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domingo, 25 de septiembre de 2016

Casa de Rosalía de Castro en La Coruña



Me gusta mucho visitar las casas de los escritores: Dónde vivían, dónde escribían... En el blog tenemos reunidas todas las reseñas de esas visitas bajo la etiqueta "CASAS ESCRITORES", por si os apetece echar un vistazo a las que ya tenemos reunidas, que son unas cuántas.

 Hoy quería dedicar esta entrada a otra de esas casas. Aunque en este caso no se puede visitar, solo se puede ver desde fuera.

Me estoy refiriendo a la casa de Rosalía de Castro en el casco histórico de la ciudad de La Coruña. Una placa te avisa de que has llegado, está en la calle del Príncipe, en el núm. 3.

No es la casa donde nació la escritora, sino donde vivió desde finales del 1870 hasta el año 1875. La placa te dice que aquí vivió con sus hijos y su esposo en 1873, pero buscando información sobre ella he encontrado que lo hizo durante esos años.

La casa es un edificio construído en el siglo XVIII con cinco plantas, de unos 180 metros cuadrados cada una, con un jardín anexo. El matrimonio Murguía vivió en uno de los pisos, porque a Manuel Murguía le nombraron Jefe del Archivo del Reino de Galicia. Aquí también nació la quinta hija del matrimonio, Amara.

La casa en la actualidad no se puede visitar, como ya os he dicho. Su historia ha sido azarosa. En los años noventa "albergó un local de hostelería, con el nombre de Casa Rosalía, en el que se daban cita poetas y escritores participantes en encuentros literarios en la ciudad o los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo". Fue propiedad de la Caixa Galicia que lo adquirió en el año 2004, hasta que lo cedió en el año 2007 a la Academia Real de Galicia que quería convertirlo en un nuevo centro cultural.

Pero al final por falta de dinero la RAG no pudo afrontar las obras que se necesitaba hacer en la casa para reconvertila en centro cultural y tuvo que devolvérseo a sus antiguos dueños, la antigua Caixa Galicia, y ahora Afundación, que son quiénes están haciendo obras ahora en ella. Parece ser que estaban arreglando los tejados y las bajantes principalmente y luego demás obras de mantenimiento.

Ojalá que algún día esta casa pueda dedicarse a fines culturales.





jueves, 18 de agosto de 2016

La Casa Museo Fernando Pessoa de Lisboa



Intento ahora en el verano retomar entradas de estos meses pasados que no he tenido tiempo de ir contandoos. 

Tenía pendiente hablaros de la Casa Museo de Fernando Pessoa en Lisboa, para incluirla dentro de nuestra colección de Las casas de los Escritores. En su día hablamos de la Fundación de Saramago, en la Casa dos Bicos también en la misma ciudad, pero ésta se nos había quedado sin reseñar. Frases famosas cruzando la fachada del edificio es lo primero que te sorprende cuando te la encuentras.




En esta Casa Museo vivió el poeta desde el año 1920 hasta el año 1935 que murió. Cambió de domicilio como unas treinta o cuarenta veces. Había nacido el 13 de junio de 1888 en la Freguesia dos Mártires, Lisboa, y murió el 30 de noviembre del 35. Esta casa está en el Campo de Ourique, en la Rua Coelho da Rocha, 16 y fue donde vivió sus últimos quince años. Aquí se trasladó con sus hermana y sus sobrinos, aquí descubrió que estaba enfermo, aquí escribió gran parte de su obra, y desde aquí se trasladó al hospital donde murió.

Fue inaugurada para que el público la visite, también en noviembre, pero del año 1993. La idea era que fuera un centro cultural donde se le pudiera rendir homenaje. 

Aquí se pueden ver algunos de sus libros y de sus objetos personales, que nos dejó en herencia.





Ofelia Queiroz, su enamorada con quién nunca se llegó a casar

La habitación como podéis ver en las fotos está muy bien conservada. El detalle del arcón lleno de folios arrugados me gustó mucho. Creo que la cama y el arcón no son los auténticos. He leído que en el arcón se encontró gran parte de su obra. También he leído que sobre la cómoda escribía muchas veces de pie. La mesa con sus cigarrillos, su traje con su camisa blanca, y su corbata estrecha, la cama por supuesto, y algunos folios cómo recién escritos.

