrescado conocimientos. Es cierto que muchas cosas de las que cuenta ya las sabía, estos temas linguisticos al gustarme suelo releerlos de aquí y de allá, y me resultan familiares. Pero siempre viene bien un repaso.

Por ejemplo he repasado que detrás del saludo inicial de una carta o de un correo electrónico se ponen dos puntos, y no una coma. Error que yo suelo cometer bastante y tengo que enmendar. Dice el capítulo que nos pasa por contagio del inglés, donde sí que se pone una coma.

También por ejemplo he repasado el significado del verbo "adolecer". Ésto lo dimos en un curso de estilo al que asistí. Nos contaron, de igual modo que hace el libro, que a éste verbo se le suele atribuir el mismo significado que "carecer". Y no es correcto. Su verdadera acepción es tener o padecer algún defecto o enfermedad. Tiene una connotación negativa. Sin embargo vemos muchas veces frases como: "La Unión Europea adolece de liderazgo" y el liderazgo no es una enfermedad...

En fin, no quiero alargarme más. Si os interesan estos temas del lenguaje, de los errores al hablar o al escribir, de sus curiosidades, el libro está bien. No solo es instructivo sino que es ameno. Se lee muy rápido y nunca viene mal un repaso...


ameno recuento de desafueros lingüísticos, escrito con humor, ironía y rigor.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2130824/0/cagadas-del-espanol/maria-irazusta/libro/#xtor=AD-15&xts=467263
un ameno recuento de desafueros lingüísticos, escrito con humor, ironía y rigor.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2130824/0/cagadas-del-espanol/maria-irazusta/libro/#xtor=AD-15&xts=467263

jueves, 23 de enero de 2014

"Retrato de Baroja con abrigo" de Jesús Marchamalo


«Tenía Baroja un gato, negro como el de los cuentos de brujas, y dos abrigos. Uno oscuro, de paño, de diario, algo raído, y otro que guardaba en el armario, gris, para las ocasiones especiales. Con él y con un pañuelo de seda blanco al cuello, como el de un aviador de biplano, grabó un día para el cine; los pasillos de la casa cruzados de cables y las habitaciones cubiertas de esa luz homicida de los focos. ¿Todo esto consumirá mucha electricidad, no?, preguntaba con persistente racanería.»
Hoy os quería hablar de uno de mis regalos de los Reyes Magos. De hecho hasta lo recibí por duplicado. Se trata de un pequeño libro titulado “Retrato de Baroja con abrigo” escrito por Jesús Marchamalo, con ilustraciones, grabados en blanco y negro, de Antonio Santos y publicado por Nórdica. Empieza éste con el párrafo que os he copiado encabezando esta entrada. ¿No me digáis que no os apetece seguir leyéndolo?
“Retrato de Baroja con abrigo” es un libro de muy pocas páginas, unas cuarenta, de las cuales cómo veis algunas son ilustraciones, así que te lo lees en un rato. Pero si os gustan las biografías éste os encantará. Porque está escrito con ese tono desenfadado y cariñoso con el que Jesús Marchamalo hace sus retratos de escritores.
Ya os he hablado de este autor en otras ocasiones en este blog. Tanto por sus libros, me he leído varios de él (“39 escritores y medio” “44 escritores de la literatura universal” “Tocar los libros” “Tienda de palabras”…) como por sus amenas conferencias también sobre libros, escritores y palabras.
  
Jesus Marchamalo es escritor y periodista, y se desenvuelve muy bien escribiendo textos de poca longitud, aperitivos de literatura que te dejan siempre con hambre de más.
En este caso con “Retrato de Baroja con abrigo” nos regala un retrato de Pio Baroja que a mí me ha encantado porque está llenito de anécdotas, de detalles del escritor que nos le devuelven como un personaje bastante singular. Su afición a los gatos, su aparente racanería, su inevitable abrigo incluso en casa por el frío que hacía en ella… detalles, coordenadas de su personalidad.
He leído en una entrevista al autor cómo nació la idea de este libro:
“Cada año por Navidad hago un regalo especial para amigos, una pequeña edición a modo de felicitación. Se me ocurrió contar con Antonio Santos, ilustrador, pintor y escultor, le propuse hacer algo con Pío Baroja. Trabajamos sobre un texto que yo había escrito sobre el escritor y él hizo unos linóleos. En algún momento, lo que estábamos haciendo llegó a las manos de Diego Moreno, de Nórdica, y nos propuso editarlo también como un regalo para las navidades…”http://www.elcultural.es/noticias/BUENOS_DIAS/5669/Jesus_Marchamalo

