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viernes, 17 de mayo de 2013

La marca del meridiano de Lorenzo Silva



-¿Sabes qué recuerdo ahora? -dijo
-No me atrevo a apostar.
-La canción.
-¿Cuál de ellas?
-Ti proteggeró... era verdad.
La canción empezaba con esas palabras, pero no se llamaba así, sino La cura. La había sacado Franco Battiato justo por la época en que la perdí, o nos perdimos los dos, y yo le había envíado el disco después de que me dijera que no podía abandonar a su marido. Un gesto inútil. La canción cuenta cómo alguien cuidará de otra persona, del modo en que yo habría querido, pero ya nunca podría, cuidarla a ella.

Pág. 381
La marca del Meridiano







Capítulo 1
UN AFÁN PARTICULAR

No era el momento ni el lugar, pero vió la ocasión y eso es algo que una mujer no desaprovecha nunca. Tan pronto como el guardia Arnau enfiló hacia los aseos de la gasolinera, la sargento Chamorro se dió la vuelta y, mirándome como si quisiera fulminarme, me espetó:
-Tú te estás guardando algo.


Entre estos dos párrafos que os he copiado está comprendida (aunque en sentido inverso) casi toda la última novela de Bevilacqua y Chamorro. Sí esa pareja de guardias civiles inventados por Lorenzo Silva y de los que ya no me puedo desprender. La última novela de la serie, como todas las demás, me ha gustado mucho. Creo que incluso me ha gustado más que la anterior. 

Pues sí os estoy hablando de "La marca del meridiano, de Lorenzo Silva". El último Premio Planeta.

Y porque es uno de los pasajes más emotivos del libro, más románticos, he querido empezar esta entrada con ese diálogo que está casi al final del libro y con la canción a la que aluden los dos personajes. Personajes que no os desvelaré, por si aún no lo habéis leído. Pero escuchad, escuchad la canción de Battiato. Yo no la conocía y me ha encantado. La mejor banda sonora a este pasaje.

Pero volvamos al principio de la novela. Volvamos a saber de Rubén Bevilacqua y Chamorro. A quién siempre estoy deseando volver, la verdad. Para eso llevamos con ellos los quince años que se conocen. Desde aquel "Lejano País de los Estanques", el primer libro de la serie. Ahora ya Bevilacqua tiene cuarenta y ocho años, y Chamorro está cerca de los treinta. El primero sigue teniendo esa forma de ser que a mí me gusta tanto: su única ambición es hacer bien su trabajo a pesar de que cómo a todos los funcionarios le hayan quitado la paga extraordinaria y le hayan bajado el sueldo. Su hijo ya está en la universidad y da clases de apoyo.

Cuando comienza la novela van en coche camino de Logroño. Un subteniente jubilado de la guardia civil ha aparecido colgado de un puente. Ya desde el principio el autor va dejándonos esa dosis de intriga necesaria para que los lectores deseemos saber: “Un hombre siempre oculta algo, siempre lleva a cuestas algo que preferiría no haber hecho o dicho o sido”.

Y comienza la novela y yo ya estoy enganchada a esa forma de narrar de Lorenzo Silva. A esa forma tan peculiar de contarnos los casos de estos dos guardias civiles. Narrado en primera persona. Se entretiene mucho en contarnos lo que piensa Bevilacqua, lo que siente. Me gusta mucho que nos haga partícipes de su voz interior. 

A mí ya os digo que me ha gustado mucho. He estado muy entretenida viviendo otra vez con estos personajes mientras descubrían a los asesinos. Los personajes principales se han hecho un poco más mayores, como todos los que los leemos, aunque siguen teniendo esa buena relación que tan bien sabe reflejar el autor. Me gusta que ahora aparezca el Facebook, el GPS, el Google Maps... Me gusta lo bien que se refleja la actualidad en la novela, en el trabajo de "los buenos". 

No os voy a contar más del argumento. Hay que leerlo. Ah y solo deciros que me ha gustado en este libro saber más de la vida sentimental de Bevilacqua, y de cómo me lo ha contado Lorenzo Silva: “Ningún hombre que se muera sin haber llorado alguna vez frente al mar puede decir que ha vivido”.

Lorenzoooo ¿Y para cuándo el próximo...?




2 comentarios:

  1. Hola, Rocío.

    No he leído nada (en absoluto) de Lorenzo Silva, creételo porque es cierto. Prejuicios tontos que debo tener y sin saber el motivo.
    Voy a acabar "Las lágrimas de San Lorenzo" y me pongo con éste. Ya te contaré.

    Besos.

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  2. Pues claro que tienes que leer a Lorenzo Silva, es muy recomendable. Pero si vas a empezar mejor tienes que hacerlo con el primero de la saga "El lejano país de los estanques" donde empieza esta relación entre Bevilacqua y Chamorro. Y ya verás, ya verás cómo te gusta. Un beso bien grande, Rocío y muchísimas gracias por tus comentarios

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