Su primera obra en portugués, Mensagem fue la única que se publicó en vida del poeta, en el año 1933. El barquero anarquista, Libro del desasosiego, Sobre Portugal, Cartas de amor de Fernando Pessoa, Poesías Inéditas, Odas de Ricardo Reis, Poemas de Alberto Caeiro y English Poems son algunos de los títulos más importantes de la obra de Pessoa.

Pessoa fue un poeta muy misterioso con una personalidad compleja. Es conocido que tenía múltiples alter ego, sus heterónimos, en los que se desdoblaba para firmar sus propias obras.







Los textos nos acompañan en toda la visita por la Casa Museo. Comienzan en la fachada, que se ha conservado más o menos cómo era, y se siguen por todas las escaleras. La Casa por dentro se cambió para dar cabida a todas las funcionalidades que iba a tener, y está pintada toda ella de blanco.

Tiene una biblioteca, un auditorio, un jardín, salas de exposiciones... aquí se organizan lecturas de poesías, encuentros con autores, conferencias, talleres, exposiciones...







martes, 10 de mayo de 2016

Ruta por Moguer siguiendo a Juan Ramón Jiménez





«Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos. […] —¡Platero, amigo!—le dije yo a la tierra—; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí?».


Si alguna vez vas a Moguer no dejes de buscar el rastro de Juan Ramón Jiménez, y de Zenobia Camprubí. 

Las huellas del poeta onubense, nacido en ese pueblecito blanco y albero, están en muchos de sus rincones. Quería dejaros una ruta rápida pero completa que se puede hacer y que os puedo asegurar que no os defraudará. 

 1. Casa Natal de Juan Ramón Jiménez




No lleva abierta mucho tiempo. De hecho la última vez que yo estuve no lo estaba y solo la pudimos ver por fuera. Ahora ya sí que se permiten las visitas y es gratuita. Ya dedicaré una entrada más pormenorizada para contaros con más detalle.

Aquí nació el poeta el 23 de diciembre de 1881 y vivió hasta los cuatro años. A sus padres no les gustaba mucho este barrio, el de los pescadores.


2. El Museo al aire libre "Platero EScultura".

Ya tenemos una entrada en el blog sobre estas esculturas que salpican las calles de Moguer con los personajes de "Platero y yo". Podéis echar un vistazo:

 http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/2016/04/museo-al-aire-libre-platero-escultura.html








3. Casa Museo de Juan Ramón Jiménez

De la casa natal la familia del poeta vino a vivir a ésta. Aquí vivió su infancia y juventud. Y ahora convertida en Museo es una casa preciosa llenita de recuerdos del poeta y de Zenobia, porque aquí están muchos objetos de la casa de Madrid y de su vida en pareja.

También en el blog tenemos una entrada de esta Casa.

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/2010/08/la-casa-de-juan-ramon-jimenez-en-moguer.html




 4. La casa de El huerto de la Piña.

Es aquí, bajo el pino de la entrada, donde se supone que está Platero enterrado. Es una pena porque está medio abandonado el lugar.





5. Y por último la tumba donde está el matrimonio en el cementerio de Moguer.

Había flores y poemas porque habían estado justo antes que nosotros un taller de Lectura.







martes, 3 de mayo de 2016

Emilia Pardo Bazán en Madrid



Hoy es un martes-lunes ya que ayer tuvimos fiesta. Pero habrá que sacudarse la modorra rápidamente y ponernos a la tarea. Hoy vamos a hacer una de esas rutitas que nos gustan por Madrid siguiendo a algunos de nuestros escritores.

Nos centramos en doña Emilia Pardo Bazán.


Caminando por la calle San Bernardo en Madrid, muy cerca del Palacio de Justicia, en el núm. 35 tropiezo con una placa sobre la escritora: doña Emilia Pardo Bazán. 