La verdad es que es un libro para regalar. Es un objeto precioso tanto por su tamaño, sus ilustraciones, como por la historia que nos cuenta, todo un homenaje a Pío Baroja. Para los amantes de la literatura, y de los libros en papel en concreto está muy bien. Es de lectura muy agradable, es curioso e instructivo. Así que si tenéis la oportunidad no dejéis de leerlo.

viernes, 17 de enero de 2014

"Caerán precipitaciones en forma de nieve" un artículo de Alex Grijelmo


Parece ser que este fin de semana va a hacer mucho frío o como dirían los meteorólogos vamos a tener "condiciones climatológicas adversas"...

Entonces cómo seguramente pasaréis más tiempo en casita y tendréis más tiempo para leer os quería dejar con un artículo de Alex Grijelmo que salió hace días, el 22 de diciembre de 2013, en el periódico ELPAIS, en la sección La punta de la lengua titulado “Caerán precipitaciones en forma de nieve”. Está bien, es muy curioso, no dejeis de leerlo.



“Caerán precipitaciones en forma de nieve”.


Este invierno tendremos “condiciones climatológicas adversas”, se lo digo con toda seguridad. Y además se lo anuncio con toda solemnidad. Si no hubiera querido deslumbrarle a usted solemnemente, habría escrito que este invierno tendremos mal tiempo, y ya está.
 
Ese mal tiempo, de todas formas, hará que suba “la siniestralidad en las vías interurbanas”, lo cual también le expreso a usted con la ampulosidad precisa para que le dé la importancia debida al hecho de que habrá más accidentes en las carreteras.
 
Y los habrá, sin duda; por mucho que para evitarlo se produzca un despliegue de las “fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado”, mayormente de la Guardia Civil.
 
Lógico, porque las condiciones climatológicas adversas y el consiguiente despliegue de las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado para evitar la siniestralidad en las vías interurbanas se van a dar porque “caerán precipitaciones en forma de nieve”. También pueden sobrevenir “precipitaciones en forma de granizo”, incluso “precipitaciones en forma de agua”.
 
Y no se quede usted ahí: las peores precipitaciones son las de viento: se precipitan los árboles, se precipitan las cornisas, se precipitan los carteles de las peluquerías… Sí, a veces ocurren tales desgracias por la negligencia de los responsables de conjurar esos riesgos, personas que descuidan sus obligaciones y que en algunos casos se merecen acabar encerradas en una institución penitenciaria, lo que antes de inventarse el idioma administrativo se llamaba prisión.
 
Los accidentes de tráfico debidos a que nevará, granizará o lloverá (o sea, precipitaciones en forma de tal y tal) se concentrarán en algunos “puntos kilométricos”: “Atención, se ha producido un desprendimiento de tierras (o sea, otra precipitación) en el punto kilométrico 21”; es decir, lo que veníamos llamado “el kilómetro 21”.
 
Y eso nos lleva a la perplejidad de conocer que hay puntos kilométricos, cuando siempre los imaginábamos redonditos y pequeños; vamos, de milímetros. Los puntos siempre fueron milimétricos.
 
Alguna extraña razón activa en ciertas personas la costumbre de alargar los términos de cualquier idea. Quizás el subconsciente les dice que así consiguen alargar la idea misma. Y entonces incurren en pleonasmos como el de esas fuerzas y esos cuerpos (se nos haría raro pensar en cuerpos de seguridad sin fuerza, o en fuerzas de seguridad sin cuerpos); o el de las precipitaciones que caen (o caídas que se precipitan); casi siempre hacia abajo, por cierto.
 
Hoy se celebra la Lotería de Navidad. Así que a algunos se les precipitará el Gordo. Les caerán precipitaciones en forma de premios. Y lo organiza todo la Sociedad de Loterías y Apuestas del Estado, que no debemos entender como la sociedad mediante la cual el Estado lanza sus envites (las apuestas del Estado), sino como la “sociedad estatal de loterías y apuestas”, pues se supone que quienes juegan son los ciudadanos. (Bueno, y también el Estado, ciertamente, porque a veces le tocan los números que nadie compró).
 
En fin, ante tanta precipitación en el lenguaje oficial, constituye nuestro deber avisar a los lectores: habrá euforia de los agraciados, que se amontonarán si el premio, como acostumbra, está muy repartido. Eso puede generar “la invasión de las vías urbanas”; y “los efectivos de las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado” no podrán desplegarse “por toda la geografía nacional”. Por tanto, se informará con puntualidad acerca de eventuales “alertas de nivel amarillo (circulación intermitente)” para evitar “la siniestralidad invernal”.
 
