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sábado, 28 de octubre de 2017

"Un lugar a dónde ir" Segunda novela de María Oruña





Ya sabéis que de vez en cuando me gusta volver a las novelas de intriga, o a la novela negra. Y además si son “de casa” mejor que mejor. Nosotros tenemos unos novelistas en estos géneros tan buenos o mejores que los de fuera.

La última novela que he terminado ha sido “Un lugar a donde ir” de María Oruña. Me ha resultado muy entretenida.

Tenía ganas de leerlo porque ya me había leído el primero de esta autora “Un puerto escondido” donde habíamos conocido a sus principales protagonistas y había sido un buen descubrimiento. No es que esta novela sea continuación de la anterior, ambas se pueden leer de forma independiente. Pero los principales protagonistas sí son los mismos. Es como con Amaia Salazar del Guardián invisible, sigue la trama de la teniente pero es otro caso.

El argumento nos cuenta que han pasado varios meses desde los acontecimientos que ocurrieron en Puerto escondido y cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, que es el lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. La joven va vestida de princesa de la Edad Media. Valentina empezará a investigarlo mientras Oliver Gordon (con el que continúa su relación sentimental) sigue buscando a su hermano desaparecido.

Podríamos decir que el tema de esta novela es la importancia que tienen en nuestras acciones nuestra motivación, nuestra “pasión”, ese interés que nos empuja interiormente hacia algo, esa búsqueda de “conocimiento”. Incluso hasta casi perder la razón.  Aquí hay una serie de personajes cuya pasión es la ciencia: la espeleología, la historia, la arqueología… Y por otro lado también están los integrantes de una ONG unidos también por un acicate común.

Los personajes están bien perfilados. Tenemos a nuestros protagonistas que ya conocemos. Por un lado Valentina, una teniente de la guardia civil con sus dos ojos de distinto color, y Oliver, el inglés que se queda a vivir en Suances en la casa heredada. En esta novela vemos como siguen enamorados y tratan de asentar su relación. También aparecerán Michael, su amigo, y su ex mujer Anna. Paralelamente iremos conociendo a los personajes que forman un grupo de espeleólogos y arqueólogos: tres compañeros de aventuras y una bella polaca afincada en Alemania: Wanda. A todos ellos les une la pasión por la Ciencia.

La ambientación de estas novelas está muy conseguida. Como ya sabemos desde la novela anterior la acción se desarrolla en Cantabria. Los principales personajes viven en Suances, pero nos movemos por toda la zona: Comillas, Puente Viesgo... Supone un buen repaso para los que gustamos de viajar por esos parajes tan recomendables. Además en esta novela sobre todo vamos a interesarnos por las cuevas de Cantabria que son muchísimas además de la de Altamira, puesto que como ya hemos dichos son espeleólogos los demás personajes. Muy interesante, la verdad, todo lo que nos va contando la autora de las cuevas de la zona y el arte rupestre: Las Cuevas del Monte del Castillo (en Puente Viesgo), la Cueva de Las Monedas, las de Cullalvera... Dan ganas de ir a conocerlas porque varias son Patrimonio de la Humanidad. Además visitaremos dos lugares fuera de nuestro país, una ciudad medieval Nordlingen construida en el interior de un cráter en Baviera, y otra cueva espectacular la que se llama El Sotano de las Golondrinas en Méjico. Estas curiosidades geográficas y otras históricas añaden más atractivo a esta novela.
En lo que se refiere al manejo del tiempo la autora imprime un ritmo rápido a la narración al mezclar pasado y presente. El romper la linealidad del tiempo dota de mucha agilidad a la lectura.

En cuanto a la estructura de la novela, la autora ha creado tres líneas argumentales. Por un lado están nuestros protagonistas (Valentina y Oliver) con sus pesquisas y sus investigaciones en el presente. Y por otro lado están el grupo de espeleólogos, cuya relación se inicia mucho antes del momento en el que comienza la novela, momentos del pasado donde tenemos que acudir para entender su presente. Estas dos líneas tienen un narrador omnisciente en tercera persona. Y por último hay otra línea argumental, la de las reflexiones de un personaje que no sabemos quién es pero a quién conocemos como El Viajero del Sótano de las golondrinas y que nos habla en primera persona.
La prosa es sencilla y el ritmo ágil puesto que hay mucho diálogo. Está bien estructurada la novela, más elaborada quizá en cuanto a la creación literaria que la primera al utilizar más voces alternándose como narradores.

Yo le pondría un “pero” a esta novela y es que me ha parecido que al final hay demasiadas explicaciones en bloque para contarnos el por qué, el desenlace. Creo que deberían haber estado más dosificadas según íbamos descubriendo lo que ocurría. En este sentido me convenció más la primera novela. Pero bueno esto no deja de ser una apreciación personal, quizás a otro lector no le parezca así.

Lo cierto es que en general me ha parecido desde el principio muy entretenida, creo que la intriga está bien dosificada, su mimo y detalle en la ambientación me parece muy positivo y hay un punto de giro casi al final de la novela muy, muy conseguido.

Me alegro de que todavía en un futuro podamos disfrutar más del binomio Valentina-Oliver.

2 comentarios:

  1. Tengo mucha curiosidad con esta autora y su Puerto escondido. Me quedo con tu recomendación, Rocío. Al igual que tú, también me gusta volver de tanto en tanto a la novela de intriga y reconozco que leo pocos españoles. A ver si con María cambia. SAludos!

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  2. A mí me han parecido muy entretenidos, y además te enseña muchas cosas de Cantabria. Yo sí te los recomiendo. Muchas gracias por tu comentario y más por leerme!! un besazo

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