Nos dice la placa que la insigne escritora vivió en este edificio desde el año 1890 hasta el año 1915, donde recibió a grandes personalidades de su época. Esta casa la había adquirido su madre, Amalia, ya viuda para residencia familiar en otoño, invierno y primavera pasando los veranos y parte de otoño en el pazo de Meirás. He leído en internet que aquí Doña Emilia ya hacía sus tertulias literarias.

Esta casa tenía una biblioteca y un salón y era en éste, donde con una frecuencia quincenal y en horario vespertino se reunían personas importantes de la vida social, escritores, políticos.

https://donaemiliaenfemeninoplural.wordpress.com/audioguias-en-espanol/audioguia-la-tertulia-literaria-en-casa-de-emilia-pardo-bazan-en-madrid/

Os recuerdo que "La inevitable" cómo la habían apodado sus colegas (creo que Clarín) era una mujer "de armas tomar". Emilia era decidida, enérgica, inteligente, trabajadora. Nació en 1851. Había heredado de su padre el título de condesa y tenía buena situación económica, todo ello hizo que tuviera mucha libertad en una mujer para lo que era esa época. Según contaba ella a los 17, en 1868, vivió tres acontecimientos muy importantes: "Me vestí de largo, me casé y estalló la revolución del 68".



 No es la primera vez que encuentro en mi ciudad huellas de la novelista. Ya en su día, en enero de este 2016, escribí sobre la autora y su Palacete de Pozas, en la calle Princesa del barrio de Arguelles. Os copio el enlace por si queréis consultarlo:

Dice ésta placa que la autora vivió en este Palacete desde 1915 hasta su muerte en 1921. Luego parece que del edificio anterior en San Bernardo pasó a vivir en Arguelles, concretamente en el Palacete de Pozas.




Muy cerca del enclave anterior estaba el Palacio de La Huerta Cánovas del Castillo, a la altura del número 50 de la Castellana. Tras ser asesinado y muerta su viuda, pasó a ser propiedad de los marqueses de Argüelles. Fue entonces cuando comenzó a frecuentarlo Emilia Pardo Bazán para organizar tertulias reivindicativas de los derechos de las mujeres en España. Tras ser Embajada de Cuba, acabó siendo el solar de la Embajada americana.

La escritora tuvo tres hijos: Jaime (1876- 1936), María de las Nieves, o Blanca familiarmente (1879-1970) y Carmen (1881-1935). Jaime casa con Manuela Esteban Collantes (1880-1959), de cuyo matrimonio nace su único hijo, llamado también Jaime, asesinado junto con su padre, en agosto de 1936, en la matanza de la calle Goya por los milicianos de la II República española. Carmen, soltera, muere en 1935. María de las Nieves o Blanca se casa con el militar de caballería y marqués José Cavalcanti (1871-1936), que alcanzará el grado de teniente general, de cuyo matrimonio no tiene hijos. 

Sin embargo su vida conyugal no fue feliz. Su marido, José Antonio de Quiroga y Pérez de Deza, no la entendía. Para lograr la separación, ante la Iglesia, él la acusó de "naturalista". Ella había defendido esa nueva tendencia literaria en su novela "Un viaje de novios" y en su famosa conferencia "La cuestión palpitante" (1882). Terminó por separarse de su marido en 1884 después de que le exigiera dejar de escribir, pero en cambio a partir de ese momento su vida literaria fue mucho mejor. Luego estas casas de las que hablamos en esta entrada son ya de una Emilia Pardo Bazán separada.

Su obra siempre fue en defensa de las mujeres y de su educación. Es la única mujer de la historia que tuvo un puesto en el Ateneo, lo consiguió el 9 de febrero de 1905, con el número 7.925. Era ya una reconocida escritora y había dado conferencias en el Ateneo, pero no podía entrar en la casa como socia de pleno derecho. «Soy la primera mujer que pisa oficialmente el Ateneo y esto es para mí una de las mayores satisfacciones que he recibido», comentaba unos días después. Sin embargo, no la dejaron entrar en la RAE, y fue una de las instigadoras de la educación pública junto a Giner de los Ríos. 
 

martes, 19 de abril de 2016

Fundación de Saramago en Lisboa

El olivo bajo el cual está Saramago y detrás la Casa dos Bicos de su Fundación


¿Cómo ir a Lisboa y no buscar el rastro del premio nobel José Saramago? 