Ahora bien (y aquí viene el principal aviso): se oirá decir en los medios de comunicación que algunos afortunados, deseosos de celebrar su suerte, han tirado la casa por la ventana. Eso, que conste, forma parte del lenguaje popular (tan distinto del lenguaje verdadero) y, por tanto, no debe tomarse al pie de la letra, pues en ningún caso significará que se estén produciendo precipitaciones en forma de muebles.
 

lunes, 18 de junio de 2012

"Donde se guardan los libros" de Jesús Marchamalo



Terminé de leer hace ya tiempo "Donde se guardan los libros" de Jesús Marchamalo. Pero por unas cosas y otras aún no me había dado tiempo a reseñarlo. Así que vamos a ello.

Éste es uno de esos libros que antes de leerlo ya sabía que a mí me iba a gustar. Porque me entretiene mucho la forma de contar de Jesús Marchamalo, su talante ameno e instructivo y porque cómo no me iba a gustar un libro que habla de bibliotecas, de autores y de libros.

"Donde se guardan los libros" es el resultado de las visitas que hizo Marchamalo a la casa de 20 autores que le enseñaban su biblioteca. He leído por ahí que decía que " No hubo que embaucar a nadie, incluso gente famosa por su privacidad se mostró dispuesta, había una voluntad expresa de hablar de libros". Al principio algunas de estas incursiones salieron a la luz publicadas en Abc y más tarde todas formaron parte de este libro editado por Siruela.

Javier Marías, Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte, Jesús Ferrero, Clara Janés, Soledad Puértolas, Fernando Savater, Gustavo Martín Garzo, Luis Mateo Díez, Antonio Gamoneda... así hasta 20 autores comentaron sobre su biblioteca. 

Dando lugar a un libro donde nos podemos encontrar curiosidades como que:

-  Las estanterías de Javier Marías sirvieron a la publicidad durante años. Desvela Marchamalo que el fabricante se enamoró de la obra, una vez rebosante de libros, y la usó en revistas. Marías atesora unos 20.000 volúmenes, apilados por toda la casa. 

 - "Lloviendo, a hurtadillas, en dos viajes interminables, como un conspirador, bajó a la calle cargado de maletas y arrojó a un contenedor, libro a libro, sus tres años de carrera. Luego subió a casa, exhausto, se encerró y emprendió una nueva vida tras tomarse un Frenadol" (Enrique Vila-Matas).

- En la biblioteca de Soledad Puértolas su perra labradora Lura tiene responsabilidad en el orden, "antes que la inicial del autor, o la cronología, lo preside la altura de una labradora puesta en dos patas: de ahí para arriba es donde están los ejemplares comestibles".

-Una o dos veces al año, Luis Landero abandona en el banco de una plaza madrileña 50 o 60 libros. "Y siempre vuelve al rato, para ver cómo viandantes anónimos, convecinos, estudiantes, repartidores, jubilados ociosos se interesan por ellos, los hojean con curiosidad y se los acaban llevando", cuenta el periodista. Son ejemplares que previamente han vivido en "el corredor de la muerte", a la espera de que el escritor decida su destino final.
- Dos de los libros que sobrevivieron al ataque a la biblioteca de Sarajevo, arrasada durante la guerra, están en la casa de Arturo Pérez-Reverte:

"La noche del  25 de agosto de q992, la artillería del ejército serbobosnio que asediaba Sarajevo atacó con granadas incendarias la biblioteca. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, que llegaron a combatir las llamas con cubos de agua, el fuergo se extendió por toda la primera planta del edificio. ... Dos de aquellos libros, de hojas chamuscadas y cubiertas ennegrecidas por el humo, con marcas de humedad, tierra y pisadas, están ahora sobre la mesa. Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) cubría para Televisión Española la guerra de los Balcanes, y esa noche de agosto fue testigo de cómo las llamas reducían la Biblioteca de Sarajevo a cenizas. Al día siguiente, mojados, inservibles, mezclados con cascotes y pedazos de madera, los recogió de un montón de escombros, junto con un trozo de estuco que también conserva..."

Os podeís hacer una idea de cómo es este libro. Es ameno, instructivo, curioso, si os gustan los libros, claro. Además está salpicado de fotos en blanco y negro de los autores y de las estanterías de todas esas bibliotecas que le mostraron: detalles de sus libros, de los adornos, de esos cachivaches que guardan como tesoros. 