Se trata de la Casa dos Bicos, en la parte baja de la Alfama. Ese palacete del siglo XVI tan peculiar con su fachada de piedra decorada con picos, y todas esas puertas y ventanas cada una distinta a la otra. 

La Fundación de José Saramago está aquí, y también aquí está plantado el olivo bajo el cual están sus restos. 

Me gustó mucho la verdad. Por supuesto por lo que significa, pero también por lo variado que es su interior. En la parte baja hay restos arqueológicos. Y ya en las plantas superiores tiene una exposición permanente con la vida y obra del escritor: Libros, manuscritos, fotografías, objetos...  Tiene también una librería, una tienda con muchos objetos para vender relacionados con el escritor. En la planta superior un auditorio donde se deben hacer conferencias, presentaciones de libros... y donde están expuestos vídeos con escenas de su película "Ensayo sobre la ceguera", además de su biblioteca.


Quería dejaros con algunas fotos de ella. 












Saramago, sus cenizas, está enterrado bajo el olivo que trajeron de su tierra natal, Azinhaga do Ribatejo, y plantado delante del edificio donde está su Fundación. Las cenizas del autor también fueron acompañadas de tierra de Lanzarote. Y tiene una inscripción que dice "No subió a las estrellas, si a la tierra pertenecía".

Decía José Saramago que “vivimos en un lugar determinado, pero habitamos otros lugares. Yo vivo aquí, en Lisboa, cuando estoy aquí, y vivo en Lanzarote cuando estoy allí. Pero habitar, habitar, habito en aquello que sería —o es— la aldea. No se trata, sin embargo, de esta aldea, sino de la aldea de mi recuerdo”… Y en referencia a Lanzarote, dijo: —“me podrán negar todo, pero nadie me quitará este aire”

lunes, 18 de enero de 2016

De Emilia Pardo Bazán, Benito Pérez Galdos y Madrid


Mi bien, miquiño mío del alma: [...] Haz por venir pronto, cielo feo, monigote, y mientras no puedas arrancarte de esas playas, escríbeme [...] y un deseo tal de verte otra vez en cualquier misterioso asilo, apretaditos el uno contra el otro, embozados en tu capa o en la mía los dos a la vez, o tumbados en el impuro lecho, que nuestra amistad tiernísima hace puro en tantas ocasiones. Sí, yo me acuesto contigo y me acostaré siempre, y si es para algo execrable, bien, muy bien, sabe a gloria... porque tienes la gracia del mundo y me gustas más que ningún libro.

Emilia Pardo Bazán a Benito Pérez Galdós





Al hilo de la entrada anterior donde hablábamos de la obra de teatro "Insolación" cuya autora es Emilia Pardo Bazán. Hoy quería que habláramos un poco de esta autora. 

En Madrid, en el barrio de Arguelles, y en la misca calle Princesa pasamos por un edificio donde está colocada esta placa en lo que fue el Palacete de Pozas donde vivió y murió en 1921 la escritora. Estaba en lo que antiguamente se conocía como el barrio de Pozas situado en la parcela triangular enmarcada entre las calles Alberto Aguilera, Princesa y Serrano Jover.

"La inevitable" cómo la habían apodado sus colegas (creo que Clarín) era una mujer "de armas tomar". Emilia era decidida, enérgica, inteligente, trabajadora. Nació en 1851. Había heredado de su padre el título de condesa y tenía buena situación económica, todo ello hizo que tuviera mucha libertad en una mujer para lo que era esa época. Según contaba ella a los 17 vivió tres acontecimientos muy importantes: "Me vestí de largo, me casé y estalló la revolución del 68".

Tuvo hijos pero su vida conyugal no fue feliz. Su marido, José Antonio de Quiroga y Pérez de Deza, no la entendía. Para lograr la separación, ante la Iglesia, él la acusó de "naturalista". Ella había defendido esa nueva tendencia literaria en su novela "Un viaje de novios" y en su famosa conferencia "La cuestión palpitante" (1882). Terminó por separarse de su marido en 1884 después de que le exigiera dejar de escribir, pero en cambio a partir de ese momento su vida literaria fue mucho mejor.  

Su obra siempre fue en defensa de las mujeres y de su educación. "Es la única mujer de la historia que tuvo un puesto en el Ateneo, no la dejaron entrar en la RAE, y fue una de las instigadoras de la educación pública junto a Giner de los Ríos". 

"Insolación" la obra de teatro de la que os hablaba en la entrada anterior tiene un punto autobiográfico. Emilia Pardo Bazán se la dedicó a José Lázaro Galdiano, editor y coleccionista de arte, con quien tuvo un affaire en Barcelona en 1888 y que confesaría después a Benito Pérez Galdós, con quien mantenía una relación.

Emilia Pardo Bazán tuvo también amores con Blasco Ibañez, pero esa historia terminó cuando el novelista denunció que la autora le había robado el argumento de un cuento que él pensaba escribir. Lo cierto es que muchos autores miraban mal a la escritora: Pereda decía "Padece la comezón de meterse en todo, de entender de todo y de fallar de todo". Juan Valera tampoco tuvo buenas palabras para ella, ni Clarín, ni Baroja ("No me interesó nunca como mujer ni como escritora. Como mujer es de una obesidad desagradable, en su conversación es un poco ansiosa y trepadora")... En fin.

Pero en cambio mantuvo, como ya decíamos, una larga historia de amor con Benito Pérez Galdós que era un hombre alto, delgado, solitario, tímido pero sin embargo mujeriego. A Pérez Galdós se le acercaron muchas jóvenes, algunas aspirantes a actriz para solicitar un papel. Galdós hablaba poco pero escuchaba mucho, dicen que era como una esponja y mucho de lo que escuchaba salía luego en sus novelas.



Se conoce del amor entre los dos escritores gracias a las cartas que se escribían, una de ellas es la que encabeza esta entrada. He leído que se conocen 93 cartas de la escritora a Galdós, y una sola de Galdós. Aunque ella era separada y él soltero, fueron unos modernos del XIX, que cayeron en un único convencionalismo: la clandestinidad. Las cartas que Pardo Bazán dirige a Pérez Galdós están recogidas en Miquiño mío (Turner), por Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández. “Te como un pedazo de mejilla y una guía del bigote”. “Yo haría por ti no sé qué barbaridad”. “En cuanto yo te coja, no queda rastro del gran hombre”. “En prueba te abrazo fuerte, a ver si de una vez te deshago y te reduzco a polvo”.

Se han podido recuperar por Galdós, porque  “Toda la correspondencia de Emilia Pardo Bazán se ha perdido. O bien su hija Blanca la quemó o, según la leyenda, la destruyó Carmen Polo en Meirás [el pazo coruñés de la escritora fue comprado por forzosa suscripción popular para regalar a Franco]. Lo más probable es que ocurriesen las dos cosas, que su hija tuviera miedo de la literatura comprometida y que Carmen Polo se cargase lo que hubiese encontrado en los cajones”, cuenta la historiadora Isabel Burdiel, que prepara una biografía sobre la escritora gallega.

 Fue una relación amorosa intensa, que duró más de veinte años, aunque ambos al mismo tiempo tuvieron, como ya hemos dicho, otras historias sentimentales. De Galdós se conocen sus relaciones con la modelo Lorenza Cobián (tuvieron una hija, María), la actriz Concha Morell, su encantamiento con María Guerrero (finalmente ella se casa con Fernando Díaz de Mendoza en 1896) y, al final, Teodosia Gandarias.

Emilia Pardo Bazán escribía al autor reiteradamente instando el retorno a la intimidad perdida «ya sea en el asilo, sea en Palma Strasses (sic. Se sabe que se veían en la calle La Palma, de ahí lo de "Palma Strasses), cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas (Malasaña) donde se encontraron con frecuencia en el momento álgido de su relación, entre 1887 y 1888. Pero Galdós está también ocupado en su relación con Lorenza Cobián y fascinado por María Guerrero. De vez en cuando ve a Concha Morell y tiene una larga correspondencia con ella.