Es un libro de lectura fácil y entretenida que te lo lees rápidamente. Y que cuando lo terminé pensé que habría que volverlo a leer cualquier día.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Las palabras largas. Alex Grijelmo


" ... Ya es conocida la propensión de los personajes públicos a estirar las palabras por esa creencia tan absurda y tan arraigada según la cual los términos con muchas sílabas resultan más prestigiosos. Buscan con ello la fascinación de los oyentes, que se quedan perplejos ante esa supuesta elevación de los conceptos...

... Así , en lugar de aplicar un método, los políticos establecen una metodología.
Donde la gente sencilla dice ejercer, ellos pronuncian ejercitar.
Si nosotros hablamos de completar, ellos se refieron a complementar.
Los unos cumplimos y ellos cumplimentan.
Nosotros hablamos de señalar un asunto, y ellos los señalizan.
Si nosotros hablamos de clima, ellos se refieren a la climatología.
Un ciudadado analiza los problemas, pero los políticos examinan la problemática.
Si cualquiera tiene una intención, ellos muestran una intencionalidad.
Si nosotros buscamos un fin, ellos van en pos de una finalidad. Si nosostros cumplimos una obligación, ellos plantean una obligatoriedad.
Si nosotros seguimos las normas, ellos aprueban la normatividad y defienden la normativa.
Si nosotros lamentamos los accidentes, ellos ofrecen los datos de la accidentalidad (o la siniestralidad).
Si nosotros concretamos, los administradores de la sociedad concretizan; si nosotros deseamos aclarar algo, los políticos buscan esclarecerlo.
En lugar de potencia, hablan de potencialidad; en lugar de necesidad, de necesariedad; en vez de culpar, culpabilizan; contabilizar y no contar, rumorología y no rumores.
Si los ciudadanos sienten una obligación, ellos decretaran la obligatoriedad.
Si nosotros decimos todos, ellos dicen la totalidad.
Nosotros buscamos tener crédito y ellos quieren disfrutar de credibilidad.
Y así sucesivamente: en lugar de peligro, peligrosidad;
en lugar de disfunción, disfuncionalidad;
en lugar de límites, limitaciones;en lugar de influir, influenciar;
en vez de emoción, emotividad;
en lugar de distinto, diferenciado, y en el puesto de regulación, ellos colocan regularización.
Si nosotros nos referimos al uso, ellos hablan de la utilización.
Y si nosotros vemos un exceso, ellos aprecian un sobredimiensionamiento.
Nosotros generalmente sufrimos una gripe. Pero cualquier persona importante o cualquier deportista destacado, lo que sufre es un proceso gripal.

Son éstos algunos ejemplos claros del poder de las palabras, aunque se trate en ciertos casos de términos inexistentes. Pero quién los emplee buscará la seducción con ellos... Pretende fascinar y repartir perplejidad. ... Hace creer que las palabras largas también prolongan su contenido."

Alex Grijelmo
La seducción de las palabras

Taurus 2000




Álex Grijelmo
BURGOS, 1956
Álex Grijelmo (Burgos, 1956) escribió a los dieciséis años su primer artículo en La Voz de Castilla, un periódico de su ciudad en el que después trabajaría como redactor en prácticas mientras estudiaba Ciencias de la Información. En 1977 ingresó en la agencia de noticias Europa Press, y en 1983 fue contratado por el periódico español El País, en el que trabajó durante dieciséis años. Diez de ellos, como redactor jefe; y en ese periodo fue el responsable del Libro de Estilo. Después dirigió la cadena de diarios locales y regionales del Grupo Prisa; y, más tarde fue nombrado director general de contenidos de Prisa Internacional, división que englobaba las emisoras de este grupo en América Latina, así como tres periódicos y una cadena de televisión en Bolivia y la edición mexicana de la revista Rolling Stone. Desde 2004 preside la Agencia Efe, y en 2007 fue elegido presidente del Consejo Mundial de Agencias. Ha escrito los libros Defensa apasionada del idioma español (Taurus, 1998), La seducción de las palabras (Taurus, 2000), La punta de la lengua (Aguilar, 2004), El genio del idioma (Taurus, 2004) y La gramática descomplicada (Taurus, 2006). Ha recibido el «honorary degree» en dirección y administración de empresas por la fundación universitaria ESERP, y es profesor de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que preside Gabriel García Márquez, con quien codirigió, en 1998, un curso sobre estilo periodístico. En enero de 1999 recibió el premio nacional de periodismo Miguel Delibes.