 La historia de amor entre los dos escritores fue muy intensa porque la autora era así. Una historia en la que él comenzó siendo el "querido y respetado maestro" para terminar en su "ratonciño del alma". Cartas que ocupan muchos años y abarcan los mejores años creativos de la vida de ambos, entre 1883 y 1915. 

De ellos es la anécdota conocida de que cuando ya no estaban juntos y se encontraron en una escalera. La Pardo Bazán le dijo: Adiós viejo chocho. Y él respondió: Adios chocho viejo. Es graciosa la anécdota y pone de relieve el ingenio de los dos escritores, ninguno le queda atrás al otro. Pero claro, no sabemos a ciencia cierta, si será verdad. De ello ya habíamos hablado en este blog:

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/2014/11/benito-perez-galdos-y-emilia-pardo.html






Muy cerca de la placa de la autora que comentábamos al principio de esta entrada, está la del autor. En un momento de sus vidas vivieron relativamente cerca, en lo que ahora es el barrio de Arguelles. Esta placa también tiene su propia historia:

No se había cumplido el acuerdo en 1920 de colocar una lápida en la casa en que vivió y murió Galdós. En esta casa de la calle Hilarión Eslava 7, en 1922, por fin, apareció una lápida conmemorativa en latín clásico. Victoriano Moreno, secretario de don Benito, manifestó que el sobrino de este, José Hurtado de Mendoza, cansado de esperar la hizo colocar en la casa. Llegó 1924 y una mañana, en el mes de junio, un obrero puso en la tapia del jardín de Hilarión Eslava unos azulejos con letra formando un rótulo que decía: "Aquí vivió y murió Benito Pérez Galdós". Finalmente, en noviembre de ese año el Ayuntamiento subsanó el olvido y colocó una lápida en donde aparece en bronce el busto del novelista y se lee: "A Galdós, el pueblo de Madrid". La lápida, al derribarse la casa, se conserva en el edificio moderno que se levantó en aquel lugar.



 En el blog también hay una entrada dedicada a la casa de Galdós en Las Palmas:


Y bueno por el momento lo dejamos aquí. Ha salido una entrada un poco más larga, pero tratándose de los dos autores que la protagonizaban era inevitable. Como decían la Pardo Bazán. Qué mujer ¿verdad? Grande, en el mejor sentido de la palabra, sin duda alguna.


Notas biográficas

Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851-Madrid, 1921). Hija única de una familia gallega aristocrática y progresista, recibió una educación notable, que completó con viajes, lecturas e idiomas. Escribió cerca de 600 cuentos y una veintena de novelas y libros de viajes. Publicó artículos en medios españoles, americanos e ingleses. Fundó y dirigió la revista Nuevo Teatro Crítico y la Biblioteca de la Mujer, donde tradujo al feminista Stuart Mill. Se casó con José Quiroga y tuvo tres hijos (Jaime, Carmen y Blanca). Tras su separación tuvo relaciones con el escritor catalán Narcís Oller, el futuro coleccionista José Lázaro Galdiano y, por supuesto, Galdós.

Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920). Escribió un centenar de novelas, 18 obras de teatro y un sinfín de artículos, estuvo a punto de recibir el Nobel de Literatura en 1915, cuando le geopolítica volcó la decisión hacia Romain Rolland, un francés pacifista, según cuenta Pedro Ortiz-Armengol en Vida de Galdós. Fue diputado progresista (primero) y republicano (después). Ingresó en la RAE al segundo intento. Nunca se casó ni vivió con sus amantes. Sus relaciones más conocidas fueron con la modelo Lorenza Cobián (tuvieron una hija, María), la actriz Concha Morell y, al final, Teodosia Gandarias.

miércoles, 21 de octubre de 2015

La Casa Museo de Lope de Vega


La semana pasada estuve visitando la Casa-Museo de Lope de Vega. 

Sí está en Madrid, en el núm. 11 de la calle Cervantes. Es curioso que dicen que ambos autores no se llevaban demasiado bien, pero han terminado cruzando, no diré sus vidas, pero sí sus existencias. La casa de López de Vega está en la calle Cervantes, mientras que los restos de Cervantes se hallan en el Convento de las Trinitarias que está en la calle Lope de Vega.

Pero cómo os decía, la semana pasada estuve visitando la Casa Museo de Lope de Vega. Es una visita corta, enseguida termina la visita, pero es entretenida y curiosa.

La casa es un edificio del siglo XVII, donde vivió el escritor desde 1610 hasta 1635.

Desde 1932 está administrada por la Real Academia Española en coordinación con la Comunidad de Madrid y se puede visitar de forma gratuita hasta las 18 horas, aunque el último pase es a las 16.55.

El inventario del testamento de Félix Lópe de Vega (1562-1635), el legado de su hija Antonia Clara de 1664 y la documentación histórica de la finca que existía fueron las referencias para la reconstrucción de la casa de cara a ser mostrada. 

Algunas estancias, sobre todo las de la planta baja, conservan más o menos su disposición original. Las de la planta de arriba son más recreadas.

Los objetos que se pueden ver muchos proceden del Convento de las Madres Trinitarias que está en la misma calle donde él pidió ser enterrado. A él pertenecen casi todos los que se pueden contemplar en el pequeño Oratorio de San Isidro que es la primera estancia que se visita de la casa. Una capilla que estaba en línea con el dormitorio del autor, para que desde la cama él mismo pudiera asistir a la misa cuando no pudiera él darla, que lo hacía cada mañana. Ya sabemos que Lope de Vega después de tener muchas aventuras sentimentales se ordenó sacerdote.
El Oratorio
Se puede a continuación visitar su Estudio donde existe una parte dedicada a su despacho con un importante fondo bibliográfico del siglo XVII. Es la foto que encabeza la entrada. Y aquí debajo tenemos el detalle de la mesa.




 Después visitamos la otra zona del Estudio donde está la fantástica biblioteca y lo que sería la estancia para los hombres, que podemos contemplar en la foto superior. Vemos que en el centro tenían el brasero para calentarse y alrededor de él se sentaban a charlar.

Y al lado la estancia de las mujeres llamada Estrado o el Gineceo. Tambien tenían el brasero pero en torno a él hay grandes cojines donde las mujeres se sentaban normalmente a bordar. 



Tras un legado de la  Fundación Antonia García Cabrejo, la casa está administrada, desde 1932, por la Real Academia Española, actualmente en colaboración con la Comunidad de Madrid, encargada de la gestión y las visitas.
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Y aunque no tenemos foto también se visita el dormitorio de Lópe de Vega que estaba pegado al Gineceo para vigilar a las hijas no fueran a ser raptadas. Nos contaba la guía que era habitual que fueran raptadas, con consentimiento de éstas. 

En éstas habitaciones se pueden contemplar varios bargueños. Aquí en la foto inferior vemos uno de ellos. También había otro con forma de Corral de Comedias. 

Los bargueños eran esos muebles de madera con muchos cajoncitos. Se llaman Bargueños por la localidad toledana de Bargas, de donde solían proceder. Era típico de los siglos XVI al XVIII y se utilizaba para escribir o para archivar documentos. Podían ser muy lujosos adornados con tallas y taracea o incluso pan de oro.



 Se visita también la cocina de la casa con su alacena y su chimenea. Y el Comedor donde había muchas cerámicas de Talavera.


Y en la planta superior estaba el dormitorio de los Huéspedes. Aquí la guía nos habló de lo que se llamó "Regalía de Aposento": De origen medieval, consistía en la obligación de ceder parte de la  vivienda, para alojar temporalmente a los funcionarios reales, otro séquito real o militares. Después llegó a ser un impuesto de Madrid al establecerse aquí la capital de España por Felipe II. Aquí en la casa de Lope estuvo alojado el Capitán Alonso de Contreras, en quién se inspiró Pérez Reverte para el Capitán Alatriste. Y ese término de Regalía de Aposento nos lleva al de Casas a la Malicia, un "delito inmobiliario" que consistía en que con el fín de evitar este “impuesto”, se construían casas que sólo mostraban una planta superior, y trataban de ocultar la disponibilidad de espacios adicionales, como un ático. La Casa de Lope sería una casa a la Malicia porque desde fuera solo se ve una planta superior cuando tiene dos, pero Lope pagaba la Regalía de Aposento religiosamente.

Arriba en la planta superior estaban los dormitorios de los niños. Se puede visitar el de las hijas por un lado y el de los hijos por el otro. Lope alojó también a su último amor Marta de Nevares con la que se llevaba muchos años. Ésta enfermó y él la estuvo cuidando en su casa hasta que murió.

Aquí en la foto de debajo tenemos algunos de los amuletos que se ponían en las cunas de los bebés del siglo XVI al XVIII para el mal de ojo. Se trata de un objeto que consistía en una cadena de eslabones de donde pendían los distintos colgantes-amuletos: una garra de tejón, una campanita, algunos relicarios, imágenes de santos...




Bueno pues, más o menos, ésto es lo que se visita. A mí me gustó, aunque se me hizo cortita. La guía lo explicaba muy bien, y daban ganas de que te contara muchas más cosas sobre el autor y sobre aquella época. 

Si os gustan estas visitas os la recomiendo. Los grupos son de unas diez personas.
La Casa Museo dedicada a Félix Lope de Vega (1562-1635), situada en la calle Cervantes de Madrid, es un edificio del siglo xvii en el que vivió el escritor entre 1610 y 1635.
Tras un legado de la  Fundación Antonia García Cabrejo, la casa está administrada, desde 1932, por la Real Academia Española, actualmente en colaboración con la Comunidad de Madrid, encargada de la gestión y las visitas.
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La Casa Museo dedicada a Félix Lope de Vega (1562-1635), situada en la calle Cervantes de Madrid, es un edificio del siglo xvii en el que vivió el escritor entre 1610 y 1635.
Tras un legado de la  Fundación Antonia García Cabrejo, la casa está administrada, desde 1932, por la Real Academia Española, actualmente en colaboración con la Comunidad de Madrid, encargada de la gestión y las visitas.
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miércoles, 20 de mayo de 2015

Casas de los escritores


Ya sabéis que me gusta mucho cuando paseando por Madrid encuentro las huellas de los escritores que nos precedieron. 

El otro día en la calle Velazquez me encontré con la casa donde vivieron y murieron los hermanos Alvarez Quintero. Serafín Álvarez Quintero (Utrera, 1871 - Madrid, 1938) y Joaquín Álvarez Quintero (Utrera, 1873 - Madrid, 1944) fueron narradores, poetas, periodistas pero sobre todo se les conoce por ser los dramaturgos de principios del XX famosos por sus obras en el llamado "género chico". Sainetes y comedias ingeniosas que transmitían una visión amable de la vida.







Ya en el Paseo de Recoletos encontramos la casa donde estaba la editorial que publicó la primera edición de Platero y yo. En otras entradas de este blog ya hemos dedicado un espacio a las casas de Juan Ramón Jiménez en Madrid y fuera de Madrid. Os voy a pegar el enlace por si queréis recordarlas, ya tenemos un buen montoncito de entradas con Casas de los escritores:

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Las%20casas%20de%20los%20escritores






Y por último volvemos a la dramaturgia porque también en la calle Velazquez, encontramos la casa donde vivió Pedro Muñoz Seca (Puerto de Santa María, 1881 - Paracuellos del Jarama, 1936).  

Pedro Muñoz Seca fue profesor en Madrid de latín, griego y hebrero y se hizo famoso como dramaturgo de principios del siglo XX. Es de la misma época que los hermanos Alvarez Quintero de los que hablábamos al princpio de esta entrada. Fue muy famoso por el humor de sus composiciones. En el teatro de Muñoz Seca se va perfilando una peculiar forma de hacer comedia: el astracán, subgénero que exagera y deforma hasta lo increíble los rasgos cómicos utilizando todo tipo de recursos con el único fin de hacer reír. 

Tras el estreno de La venganza de don Mendo, su popularidad alcanzó las cotas más altas y su producción teatral fue muy abundante, cosechando grandes éxitos: La pluma verde (1922), Los chatos (1924), La tela (1925), Los extremeños se tocan (1927)... todas éstas obras en colaboración con Pérez Fernández. En su obra hay una cierta evolución porque abandona el costumbrismo de los Quintero y se afianza en la astracanada con cierto acercamiento a la alta comedia.